Por Susana Castro
Próximamente llegará al mercado tu último álbum, ‘Horos’, interpretado íntegramente con un acordeón mesotónico. ¿Qué particularidades tiene este instrumento? ¿Es este el primer disco grabado con él?
Anteriormente grabé ‘Ancient Doors’ con otro acordeón mesotónico, pero ‘Horos’ es el primero que grabo con el acordeón mesotónico que utilizo en la actualidad. Es más completo, y me permite interpretar un mayor número de obras con más detalle. En este sentido, he tenido la gran suerte de colaborar con la firma más prestigiosa de acordeones, Pigini, para su fabricación, y el trabajo de Javier Alberdi, que ha adecuado todo el material de fábrica a mis necesidades.
En este acordeón sucede que prácticamente toda la tesitura lleva temperamento mesotónico, pero hay una parte en la que, por razones propias de la construcción del acordeón, no se pudo cambiar y mantiene el temperamento común de hoy en día (el temperamento igual). De este modo, y casi por casualidad, me he encontrado con algo impresionante: un instrumento que puede sonar en dos afinaciones distintas al mismo tiempo y que compositores como Juan José Eslava y Johannes X. Schachtner han sabido aprovechar muy bien. Además, cuando suena enteramente con el temperamento mesotónico, nos traslada al Renacimiento y se pueden escuchar muchos detalles, tensiones y emociones que le dan todo el sentido a la música de aquella época añadiendo las posibilidades del acordeón.
¿Qué obras podremos encontrar en este disco? ¿Te han acompañado otros intérpretes?
En el disco se pueden escuchar obras de estilos y formaciones muy diferentes. Me siento muy afortunado de haber contado con la flautista Anna Margules, con la que hemos hecho unas versiones de la Pavana de Antonio de Cabezón y Lo Ballo dell’Intorcia de Antonio Valente que transmiten mucha belleza. Quedamos tan satisfechos que desde entonces hemos comenzado a tocar en dúo y ambos estamos muy contentos con las posibilidades que ofrece la formación y la respuesta del público. Y es que al unir el acordeón mesotónico con otros instrumentos de época toma un significado muy diferente a lo que estamos acostumbrados. En este punto me incluyo, porque cada día ensayando descubro algo nuevo, ¡es apasionante!
Hay otras grabaciones como la de Regina Caeli de Tomás Luis de Victoria con Tetraphilla Ensemble en la que el acordeón recuerda a trompetas, flautas o incluso violas de gamba. Se trata de una obra originalmente escrita para ocho cantantes que hemos adaptado a cuatro cantantes y acordeón. Los cantantes de Tetraphilla Ensemble han hecho un trabajo excepcional y hemos logrado un resultado que estoy seguro de que gustará a mucha gente. Con una de esas cantantes, Elena Ruiz, también he grabado Llama de amor viva de Jesús Torres. Torres ha quedado muy contento con nuestra grabación y me dijo que la grabación era una pasada por la belleza que transmitía y la expresión.
El resto del disco está formado por danzas que he adaptado para acordeón de los siglos XVI-XVII y dos obras escritas originalmente para este instrumento: Sin Horizonte de Juan José Eslava y Al pasar la calle del compositor alemán Johannes X. Schachtner. Sin Horizonte fue la primera obra que encargué para este acordeón, la financié yo mismo y Eslava trabajó sobre ella de un modo que jamás olvidaré. Se construyó un acordeón mesotónico digital con sonidos que le había mandado de mi acordeón para poder probar ideas y se involucró en el proyecto de manera personal, hicimos muchos ensayos y aprendí mucho de esta experiencia, siempre le estaré muy agradecido. Desde que la estrené en 2017 en la Fundación Juan March cada vez que la interpreto me deja en otro mundo, es como si la obra naciese cada vez que la escucha el público, tiene mucha influencia de la escultura y la pintura y cuando la interpreté hace unas semanas en Munich tuvo un gran éxito.
Al pasar la calle fue escrita por el que es uno de los compositores alemanes con mayor proyección: Johannes X. Schachtner. Ya desde muy joven comenzó a publicar sus obras con una de las editoriales más importantes como es Sikorski y lo curioso es que cuando le encargas una obra no sabes qué es lo que te va a entregar porque se inspira en el intérprete para escribirla. Cuando fui a su casa en Alemania para colaborar con él toqué otras obras y se fijó en el tipo de expresión que usaba en el acordeón. Así escribió una obra muy melódica y expresiva en la que los motivos pasan de una afinación a otra y cada vez que la toco estoy muy cómodo, ¡es como si te hiciesen un traje a medida!
Una parte fundamental de ‘Horos’ es la acústica del edificio en el que se ha realizado la grabación del disco, Etopia, Centro de Arte y Tecnología de Zaragoza. ¿Cómo habéis ido seleccionado los espacios en los que grabar las distintas obras?
Las grabaciones del disco se han hecho dentro de la convocatoria César Sonido de Etopia. Como tiene obras tan diferentes y con combinaciones tan distintas me planteé que si quería conseguir la mejor grabación de cada obra no tenía sentido hacerlo en una única ubicación. Por eso me grabé con ayuda de Santiago Latorre y Nieves Arilla durante meses en distintos espacios del edificio Etopia para buscar la acústica que se adecuase mejor a cada obra. Desde los auditorios, pasillos, zonas colindantes al aparcamiento… cualquier lugar puede sorprender por su acústica. Fue un trabajo que llevó mucho tiempo pero siento mucho aprecio por cada una de las obras que se incluyen en el disco y sentí que debía hacerlo. Posteriormente hice las grabaciones con Mariano García y el mastering con Javier Monteverde.
‘Horos’ significa ‘fronteras’ en griego, ¿de qué fronteras hablas en este disco?
Principalmente hace referencia a los dos temperamentos y afinaciones que se usan y cómo se unen en el acordeón mesotónico. Es un concepto muy bonito, el de unir dos mundos diferentes a través de un único instrumento. Además se unen dos épocas como la del Renacimiento y la actual en un lenguaje que resulta muy atractivo. También está la búsqueda de límites como fronteras dentro del propio sonido del acordeón y los distintos espacios del edificio en el que ha sido grabado.
Es sabido que estás muy comprometido con la música de nueva creación, has trabajado con algunos de los más importantes compositores de nuestros días. En este sentido, ¿estás inmerso en algún proyecto de estas características ahora mismo?
Por desgracia la Covid-19 ha impedido recientemente un estreno de José Manuel López-López en el que iba a colaborar con la ONE. Es una obra muy interesante y espero que se vuelva a programar porque para el desarrollo musical y social es muy importante que se programen estrenos y los intérpretes colaboremos con compositores. También pienso que cada intérprete debe involucrarse mucho en cada obra que estrena, hay que trabajarlas el tiempo que haga falta hasta que compositor, intérprete y oyente estén satisfechos y valoren el esfuerzo humano y artístico que hay detrás.
El acordeón poco a poco se va haciendo un hueco en las salas de concierto, a pesar de que hay zonas de España en las que todavía es un instrumento poco conocido en este registro más ‘serio’ (podríamos añadir aquí muchas comillas). ¿Sientes que cada vez el público conoce más las posibilidades del acordeón y las aprecia mejor?
Sí, el público es siempre nuestro mejor aliado porque es un instrumento que gusta y sorprende. Es diferente y, por suerte, son muchos los programadores que después de incluirlo repiten. También veo que muchos músicos muy buenos están deseando tocar con acordeón y ello habla muy bien del instrumento y sus intérpretes.
¿Cuáles serán tus próximos compromisos? ¿Integras el acordeón mesotónico en tus programas de concierto?
Siempre que puedo me gusta incluirlo, aunque a veces no es posible porque hay repertorio que no encaja con el temperamento mesotónico. Próximamente tengo compromisos en Lille, Madrid, Gdansk, Parma, etc., y estoy trabajando en un nuevo proyecto que organizará la Sociedad Filarmónica de Zaragoza en 2021.
Isabel dice
Excelente
Daniel Rodríguez Meiriño dice
Hola. Ander.
Brillante trabajo.
En la entrevista. Queda bastante clara. Muchos sentimientos encontrados para obtener el equilibrio que buscan los buenos interpretes.
Mi más sincera enhorabuena.