Por Susana Castro
Recientemente ha salido al mercado tu nuevo álbum, ‘Embrujo’. ¿Qué ha motivado la grabación de este trabajo?
La principal motivación para grabar este trabajo ha sido el hecho de poder recuperar el repertorio para piano del maestro Enrique Escudé Cofiner (1909-1996). La familia de dicho compositor contactó conmigo con el proyecto de grabar una selección de obras de Enrique. Cuando llegó el repertorio a mis manos —y a mis oídos— fue amor a primera vista. Descubrí una música maravillosa, de estilo arraigado en el flamenco, con influencias de la música impresionista y con regusto a música popular del momento. Me fascinó. Descubrir que esa obra nunca había sido grabada en condiciones me motivó a entrar en el proyecto de grabar, editar las partituras y difundir la obra del maestro Escudé Cofiner.
¿De dónde nace tu interés por la figura de Enrique Escudé Cofiner?
Mi interés nace principalmente de la conexión que siento con el tipo de músico que fue Enrique: un músico que cabalga entre estilos, que escribe música para salas de conciertos, como la que hemos grabado en Embrujo, así como música ligera, siendo el compositor de la versionada Me gusta mi novio/a. Enrique Escudé es una referencia para mí como músico y compositor: alguien que es capaz de moverse en circuitos del espectáculo tan distintos e intentar ser lo mejor de sí mismo esté donde esté.
El proyecto ha sido impulsado por Isabel Escudé, la hija del compositor. ¿Cómo ha sido trabajar con alguien tan cercano al músico que engendró estas obras?
En las ocasiones en las que interpreto música de compositores vivos, poder conocer al compositor me ayuda a apreciar rincones de la música a los que como intérprete quizá no me aventuraría a entrar. Las fructíferas conversaciones con Isabel me han acercado a su padre hasta el punto de tener la sensación de conocerle. Las anécdotas, las vivencias y el legado de Enrique que Isabel me ha transmitido me han ayudado a conectar todavía más con el compositor.
El sueño de todo intérprete siempre es poder hablar con el compositor a través de su obra, y en este caso excepcional, gracias a Isabel, he podido conversar con él. Enrique Escudé Cofiner era un compositor que disfrutaba improvisando al piano y creando versiones de sus propias canciones. Gracias a este testimonio, que compartió conmigo Isabel, decidí aventurarme a versionar las canciones Poncho y Pasión Tango, así como dejar grabada una creación mía dedicada a su padre, que las hubiera disfrutado así.
¿Qué tipo de obras se van a encontrar el público en este disco? ¿Cómo definirías el estilo de Escudé?
En el disco el público encontrará las tres facetas del compositor. Por un lado, las Estampas gitanas son obras de fuerza y pasión descomunales, influenciadas directamente por el flamenco de su padre, Sisquet, guitarrista gitano de Valls. Por otro lado, una pequeña muestra del folclore catalán, con una bella sardana compuesta al estilo de su maestro, Enric Morera, pero con el toque personal en las melodías de Enrique Escudé. Finalmente, la tercera faceta, es la que está conectada a la música popular y de salón, como los temas Poncho, Pasión Tango y los dos intermezzi.
¿Habrá ocasión de escuchar este repertorio en directo? ¿Incluirás alguna de estas obras en los conciertos que realices próximamente?
Mi próximo proyecto a piano solo, Free Piano, incluirá algunas de las obras del maestro Cofiner. Este proyecto, si todo va bien, lo estrenaré en mayo y viajará por distintas ciudades españolas y a Stuttgart en abril. Allí haré un recorrido de la música para piano, con un diálogo entre Johann Sebastian Bach y F. Mendelssohn (Fanny y Felix) y un diálogo entre Granados, Falla y Escudé Cofiner, así como obras de creación propia.
También ha visto la luz recientemente un disco junto al pianista Marco Mezquida, Les set fulles del faig, publicado con el sello discográfico Seed Music. En la revista Melómano de noviembre de 2019 publicamos una reseña del mismo que, entre otras cosas, decía: ‘El álbum es toda una sorpresa para el oyente, un ejercicio de creatividad brillante de los intérpretes, y supone un ejemplo perfecto de la escena musical catalana actual, que mira al futuro con voz propia y rompiendo estereotipos, formándose en la tradición, pero con la idea de encontrar su propio camino’. ¿Estás de acuerdo con esta apreciación? Aun siendo tan joven, ¿sientes que has encontrado tu propio camino?
Parafraseando a Machado: Caminante, son tus huellas / el camino y nada más; / Caminante, no hay camino, / se hace camino al andar.
No es una cuestión de edad, este y todos los caminos que recorra son mi propio camino. Embrujo y Les set fulles del faig son proyectos muy distintos entre sí pero forman parte de un mismo camino, el mío. Y lo que falta por andar…
Estoy totalmente de acuerdo con la reseña de Melómano. ¿Qué hacemos los artistas si no es romper estereotipos, desde el respeto al pasado y al presente? Es exactamente eso.
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