Handel Arias
Franco Fagioli, contratenor
Il Pomo d’Oro
ZefiraValova, directora
Deutsche Grammophon0289 479 7541 0
Melómano de Oro
Podría decirse sin ningún reparo que Franco Fagioli es una de las voces más privilegiadas de este siglo. Y es que el contratenor argentino no deja de cosechar éxitos a sus espaldas. El último de ellos, por partida doble: por una lado, este gran fichaje que ha hecho con la firma discográfica más prestigiosa del mundo, la Deutsche Grammophon, y, por otro, el conjunto instrumental que le acompaña en este periplo por lo mejor del repertorio handeliano, Il Pomo d’Oro.
La selección de ariasde este disco atiende a un criterio absolutamente personal. En palabras del propio Fagioli, se trata de “instantáneas de momentos que quiere recordar”.La recopilación es inaugurada por el “Agitato da fieretempeste” deOreste,todo un aria di furore, con ornamentos claros y pulidos. De Serse escucharemos “Ombramai fu”de la que logra hacer una versión del todo propia y “Crudefuriedegl’orridiabissi”, rebosante de pasión.
En la piel de Rinaldonos traerá una angustiosa “Cara sposa, amante cara” que dará paso a otro aria di bravura,“Venti, turbini, prestate”. Un Tirinto intimista e introspectivo se hará presente en “Se potessero i sospirmiei”, de Imeneo, lirismo en estado puro. El contraste vendrá con la dinámica y extrovertida “Sento brillar nelsen” en voz de Mirtillo, que nos llevará hasta las dos arias principales del Bertarido de Rodelinda“Pompe vane di morte!” y “Dovesei, amato bene?”.
La dulzura se mantiene en una pastoral “Se in Fiorito, ameno prato” de Giulio Cesare in Egitto, que se tornará todo fuerza en voz de Ariodonte con “Scherza, infida, in grembo al drudo” y “Dopo notte atra è funesta”, radiante y brillante. El disco culmina con una espiritual y trascendente “Ch’io parta?”de Partenope, donde la ternura con la que aborda la pieza terminará por embelesar al oyente más exigente.
La destreza técnica e interpretativa de Fagiolino es solo espectacular, sino que es innegable.La expresión de su fraseo, la claridad de sus ornamentos, el apabullante control en la messa di voce, los sugerentes e intencionados cambios de registro y la excelentísima declamación del texto hacen de este disco una experiencia del todo extraordinaria.
Por: Lucía Martín-Maestro Verbo
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