La Fundación SGAE fue creada por la Sociedad General de Autores y Editores en 1997, explicitando así el compromiso de la SGAE de ser un agente activo en el sector cultural y en el conjunto de la sociedad española. Tras más de veinticinco años de andadura, son cientos las actividades que se han organizando bajo su respaldo, que hoy se ha convertido en garantía de éxito en nuestro sector cultural
Por Susana Castro
Hace casi cuatro años asumiste la Presidencia de la Fundación SGAE. ¿Qué supuso para ti acceder a un puesto de tanta relevancia en el sector cultural?
Por una parte, significó un giro de timón en mi trayectoria personal dentro de los órganos de gobierno de SGAE. Hasta ese momento, mi atención se había centrado en los problemas que afectaban a la música, y más en particular al colectivo sinfónico que es al que represento en la Junta Directiva. Pero la Fundación SGAE trabaja con y para todos los socios y socias que la conforman: dramaturgos/as, cineastas, guionistas, coreógrafos y coreógrafas, editores… A lo largo de estos casi cuatro años he tenido el privilegio de conocer sus diferentes entornos a través de sus proyectos, me han contado sus inquietudes, he participado en mesas redondas, en presentaciones, en festivales… Todo ello ha ampliado enormemente la visión que tenía sobre esas manifestaciones artísticas. Y también, claro está, he podido contactar con la mayoría de las instituciones del ámbito de la cultura obteniendo una imagen de primera mano del funcionamiento del sector, otra experiencia interesantísima.
¿Cuál es tu balance de estos primeros años de gestión?
Mi modesta aportación al devenir de la Fundación SGAE ha consistido, sobre todo, en facilitar las relaciones entre ella y su fundadora, la Sociedad General de Autores y Editores. Independientemente de esa labor de carácter más bien político, en estos años críticos por el impacto de la pandemia, mi trabajo y el de todo el equipo de la Fundación se ha volcado en mantener sus actividades de apoyo a los creadores y creadoras, compaginándolas con las ayudas urgentes que han sido fundamentales para la supervivencia del sector, así como poner en marcha planes para la internacionalización de su repertorio, la creación de alianzas con compañeros de viaje estratégicos. También han sido años intensos en la creación de políticas y la publicación de estudios e informes para alcanzar la igualdad de oportunidades y de género.
¿En qué situación se encuentra la entidad una vez dejada atrás la pandemia por la COVID-19?
Los años de la pandemia han significado un descenso considerable de la actividad cultural y, aunque ya vamos dejándolos atrás, todavía tienen repercusión en ciertos sectores a los que les sigue costando recuperar sus cifras anteriores. Pero en términos generales estamos volviendo lentamente a los resultados económicos previos al confinamiento, así que el panorama en ese sentido es esperanzador.
Hace unos pocos meses presentabais el Anuario SGAE 2023 de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales. En el campo de la música clásica, ¿qué conclusiones habéis extraído de esa recopilación de datos?
La principal conclusión es que se debe seguir haciendo un esfuerzo para recordar que la asistencia a conciertos es una actividad segura desde el punto de vista sanitario. En estos años se está recuperando la asistencia, pero a un ritmo aún débil. Todavía no se han alcanzado los datos prepandémicos, por lo que consideramos fundamental que tanto las instituciones públicas como los agentes privados hagamos un importante esfuerzo para volver a atraer a la ciudadanía a las salas de conciertos.
¿Cuáles han sido los proyectos más destacados que habéis llevado a cabo durante tu presidencia en el ámbito de la música clásica?
En estos años, difíciles desde un punto de vista presupuestario, ha resultado importante mantener los proyectos principales. Así, seguimos con el Premio Jóvenes Compositores Fundación SGAE – CNDM, que ya va por su 35.ª edición, y con el Premio SGAE de Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria, que alcanza en este año su 19.ª edición. Son dos proyectos que abordan, por un lado, el apoyo a jóvenes creadores en el campo contemporáneo y, por otro, reconocen el legado de una larga trayectoria en el campo compositivo. Además de estos proyectos, en los últimos años hemos puesto en marcha diferentes acciones, entre ellas, jornadas para conocer con profundidad el estado del sector de la mano de la Asociación Madrileña de Compositores (AMCC), presencia en ferias internacionales y una línea de ayudas para que nuestros y nuestras compositoras puedan acudir al extranjero a presenciar sus estrenos o participar en ferias. También este año recuperamos las becas integrales para completar estudios en el extranjero, una línea que tuvimos que desactivar por los ajustes presupuestarios de los últimos años y que recuperar este año nos llena de alegría porque es muy aplaudida por nuestros creadores.
No quiero olvidarme tampoco de proyectos de mayor envergadura como ‘Concierto & Proyección’, con el que conseguimos, en el marco del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, un espacio para poder exhibir las bandas sonoras de nuestro cine y también la puesta en marcha de ciclos dedicados a la autoría femenina (‘Hoy, compositoras’) y estudios (‘¿Dónde están las mujeres en la música sinfónica?’), un campo complicado en el que necesitamos avanzar muchísimo todavía para alcanzar condiciones de plena igualdad.
¿En qué proyectos a futuro estáis trabajando en este momento?
Una de nuestras prioridades es la internacionalización del repertorio clásico-contemporáneo. En este sentido, estamos probando diferentes acciones a pequeña escala, como el encuentro profesional de editores en el marco del festival internacional Musika·Música de Bilbao. Centrados en la transformación digital, también estamos dando ayudas para digitalizar los repertorios de los editores. En el campo de la formación, este año colaboramos con Intercentros Melómano, creando un nuevo premio de composición.
El Intercentros Melómano – Premio de Composición Fundación SGAE será presentado en este mes de abril, organizado por la Fundación Orfeo, y contando también con la colaboración de UNIR y de esta revista. ¿Qué es lo que os ha llamado la atención de este certamen para decidiros a apoyarlo?
Otra de las líneas prioritarias es contribuir al desarrollo del talento creativo. Y justo ahí es donde encaja esta colaboración con Intercentros Melómano. Poner en marcha dentro de una iniciativa con tanta trayectoria y repercusión un premio específico para incentivar la composición nos pareció algo muy relevante, muy útil para animar a la juventud a comenzar su trabajo compositivo. Estamos seguros de que el Intercentros Melómano – Premio de Composición Fundación SGAE resultará muy útil para toda la comunidad educativa y artística.
En la Fundación SGAE realizáis una importante labor social y asistencial. ¿Qué tipo de proyectos tenéis en marcha en esta línea de trabajo?
Efectivamente, desde la Fundación SGAE se hace un trabajo muy importante de acción social y asistencial. Tenemos unas líneas de apoyo para aquellos creadores y creadoras que están pasando por una situación delicada o que han sido expulsados del sistema laboral, etc. Así, además de fondos asistenciales, desarrollamos una serie de actividades en colaboración con otras instituciones (centros sociales, penitenciarios, hospitales, etc.) llamado ‘SGAE Actúa’, en las que participan algunas de estas personas impulsando así su vuelta a la práctica profesional. Por otro lado, este año comenzamos a nivel estatal el proyecto ‘Barraca XXI’, un conjunto de siete escuelas sociales en diferentes ciudades españolas para, a través de la música y la cultura, facilitar la integración y el desarrollo laborar de niños, jóvenes y otros colectivos en riesgo de exclusión social.
Asimismo, ofrecéis gran cantidad de actividades formativas a lo largo del año. ¿Cuáles son las próximas convocatorias que pueden interesar a nuestros lectores y lectoras?
Justo estamos cerrando la programación, pero además de la línea de trabajo ‘Historia de una creación’, en la que creadores y creadoras ofrecen un análisis de una obra importante de reciente creación, estamos poniendo en marcha acciones formativas para la composición de música para el audiovisual, en colaboración con la asociación Musimagen y tenemos diversos cursos centrados en la creación de música para cine que todos los años tienen una gran acogida. También desarrollamos durante muchos años unos talleres dirigidos por Luis de Pablo hasta su triste desaparición que tenían una respuesta muy positiva del alumnado.
¿Qué nuevos objetivos te has marcado como presidente de la Fundación SGAE a medio plazo?
Estamos alcanzando el final de estos cuatro años de legislatura. En el último trimestre de este 2024 tendremos elecciones y tanto la Presidencia de la Fundación como la de la propia SGAE serán el resultado de lo que reflejen esos comicios; habrá que esperar a que se conforme una nueva Junta Directiva para planificar la línea de trabajo de la Fundación, aunque estoy seguro de que no diferirá en lo esencial de la que se ha llevado a cabo en estos años, independientemente de quién esté al frente.
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