El próximo 3 de febrero la Orquesta Sinfónica de Navarra pondrá en pie el Otello de Verdi.
Gregory Kunde, uno de los grandes tenores internacionales que ha encarnado al moro de Venecia en teatros como la Royal Opera House de Londres, La Fenice de Venecia, La Scala de Milán, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona o el Teatro Real de Madrid, encabezará el reparto, en el que también encontraremos a Svetlana Aksenova (Desdémona), Ángel Ódena (Yago) y Francisco Corujo (Casio).
Completa la producción del Teatro Principal de Palma el Coro de Ópera de AGAO, todos bajo la dirección musical de Ramón Tebar y la dirección de escena de Alfonso Romero.
Los días 14 y 15 continuarán con su temporada de abono, esta vez con Antoni Witt como director invitado. En el programa contarán con la Sinfonía núm. 5 en Si bemol mayor de Bruckner, la «Sinfonía de la Fe», como la describió el musicólogo alemán Harry Halbreich.
La Quinta de Bruckner siempre conmueve por su espiritualidad y el amplio universo de emociones que transmite. Esta obra maestra —que el austriaco revisó como era habitual en él y que nunca llegó a escuchar— es, pese a sus grandes dimensiones, ejemplo de unidad absoluta en la que todos los temas expuestos en el primer movimiento adquieren, con un equilibrio digno de uno de los grandes herederos de Beethoven, un sentido esencial conforme se acerca el final. Contrapuntos de magnífica construcción, profundos desarrollos melódicos y armónicos y sus exigencias interpretativas convierten a la Quinta en un absoluto desafío orquestal en el momento de su ejecución.
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