El Auditorio Nacional acogerá, el 4 de abril, el estreno en España de la ‘Pasión según San Juan’ de Penderecki, de la mano de las formaciones de la ORCAM y Marzena Diakun
El próximo 4 de abril, Lunes Santo, la Orquesta y el Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM) interpretará, en su próximo programa sinfónico, la Pasión según San Juan del polaco Krzysztof Penderecki. Bajo la batuta de Marzena Diakun también estarán las Jóvenes Cantoras de la ORCAM y el Coro de la Radio Polaca.
Además, la obra contará con cuatro solistas: la soprano Olga Pasiecznik, el barítono Mariusz Godlewski, el bajo Lukasz Jakobski y el recitador Krysztof Gosztyla. Todos ellos llevarán a cabo el estreno en España de esta gran obra, en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional. Las entradas se pueden adquirir en los canales principales.
Penderecki y su Pasión según San Juan
El nombre de Krzysztof Penderecki es prácticamente un sinónimo de la vanguardia europea. Casi todos los libros de historia de la música recogen hoy su Treno a las víctimas de Hiroshima, una composición que lleva a los instrumentos de cuerda a límites hasta ese momento desconocidos.
Tanto es así, que el compositor tuvo que inventar una notación para expresar sus ideas. Pero para Penderecki, la innovación y la tradición siempre fueron de la mano. Su Pasión según San Lucas, compuesta en 1966, es una de las pruebas: una creación religiosa, escrita en el lenguaje de la vanguardia, que aúna tradición y novedad.
Penderecki estuvo fuertemente influenciado por las Pasiones de Bach, a quien rinde homenaje utilizando el motivo B-A-C-H a lo largo de la composición. Sin embargo, a diferencia del lenguaje emocional del alemán, la expresión musical del músico polaco podría describirse como más intelectual.
Su obra no solo representa el sufrimiento y la muerte de Cristo, sino que también pretende ser una expresión de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. ‘No me importa cómo la crítica calificará la Pasión, si es tradicional o vanguardista. Para mí, es simplemente auténtica. Y esto me basta’, confesaba Penderecki.
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