El grupo La Ritirata presenta su último trabajo ‘Caldara and the cello’, que rinde homenaje al compositor veneciano e ilustre violonchelista Antonio Caldara en el 350 aniversario de su nacimiento
Festival Internacional de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid afronta la recta final de su programación con cinco propuestas de música clásica, entre las que se encuentra el estreno del último disco de La Ritirata, dedicado al trabajo de Antonio Caldara y con el violonchelo como protagonista.
Los conciertos, fruto del trabajo de recuperación del patrimonio musical, tendrán lugar del 17 al 30 de noviembre en la Basílica Pontificia de San Miguel y buscan presentar al público obras poco habituales en la programación de la música clásica en España. Así, Los Afectos Diversos recrea la música de capilla del siglo XVII y recupera el trabajo de Pedro Rimonte; Aquel Trovar realiza un recorrido por la música de devoción mariana del siglo XIII; y Musica Ficta presenta el último Requiem que compuso Tomás Luis de Victoria.
En la apuesta del festival por mostrar el trabajo de músicos emergentes que recuperan el repertorio histórico español, el próximo martes 17 de noviembre, L’Apothéose y la soprano Olalla Alemán presentan en Resonad, esferas las obras sacras de Francisco Corselli.
El ensemble español, que ha pasado en tan sólo cuatro años de las aulas de un Conservatorio a ganar una docena de premios y convertirse en referencia imprescindible de la música antigua en España, ofrece una variada selección de obras del que fue durante 40 años maestro de la Real Capilla y figura clave para comprender la historia de la música española del siglo XVIII.
La agrupación ofrece una nueva concepción de la música barroca, con interpretaciones apasionadas y llenas de colorido, sin dejar de manifestar la destreza y gran sensibilidad de las obras de Corselli; desde sus obras más tempranas, como la ‘cantada Ea, pastores de 1738’, hasta las más tardías, como la ‘2ª lamentación del viernes de 1768’.
El miércoles 18 de noviembre se podrá disfrutar en la Basílica de San Miguel de ‘Cantando e con dança’, un recorrido por las músicas de devoción mariana del siglo XIII a cargo de Aquel Trovar, acompañados por la soprano Delia Agúndez. El repertorio, estructurado en seis pequeños bloques, cuenta con un especial énfasis en el monumental repertorio alfonsino de las ‘Cantigas de Santa María’ (h. 1284).
A través de La Ritirata, la programación del festival rinde homenaje al compositor veneciano Antonio Caldara, que residió en España y del que este año se celebra el 350 aniversario de su nacimiento.
Esta agrupación dedicada a la interpretación histórica para redescubrir repertorios del Barroco, presentará el próximo lunes 23 de noviembre su nuevo disco ‘Caldara and the cello’, con el violonchelo de Josetxu Obregón —creador de la agrupación— como protagonista. El programa, centrado en la música sacra, pone en contraste el repertorio religioso, que ocupa un lugar preeminente por la calidad de sus oratorios, y el profano, del que se interpretarán dos cantatas de cámara procedentes del volumen manuscrito ‘Duo deci cantate con istromenti’ (1729), que se conserva en la biblioteca del Royal College of Music de Londres.
Por su parte, el grupo Musica Ficta, dirigido por Raúl Mallavibarrena y considerado uno los más destacados renovadores de la interpretación de la música antigua en nuestro país, será el encargado de presentar el miércoles 25 de noviembre Requiem, la última obra que compuso Tomás Luis de Victoria, uno de los grandes nombres de la historia de la música. Tras su formación en Roma como sacerdote y compositor, Victoria volvió a España para ocupar el cargo de maestro de capilla en las Descalzas Reales de Madrid, al servicio de la Emperatriz María de Austria.
El cierre de la edición de otoño de FIAS 2020 tendrá lugar el lunes 30 de noviembre a cargo de Los Afectos Diversos, quienes interpretan La pastorella mia: Rimonte, Pontac y las grandes capillas. Este concierto responde a la línea del festival de recuperar talentos desconocidos de España; en este caso la música sacra del siglo XVII español que alimentaba las grandes capillas y, en concreto, la figura de Pedro Rimonte. Para ello, se recupera para la ocasión la misa La pastorella mia, una pieza de Rimonte para doble coro que se intercala con otras piezas para recrear la situación de su uso litúrgico habitual.
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