El violonchelista Gabriel Ureña acaba de lanzar al mercado su primer álbum de estudio, ‘Cello & Piano Works‘ con obras de Shostakóvich, Prokófiev y Rajmáminov. Le acompaña en esta aventura el pianista Patxi Aizpiri.
Por Susana Castro
Recientemente has presentado tu primer disco junto al pianista Patxi Aizpiri, ¿qué obras podremos encontrar en él?
He querido que en mi primer disco estuviesen dos de las obras que más me han acompañado estos últimos años, las sonatas de Prokófiev y Shostakóvich. Son obras muy contrastantes y cada una tiene un lenguaje específico. También como propina, después de las dos sonatas, podemos encontrar Vocalise, de Rajmáninov, una pieza que me encanta y que encaja muy bien con las dos sonatas.
¿De dónde surge la idea de grabar este disco? ¿Con qué sello discográfico se realiza el lanzamiento?
La idea de grabar este disco surge hace un par años, después de una gira de conciertos que tuvimos con este repertorio. A los dos nos gustan mucho estas sonatas y, después de haberlas trabajado a lo largo de los años y haberlas tocado en numerosos conciertos, decidimos comenzar este proyecto.
Hemos tenido la suerte de grabar con ARIA Classics, un sello nuevo, pero que empieza a sonar con fuerza en el mercado por su calidad en el sonido y profesionalidad en el trabajo.
A su productor musical, Fernando Arias, lo conozco desde hace muchos años y tiene una gran experiencia después de haber realizado numerosas grabaciones para sellos como Naxos, Warner Classics, Sony, etc.
¿Qué relación tienes con las obras presentes en el disco?
Tanto las sonatas de Prokófiev y Shostakóvich como Vocalise de Rajmáninov han estado muy presentes a lo largo de mi carrera. Comencé a estudiar estas obras cuando tenía 17 años con mi profesor, Alexander Osokin, y más adelante, en Viena, con Natalia Gutman.
Ambos me dieron su visión de las obras y, tras varios años interpretándolas en diferentes países y con distintos pianistas, logré encontrar mi propia versión.
Por suerte, los violonchelistas tenemos un gran repertorio, y tanto Prokófiev como Shostakóvich, además de sus sonatas, escribieron dos conciertos cada uno para chelo y orquesta que también están dentro de mi repertorio y en los que me siento muy cómodo.
¿Suele acompañarte Patxi Aizpiri en tus recitales de cámara?
Generalmente sí. Patxi y yo nos conocemos desde hace más de diez años. Fue mi profesor de repertorio en el Conservatorio de Oviedo, y desde el primer momento nos entendimos a la perfección.
Durante estos años hemos ofrecido muchos conciertos como dúo y siempre que la agenda nos lo permite hacemos música juntos. Es un gran pianista y amigo con el que es muy fácil trabajar.
¿Vas a presentar el disco en concierto próximamente?
Estaba previsto para este verano, pero con la crisis del coronavirus que hemos vivido, muchas cosas se han pospuesto.
Entre tus compromisos para la temporada 2019-20 destacaba tu debut en junio con la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, bajo la batuta de Olivier Grangean, ¿será posible recuperar esta cita tan importante?
Este concierto me hace especial ilusión ya que será mi debut en Latinoamérica. Finalmente se llevará a cabo la temporada que viene e interpretaré el Concierto de Dvorák.
El Teatro Colón de Bogotá es una maravilla y, por lo que me han comentado algunos compañeros de profesión, con una acústica muy buena.
Asimismo, destaca también la próxima temporada tu concierto con la Orquesta Filarmónica de Málaga, dirigida por José Luis López Antón, ¿qué obra vais a interpretar?
En esta ocasión escogí el Concierto de Lalo, muy poco programado en las temporadas. Es un concierto fantástico y muy completo, con gran importancia de la orquesta.
Será en el Teatro Cervantes de Málaga, donde he tenido la suerte de tocar varias veces, una ciudad que me hace sentirme como en casa, ideal para debutar este concierto.
¿Qué otros compromisos tienes pendientes para la temporada que viene?
Además de los mencionados, estaré en el festival de Málaga Clásica, ofreceré recitales con piano y también de chelo solo y realizaré mi debut en Venezuela con el Concierto de Shostakóvich.
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