El próximo programa de Euskadiko Orkestra, dirigido por Robert Treviño, realizará el estreno mundial de ‘Mare marginis’ de Ramon Lazkano y se completará con la Quinta Sinfonía de Mahler
A partir de este viernes, Euskadiko Orkestra ofrecerá el sexto programa de su Temporada 2022-23, que tendrá por título ‘Despertar’. Robert Treviño, titular de la formación, dirigirá los cinco conciertos, que tendrán lugar en las cuatro capitales vascas: Bilbao, San Sebastián, Pamplona y Vitoria-Gasteiz, hasta el día 23.
Para este programa, el titular de la formación ha reunido a dos compositores con cuya música tiene una gran finalidad. En primer lugar, Ramon Lazkano, con el el estreno absoluto de su concierto para piano Mare marginis, un gran acontecimiento para la música vasca. En segundo lugar, Gustav Mahler y su colosal Sinfonía núm. 5.
Hay entradas a la venta para todas las sesiones en la web de Euskadiko Orkestra, así como en las webs y taquillas de los auditorios, con precios entre 10 y 38 euros.
Treviño y Mare marginis de Ramon Lazkano
Desde que llegó al País Vasco en 2016, Robert Treviño ha establecido una fuerte conexión con el mundo sonoro de Lazkano. Además de interpretar sus obras con la formación vasca, las ha llevado a otras orquestas con las que trabaja. Así, la Orchestra Nazionale della RAI estrenó en marzo la obra Mugarri, dirigida por el propio Treviño.
Ahora, él mismo aborda el estreno de Mare marginis, una obra compuesta por encargo de Euskadiko Okestra, Radio France y la Sinfónica de la Radio de Colonia. Tras la cancelación, el pasado 11 de febrero, del concierto de la Orquesta Nacional de Francia, el testigo del estreno mundial ha recaído sobre Euskadiko Orkestra.
Para ello, la agrupación vasca contará con el pianista Alexander Tharaud en el papel solista. Ubicado entre los pianistas europeos más importantes del momento, es uno de los mayores especialistas en la música francesa para teclado. Su repertorio abarca desde el Barroco de Rameau y Couperin hasta Debussy, Ravel y la creación actual.
En Mare marginis Lazkano ha querido reflejar ‘un mar sin agua, que es también el lugar de un límite, el que demarca lo visible de lo invisible de la luna’. Esta obra surge de su amistad con Tharaud, con quien ha compartido todo el proceso creativo de la escritura de esta partitura protagonizada por el piano, instrumento con el que el compositor asegura tener un afecto sonoro y físico.
La Quinta de Mahler
Por otra parte, Treviño se ha labrado el renombre de ser un gran director mahleriano. De hecho, no está lejos de completar la integral de sinfonías de Mahler con Euskadiko Orkestra. Ahora es el turno de la Quinta, que comienza con uno de los solos de trompeta más célebres y sigue con su famoso Adagietto como segundo movimiento.
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