La acogida de la obra filosófica de Friedrich Nietzsche desde el siglo XX hasta la actualidad es un hecho asombroso y difícilmente cuestionable. Asombroso debido a que se ha podido desligar su pensamiento de la ideología nazi y difícilmente cuestionable porque a día de hoy algunas obras de Nietzsche, como Así habló Zaratustra, están en el top de ventas de libros en la categoría de filosofía (fuente: Amazon), también es estudiado en los temarios de Historia de la Filosofía y su figura y obra han inspirado a muchos otros. Sin embargo, pasados 120 años de su muerte, su faceta como pianista y compositor sigue siendo desconocida.
Por M.ª Francisca Sáez Escámez
‘Mira, dijo, yo soy lo que tiene que superarse siempre a sí mismo.
En verdad, vosotros llamáis a esto voluntad de engendrar o instinto de finalidad,
de algo más alto, más lejano, más vario:
pero todo eso es una única cosa
y un único misterio’
Zaratustra
La influencia de la música desde su niñez
El padre de Nietzsche murió cuando este tenía 5 años y uno de los recuerdos que evoca en su autobiografía de juventud es el tiempo libre que dedicaba su padre al piano y su facilidad para improvisar variaciones sobre temas. Debido a esta influencia, el pequeño Nietzsche comenzará a sentirse atraído por la música. Comenzó a estudiar sonatas clásicas y sinfonías (reducción para piano a cuatro manos) de Beethoven, así como a crear sus primeros esbozos compositivos. Tal y como relata en sus escritos autobiográficos: ‘la música reúne en sí misma todas las cualidades: puede embelesar, serenar; es capaz de amansar el ánimo del más tosco con sus tonos melancólicos. Pero su facultad esencial es la de dirigir nuestros pensamientos hacia lo alto, la de elevarnos, conmocionarnos…’.
El estilo nietzschano: música absoluta y en contra de la música del futuro
Durante el siglo XIX surge el debate estético entre música programática, música descriptiva y música absoluta; esta última defiende la capacidad intrínseca de la música de tener significado por sí misma sin tener que hacer uso del lenguaje verbal. A esta última corriente se adscribirá Nietzsche. Así, llegará a afirmar que sobran los cantantes en la ópera wagneriana Tristán e Isolda, y que sería interesante transformarla en una sinfonía debido a la gran calidad de su música.
Desde su juventud se muestra reacio a la llamada música del futuro de Berlioz, Wagner y Liszt, considerándola algo más que extravagante. Sus máximos referentes serán Haendel, Gluck, Mozart, Beethoven y Schumann.
Sin embargo, cuando comienza a estudiar en la Universidad de Leipzig empieza a asistir a conciertos de compositores de música del futuro y aprende a ser más tolerante con ella. Pero hubo un hecho que lo cambió para siempre: su encuentro con Richard Wagner.
Nietzsche fundó junto a dos amigos (Gustav Krug y Wilhem Pinder) la asociación Germania donde se juntaban con una periocidad mensual y hacían una puesta en común de sus disertaciones y composiciones musicales. En esta asociación, Nietzsche es consciente de que necesita profundizar más en las reglas de composición y dejar a un lado la improvisación. Durante uno de estos encuentros, Krug toca las reducciones para piano de Tristán e Isolda y Los maestros cantores. Este acontecimiento vaticina la importancia que tendrá Wagner en la vida de Nietzsche. Tendrán su primer encuentro el 8 de noviembre de 1868, donde Nietzsche (24 años) se queda totalmente encandilado por la personalidad dionisiaca de Wagner (55 años). El sentimiento de admiración fue mutuo, ya que compartían tres de sus grandes pasiones: la tragedia griega antigua, la filosofía de Schopenhauer y ambos son partidarios del resurgimiento de la cultura alemana. El factor de la edad será un hecho decisivo, pues es lógico que la influencia de Nietzsche sobre Wagner fuera episódica: Wagner era un ya un hombre formado en sus ideas, mientras que el Nietzsche veinteañero estaba forjando todavía las suyas.
Richard Wagner: una relación que se retroalimenta
Normalmente, se describe a Nietzsche como el gran influenciado por Wagner, pero, para ser justos en la historia de esta relación, hay que dejar claro que Wagner también supo aprovechar esta amistad. Una fecha decisiva para Wagner fue la publicación de El nacimiento de la tragedia desde el espíritu de la música (1872), el prólogo está dedicado a la figura de Wagner, lo que supuso que se le reconociera en el ámbito universitario, en el entorno de los catedráticos e intelectuales de la filología, ampliando así su público, no siendo este un público cualquiera. Tan interesado estaba Wagner en su nueva audiencia que, cuando Nietzsche le propone dejar su cátedra para dedicarse enteramente a la causa wagneriana, este le insta a que no lo haga, que no deje su plaza de la Universidad de Basilea. Las visitas de Nietzsche a casa de los Wagner en Tribschen serán constantes. Allí entablará amistad con Cósima Wagner, con la que se carteará de manera continua hasta después del distanciamiento con su marido. Tal es su grado de amistad con los Wagner que estuvo tanto en el proceso de germinación del proyecto de Bayreuth como en el acto donde se colocó la primera piedra del futuro teatro. El proyecto de Bayreuth representa para Nietzsche ‘la mayor victoria que haya logrado un artista’. Bayreuth será el espacio donde se dará la llamada Gesamtkunstwerk (obra de arte total): la comunión de distintos tipos de arte que, sumados, den lugar a un todo, a una obra de arte total (música, poesía, escenografía, pintura, arquitectura…).
Comienza el distanciamiento: Nietzsche vs. Wagner
Podemos dividir en tres las causas del distanciamiento entre ambos. Primera, la rendición según Nietzsche por parte de Wagner hacia el cristianismo mediante Parsifal, que luce la máxima cristiana de ‘creer y no ver’ y lo considera un atentando contra la moralidad; y el antisemitismo de Wagner, el cual pese a la manipulación de su obra por parte de su hermana Elisabeth, él desprecia. Segunda, el arrodillamiento hacia príncipes y aristócratas: Wagner criticaba dentro de su círculo a estas personas, pero luego recurría a ellas y las adulaba para conseguir su financiación. Nietzsche no podía soportar esta hipocresía: ‘al menos he llegado a un punto en el que no tengo pelos en la lengua (…) si me encontrara con la mismísima emperatriz Augusta, sería despachada como los demás’. Tercera, la enfermedad de Nietzsche: padecía sífilis terciaria, que afecta a la personalidad, a lo sensorial (alucinaciones, ideas delirantes…) y al intelecto (disminuyendo el juicio y razonamiento), por lo que, sufriendo esta enfermedad, era difícil mantener relaciones sociales.
Así comienza su beligerancia contra Wagner, ensalzando a Georges Bizet (‘¿Me está permitido que diga que el sonido orquestal de Bizet es el único que todavía soporto? Ese otro sonido orquestal que ahora predomina, el wagneriano, es brutal, artificial e inocente’) y a nuestro Federico Chueca: en la ‘Jota de los ratas’ de la zarzuela La Gran Vía,Nietzsche observa cómo esos tres ladrones ejercen su oficio sin arrepentimiento, sin doble moral. Estos pillos cantan: ‘nuestra fe en el bautismo la tiene el cura del Saladero’. Tres ratas que viven plenamente esta vida terrenal sin preocuparse de otra venidera.
Wagner no se quedará atrás, pues vetará a Nietzsche para siempre de Bayreuth e intercambiará cartas con su médico, tal y como le relata Nietzsche a su amigo Peter Gast: ‘Wagner es rico en ideas malignas; ha intercambiado cartas incluso con mis médicos para expresar su convicción de que el cambio de mi manera de pensar era consecuencia de excesos contra natura, con alusiones a la pederastia’.
Aunque Nietzsche ensalzara en el momento de máxima tensión de su relación con Wagner la obra de Bizet por encima de la obra de Wagner, él ha sido wagneriano como el que más y gracias a él vivió su época más dorada en cuanto a tener un referente para trabajar mano a mano, por lo que se arrepentirá finalmente: ‘lo que digo acerca de Bizet no debe usted tomarlo en serio (…) pero actúa como antítesis irónica contra Wagner’. Confiesa a Peter Gast: ‘Nada puede compensarme del hecho de haber perdido en los últimos años la simpatía de Wagner. ¡Cuántas veces sueño con él, y siempre en la línea de nuestras relaciones confidenciales de un tiempo!’.
Manipulación nazi
Siguiendo ambas biografías uno es consciente de que estos dos personajes han compartido el mismo hado: ninguno de los dos se caracteriza por ser pianistas virtuosos de jóvenes, ni por ser concertistas. Sus producciones pianísticas no tuvieron recepción en la época ni la tienen actualmente. Y, lo más oscuro, tanto Nietzsche como Wagner fueron tomados como referentes ideológicos y culturales por el nazismo debido a la manipulación de los textos por parte de familiares cercanos a ellos: en el caso de Nietzsche, su hermana Elisabeth; en el caso de Wagner, su mujer Cósima.
Tras la derrota alemana en la II Guerra Mundial, ambos se vieron perjudicados por su vinculación con el nazismo, ya que sus obras musicales y filosóficas fueron apartadas de la primera línea de los estudios musicales y filosóficos. Sin embargo, en la actualidad se ha comprobado en las fuentes de Nietzsche que una de las causas del distanciamiento con Wagner fue el antisemitismo de este y no consideraba al pueblo alemán como un pueblo superior. Pese a que Wagner era abiertamente antisemita, no se reconoce como simpatizante del movimiento nazi. No obstante, como dicta el refranero español: no hay mal que por bien no venga, y estas manipulaciones por parte de estas familiares ayudaron a ambos legados a no ser destruidos o a quedar encerrados en un cajón por el régimen en esos años de censura.
Su producción musical
Algunos autores han calificado la faceta compositiva de Nietzsche como anecdótica y otros como de aficionado. No obstante, observamos en la única edición de partituras existentes, Der musikalische Nachlaß, publicado por Bärenreiter Basel, la gran y diversa cantidad de obras: composiciones de pequeña dimensión para piano, sonatas (incompletas), sonatas a cuatro manos, a dos pianos y, a destacar, un poema sinfónico para piano titulado Ermanarich (rey godo del siglo IV), Lieder y otras obras corales (coro a capela, coro con piano, misa con solistas, coro y orquesta y hasta un oratorio incompleto, Weihnachtsoratorium). La mayor parte de estas obras se encuentran en el Archivo Nietzsche de Weimar.
De manera general, Nietzsche utiliza indicaciones en alemán como comienza a suceder en el siglo XIX con compositores como Schumann, bastante detalladas y precisas como: Mit tiefem Gefühl (con profundo sentimiento) y Zart, innig, nicht zu langsam (delicado, íntimo, no demasiado lento).
En la obra de Ermanarich, citada anteriormente, Nietzsche no se muestra en concordancia con la corriente que defiende de música absoluta, pues utiliza la descripción por pasajes para explicar qué sucede en cada momento.
A continuación, adjuntamos algunos títulos del listado de obras que recoge Der musikalische Nachlaß recogidaspor Curt Paul Janz:
Lieder: ‘Mein Platz vor der Tür‘, ‘Da geht ein Bach‘, ‘Das zerbrochene Ringlein‘, ‘Wie sich Rebenranken schwingen‘, ‘Beschwörung‘, ‘Nachspiel‘, ‘Ständchen‘, ‘Unendlich‘, ‘Verwelkt‘, ‘Ungewitter‘, ‘Gern und gerner‘, etc.
Piano solo: ‘Heldenklage‘, ‘Ungarischer Marsch‘, ‘Édes titok‘, ‘So lach doch mal‘, ‘Im Mondschen auf der Puszta‘, ‘Albumblatt‘, ‘Maestoso Adagio‘, etc.
Misas y oratorios: ‘Missa‘, ‘Weihnachtsoratorium‘, ‘Kirchengeschichtliches Responsorium‘.
Corales: ‘O weint um sie‘, ‘Hymnus an das Leben‘, ‘Hoch tut euch auf‘, etc.
Como se puede observar, para tratarse, como le han tildado, de un compositor aficionado, tiene una vasta producción de música original. También destaca que, aunque sus ideas estilísticas estuvieran siempre más lejos de las nuevas músicas que estaban proliferando y dominando el final del siglo XIX y principios del XX, Nietzsche se mostrará más cercano a sus compositores de referencia citados anteriormente, pero también, asombrosamente, encontramos varias obras que no cumplen estas normas clásicas, como ser ambiguas tonalmente, mostrarse sin armadura y no estar en Do mayor ni en su relativo menor y acabar en un tono distinto del que se empieza. Por lo que esta apertura de mente tras asistir a conciertos de música de futuro también se evidenciará en sus composiciones.
Bibliografía
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Principio del formulario
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