El autor de Nocturnos de Andalucía y la Sinfonía a Granada fue uno de los compositores españoles con mayor proyección internacional
El 13 de abril falleció en Madrid el compositor Lorenzo Palomo. Autor de un amplio catálogo de música orquestal, sus obras han sonado en algunos de los escenarios más célebres del panorama internacional, como el Carnegie Hall de Nueva York, el Covent Garden de Londres o el Suntory Hall de Tokio.
Aunque natural de Ciudad Real, creció y se formó en Córdoba, y la tierra andaluza y su vida musical le acompañaron siempre en su trabajo. Entre sus obras destacan los Nocturnos de Andalucía para guitarra y orquesta, la cantata Dulcinea, la Sinfonía a Granada o el ballet La leyenda del Monte Bangkay.
Córdoba homenajeará a Palomo con dos actividades que ya estaban programadas antes de la muerte del compositor: la puesta en escena de Aldonza y Alonso el 1 de junio, a cargo del Conservatorio Superior de Música ‘Rafael Orozco’ y la Escuela de Arte Dramático y Danza de Córdoba, y un concierto de la Orquesta de Córdoba durante la próxima temporada.
Una carrera internacional
Con veinte años, Palomo ingresó en el Conservatorio Superior de Música de Barcelona para estudiar composición con Joaquín Zamacois y piano con Sofía Puche de Mendlewicz. Posteriormente, becado por la Fundación Juan March, estudió dirección de orquesta en Nueva York con Boris Goldovsky.
En 1973 fue nombrado director titular de la Orquesta Sinfónica de Valencia, cargo que ejerció mientras intervenía como principal director invitado de la Orquesta Sinfónica de Manila. Desde 1981 a 2004 vivió en Berlín, donde ejerció como pianista y director de la Deutsche Oper Berlin.
En 2010 fue condecorado con la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica por llevar la música española a través del mundo, y desde 2019 residía en Madrid.
Su obra
Su música ha sido interpretada en prestigiosas salas de conciertos de todo el mundo, y de la mano de renombradas orquestas como la Sinfónica de Boston, la Sinfónica de Londres, la Sinfónica de la Radio de Berlín, la orquesta de la Ópera de Berlín, la Filarmónica de Dresde, la Accademia Santa Cecilia de Roma, la Yomiuri Nippon de Tokio y las más importantes orquestas de España.
Una parte importante de su catálogo la ocupa la música para guitarra: el Concierto de Cienfuegos para cuatro guitarras y orquesta, la Sinfonía a Granada para soprano, guitarra y orquesta, El jardín de Baco para guitarra y orquesta, o la que probablemente sea su obra más interpretada, los Nocturnos de Andalucía.
Su música ha sido ampliamente grabada por el sello Naxos, que cuenta con seis álbumes dedicados a su obra. Entre ellos destaca la grabación de Dulcinea a cargo de Ainhoa Arteta y la Orquesta de la Deutsche Oper Berlin.
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