La violista Alicia Calabuig y el pianista Jorge Blasco se unen en el álbum ‘Hans Sitt: Viola and Piano Works’, publicado con el sello Eudora, para ofrecer una grabación de referencia de algunas de las obras más relevantes del compositor checo Hans Sitt, profesor en el Conservatorio de Leipzig.
Por Alicia Población
¿Por qué escogisteis la figura de Hans Sitt para grabar este disco?
Alicia: Hans Sitt es un compositor bastante conocido para los violistas, tanto por sus estudios como por obras como el Konzertstück opus 46 o las Albumblätter opus 39. Hace unos años estuve buscando obras para ampliar el repertorio habitual de mis clases, e investigando sobre Sitt descubrí numerosas piezas para viola y piano que no conocía. Lo que no encontré fueron grabaciones de la mayoría, y las pocas que había no me resultaron satisfactorias, por lo que pensé que hacer una grabación de ellas sería un proyecto interesante.
¿Por qué decidís colaborar para llevar a cabo este proyecto?
Jorge: Nuestra colaboración viene de antes, ya que empezamos a tocar juntos hace más de seis años en un encuentro entre profesores de varios conservatorios de la Comunidad de Madrid. Vimos que había sintonía en cómo sentíamos la música los dos y dijimos: ‘esto habrá que mantenerlo’. Así que en cuanto Alicia me lo propuso, no lo dudé ni un instante.
Alicia: Jorge es un gran pianista y para mí tocar con él me resulta increíblemente fácil porque consigue que pueda expresar lo mejor de mí siendo siempre respetuosos con la partitura. No tuve ninguna duda de que quería hacer con él este disco.
‘Hans Sitt: Viola and Piano Works’, publicado por Eudora, recoge obras para viola y piano que Sitt compuso principalmente entre 1891 y 1919, durante su etapa en Leipzig. ¿Por qué creéis que no se le ha dado la relevancia suficiente a Sitt?
Jorge: Hay que tener en cuenta que Wagner había muerto en 1883, Debussy termina su segundo libro de preludios en 1913, Schoenberg ya ha compuesto su opus 11 en 1909… Frente a toda esta efervescencia, Sitt propone un lenguaje conservador, probablemente condicionado por su pertenencia al Conservatorio de Leipzig; como resultado, sus obras nos remiten a una estética de cincuenta años antes. Seguro que esto no ayudó a su reconocimiento como compositor, pero sus obras denotan un dominio absoluto de los procesos compositivos y la instrumentación: sin ser pianista, su escritura para este instrumento es imaginativa y muy eficaz.
Las obras habían permanecido inéditas hasta este año. ¿Quién impulsa su edición? ¿Contasteis con apoyos musicológicos para sacar el disco?
Alicia: El disco sale por iniciativa nuestra. Como no había grabaciones de referencia, más allá de la que hizo en 2015 Tabea Zimmermann del Albumblätter opus 39, pensamos que sería una buena aportación para nuestros alumnos y para el mundo musical en general, ya que es música de mucha calidad. La investigación la realizamos nosotros mismos, con ayuda de David Santacecilia, autor del libreto del disco, y hay que decir que no fue fácil, ya que hay muy poca información disponible sobre Hans Sitt.
Jorge: Si incluso en el disco que mencionas de Zimmermann no aparece prácticamente nada sobre el autor, ¡y es una de las violas más reconocidas a nivel internacional! Esto nos da una idea de lo olvidado que está Hans Sitt.
Sitt transcribió numerosas obras, entre las que destaca la transcripción de la Novena de Beethoven para violín y piano. ¿Cómo lograba el compositor mantener la esencia de tan colosal obra con dos instrumentos? ¿Se perciben rasgos de esta grandiosidad en la música para salón que escribía?
Jorge: Esa es una faceta muy interesante de Hans Sitt, la de las transcripciones. Transcribió todas las sinfonías de Beethoven con una eficacia admirable, e hizo transcripciones de Mozart, Schubert, ¡y hasta de Wagner! Quizá habría que revisar la idea que tenemos de la oposición entre wagnerianos y brahmsianos, viendo que alguien como Sitt, profesor durante tanto tiempo en la institución centroeuropea más conservadora, también se acercó a Wagner. Respecto a la pregunta, yo creo que es al revés: el control que tiene Sitt de las posibilidades de la cuerda y su combinación con el piano es lo que le permite abordar la Novena con solvencia. Su música de salón no tiene esta vertiente grandiosa, pero sí que se nota en algunos momentos del opus 58 la influencia de Beethoven en el tratamiento del ritmo o de las armonías.
¿Qué función cumplía la música de Sitt en el contexto de comienzos del siglo XX ante una cultura centrada en el estilo wagneriano?
Alicia: Para mí esta música tiene dos facetas diferentes: por una parte, en una época en la que los grandes sinfonismos estaban ganando terreno y cada vez se componíanobras más largas y con mayor número de músicos en el escenario, Sitt sigue ofreciendo música de salón para un público reducido, e incluso para un grupo de amigos que quieren pasar una velada de lectura musical. Por otra parte, que Sitt fuese profesor de violín y viola en el Conservatorio de Leipzig (hoy en día Hochschule für Musik Felix Mendelssohn Bartholdy),nos hace pensar que también utilizaría estas obras como material didáctico; yo misma las programo para mis alumnos y dan mucho juego para trabajar aspectos expresivos.
Jorge: Escuchando su música queda claro que su concepción estética se enmarca en el bando antiwagneriano, en la órbita de la música brahmsiana, menos atrevida en su lenguaje. El hecho de trabajar en Leipzig seguro que tuvo influencia en sus obras, ya que es precisamente la ciudad que se convirtió en baluarte de defensa de la tradición germánica, por oposición a Bayreuth. Así, podemos apreciar un lenguaje que, más que innovar, afianza los logros conseguidos por la generación anterior; para Sitt, experimentar no es un objetivo, y los medios existentes son suficientes para componer la música que pretende hacer.
¿Cuáles son los contrastes más significativos entre las Fantasiestücke, Albumblätter, las Morceaux y la Gavotte and Mazurka recogidas en el álbum?
Jorge: Son obras con registros muy distintos, que muestran diversas facetas del mundo musical de Sitt. Las Fantasiestücke forman la obra de mayor envergadura del disco, casi al modo de una sonata tradicional en su duración y sucesión de tempi rápido-lento-rápido. Las Morceaux son más bien colecciones de obras que un ciclo cohesionado, y muestran un grado de profundidad excepcional. La Gavotte and Mazurka son piezas de salón desenfadadas, de escucha agradable, y en Albumblätter hallamos quizá el punto más inspirado de todos, seis miniaturas en las que Sitt cubre un rango de emociones muy amplio, con momentos para el humor, la pasión o la tragedia.
Alicia: A mí me fascina la capacidad que tiene Sitt para componer obras con emociones tan alejadas entre sí. En Fantasiestücke combina apasionamiento, lirismo, buen humor, y siempre de manera natural. Es más, en Albumblätter pasa de un entusiasmo contagioso en el núm. 4 a una gravedad desoladora en el núm. 5, y termina el ciclo con una tarantela, ¡cuya última frase anticipa la música de las películas clásicas de Disney!
¿De qué manera la música de Sitt y su interpretación y grabación, puede contribuir a la faceta pedagógica?
Alicia: Las obras de Sitt cumplen una función pedagógica muy relevante, ya que pueden servir de preparación para las sonatas de Brahms o el Märchenbilder de Schumann, más complejas a nivel técnico y musical. En este sentido son de gran valor para todo estudiante o profesor de viola, y con nuestra grabación queremos que ambos tengan una referencia de calidad, porque es una música sensacional que puede propiciar el crecimiento musical de los alumnos, y no debería ser olvidada.
¿Qué acogida creéis que tendrá este disco?
Jorge: Esperemos que muy buena, y no solo entre los estudiantes y profesionales de la viola, sino con el público general, porque es una música maravillosa. Las obras son deliciosas, grabamos en una de las salas con la mejor acústica que existen hoy en día, la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza, y el ingeniero de sonido y productor, Gonzalo Noqué de Eudora Records,es, sin dudarlo, el mejor que hay en España.
Alicia: ¡Y el diseño gráfico es elegantísimo! Hemos puesto todo nuestro esfuerzo y cariño en la interpretación, y creemos que es algo que se siente cuando tienes el disco en las manos y lo escuchas.
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