Desde su fundación en el año 2014, el sello Eudora Records, fundado por Gonzalo Noqué, ha publicado más de veinticinco álbumes de algunos de los músicos españoles más relevantes del panorama actual. Cuidadas grabaciones con materiales de primer nivel en salas de acústica impecable, gran atención al diseño y una selección de proyectos mimada al detalle hacen de este sello una apuesta segura para los músicos clásicos españoles.
Por Susana Castro
¿Cómo surge la idea de fundar, en 2014, el sello Eudora Records?
Es una idea que en realidad surgió de mi mujer. Estábamos conduciendo y tuvo la idea durante el viaje, recuerdo claramente la situación. Inmediatamente nos pareció hasta lógico por la cantidad de colegas músicos extraordinarios que conocíamos.
Mi amigo Ricardo Gallén, que fue mi profesor y a quien considero uno de los mejores guitarristas que conozco, decidió embarcarse en el que sería el primer disco del sello, algo por lo que le estoy muy agradecido; me resulta difícil imaginar un mejor primer lanzamiento para el sello.
¿Cuál es la filosofía de trabajo de vuestro sello? ¿Cuál dirías que es vuestro elemento diferencial con respecto a otros sellos discográficos españoles?
Me gusta pensar en cada disco como una creación única de la que somos partícipes junto a los músicos, desde las sesiones de grabación hasta el producto final. En gran medida es por eso que solamente publicamos unos pocos discos al año, rara vez más de seis.
Tengo una idea muy clara del tipo de sonido que busco en las grabaciones, y ese es tal vez el elemento diferenciador de nuestras grabaciones: creo que no es posible conseguir una grabación realmente buena grabando en una acústica mediocre, así que solo me embarco en aquellos proyectos en los que creo que será posible conseguir ese sonido que tengo en la cabeza.
Considero que el resultado sonoro de una grabación es una combinación de acústica, selección de los mejores micrófonos y la colocación óptima de ellos, así que estos tres elementos para mí siempre son mi ‘piedra de toque’.
Grabamos en un formato poco habitual que en mi opinión representa la calidad más elevada que la grabación digital es capaz de ofrecer hoy en día: el DSD. Además, lanzamos todos los proyectos en SACD, un formato físico que junto a una capa en calidad de CD estándar, contiene otra capa para reproductores específicos con la música en calidad DSD, tanto en estéreo como en multicanal.
¿En qué tipo de música está especializado Eudora? ¿Cómo se seleccionan los proyectos que pasan a formar parte de vuestro catálogo?
No diría que estemos especializados en ningún tipo de música en concreto, egoístamente sí que diría que buscamos grabar solo aquellos proyectos que querríamos escuchar una vez terminados. Como comentaba, la acústica es primordial a la hora de seguir adelante con un proyecto, así que esos dos elementos son esenciales a la hora de decidir, junto a la calidad de los músicos, evidentemente.
¿Cuál es vuestro sistema de trabajo? ¿Cómo se organizan las tareas de grabación, mezcla y masterización con los artistas?
Yo me encargo de la labor de producción y de las sesiones de grabación. Prácticamente todas las grabaciones se hacen en tres días consecutivos. Siendo músico y con la experiencia de muchas grabaciones, tengo claro que lo mejor durante esas sesiones de grabación, una vez encontrada la toma de sonido, es permitir que el ‘libre albedrío’ de los músicos sea el motor que haga funcionar las sesiones, así que como productor nunca intento que toquen de manera diferente a como lo hacen habitualmente, o que su interpretación refleje como yo querría que sonara esa música, sino que ‘simplemente’ me aseguro de que su mensaje y su idea lleguen de la manera más refinada o idealizada posible. Me aseguro de que haya material suficiente como para que una vez editado, el resultado refleje eso que intentan transmitir, pero de la manera más elevada que tanto ellos como yo seamos capaces de crear.
El trabajo de edición es la parte más laboriosa y que claramente representa la mayor parte de tiempo del proyecto, desde luego nunca menos de un mes, ya que supone escuchar todo el material grabado y seleccionarlo de tal manera que el resultado sea el mejor posible; generalmente soy yo el que lo realiza, pero en algunos casos los propios músicos quieren encargarse de ello y yo trabajo en la edición a partir de su selección de tomas.
En cuanto a la masterización, soy de la opinión de que la música clásica necesita como mucho un trabajo absolutamente mínimo de posproducción si ha sido grabado en una buena acústica, con buenos micrófonos y bien colocados; lo habitual es que para cuando la edición esté terminada haya pasado tantas horas trabajando en esa grabación que ya sé qué necesito hacer en cuanto a masterización, así que lo que reciben los músicos para escuchar en ese punto representa lo que considero que ya es lo mejor que puedo hacer.
Hasta la fecha, ¿qué artistas han confiado en vosotros? ¿Hay algún disco del que estéis especialmente orgullosos?
Para mí sería muy difícil escoger algún disco en concreto, pero tengo que reconocer que las grabaciones de piano ocupan un lugar especial para mí. Siento una conexión especial con el instrumento y su repertorio, y además hemos tenido la suerte de poder grabar muchos de ellos en una acústica tan extraordinaria como la de la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza, así que estoy especialmente orgulloso de las grabaciones de piano que hemos publicado.
Lo más gratificante de todos estos años grabando es, sin duda, que hemos tenido la oportunidad de trabajar con músicos extraordinarios, y muchos de ellos personas maravillosas, así que muchos de estos proyectos han supuesto para mí experiencias musicales y humanas muy valiosas: trabajar con gente como Josep Colom, Javier Laso, Noelia Rodiles, Aitzol Iturriagagoitia, Enrique Bagaría, David Apellániz, Joaquín Riquelme o Fernando Arias, por ejemplo, me ha hecho sentirme muy afortunado profesional y personalmente.
¿Cuáles son los lanzamientos previstos para la temporada 2021-22?
Este año ya hemos publicado cuatro discos de los que estamos especialmente orgullosos: un recital de viola y piano con Joaquín Riquelme y Enrique Bagaría, la ‘Música callada’ de Mompou con Josep Colom, un disco en torno a Schubert y Schumann con Javier Laso y acabamos de lanzar ‘Ad Illam’, un recital de Susana Gómez con obras compuestas por o para mujeres.
Antes de que termine el año publicaremos dos discos fantásticos: uno con las dos sonatas para clarinete y piano de Brahms, junto a obras de Robert y Clara Schumann (con Ona Cardona y Josep Colom), y un recital con obras de Dohnányi, Janacek y Shostakóvich para violonchelo y piano, con Fernando Arias y Noelia Rodiles.
En la primera mitad de 2022 publicaremos un disco con tríos con piano de Shostakóvich y Chaikovski (con el Trío Arriaga); un álbum con las sonatas para violín y clave de Bach, con Andoni Mercero y Alfonso Sebastián; un recital de guitarra de Bach de Pedro Mateo González; y un disco de violonchelo y piano, con Lorenzo Meseguer y Mario Mora, con obras para violonchelo y piano de Felix y Fanny Mendelssohn, Clara Schumann y Gustav Jenner.
Damián dice
Muy interesante entrevista con el fundador de un sello discográfico, que en lo poco que he oído de ellos, ofrece una calidad extraordinaria y que creo que consigue abrirse paso más allá de España. Espero que este camino le siga dando éxito y se amplíe.
Me he quedado con las ganas de conocer cómo es posible que en el mundo de la discografía tan agitado y cambiante, una idea como la suya salga adelante y en un mercado que yo creo que no es muy potente como el español.
También su opinión como músico, productor y supongo que aficionado a la escucha de música «enlatada» que opina de la reproducción de un SACD frente a la del DSD desde un ordenador o servidor más DAC y si vende más discos que descargas digitales y como ve el futuro del sector, especialmente el de los sellos pequeños y de calidad, y el streaming y …. y …. y….
En fin, que espero que pronto le hagan otra entrevista.