
El pasado 2 de febrero se cumplió el centenario del nacimiento de la soprano suiza Lisa Della Casa, una de las más grandes intérpretes de Mozart y Richard Strauss en la segunda mitad del siglo XX. Su nombre siempre estará asociado a la incomparable creación que realizó del personaje de Arabella, en la ópera homónima de Richard Strauss.
Por Diego Manuel García
Sus inicios
Lisa Della Casa nació en Burgdorf, pequeña localidad cerca de Berna, el 2 de febrero de 1919. Hija de Francesco Della Casa, médico suizo de origen italiano, muy aficionado a la música y al teatro, donde llegó a realizar montajes escénicos, introduciendo a su hija desde muy niña en el mundo teatral. La madre, Margaretta Mueller, era una alemana nacida en Baviera, también muy aficionada a la música. A los 12 años, Lisa Della Casa intervino en una obra teatral dirigida por su padre. En su adolescencia, llegó a representar a Julieta en Romeo y Julieta de Shakespeare y también en obras de Christopher Marlowe y George Bernard Shaw. Su formación teatral será muy importante en su futura carrera como cantante. Paralelamente, a partir de los 15 años, inició estudios de canto con Margarete Haeser, quien será su única profesora durante ocho años, primero en Berna y posteriormente en Zúrich. También se introdujo en mundo del cine con dos películas de bastante éxito: Fusilier Wipf en 1938 y Mir lond wir lugg de 1940, donde interpretaba una melodía tradicional suiza. Su debut como cantante de ópera se produjo en el teatro de Solothurn-Biel (Cantón de Berna) cerca de frontera con Francia, en 1941, como protagonista de Madama Butterfly.
Treinta años de intensa carrera
Después de su debut en Butterfly, la verdadera carrera de Lisa Della Casa se inicia al ser contratada en 1943 como miembro de la Ópera de Zúrich, donde intervendrá en diferentes roles: Annina de El caballero de la rosa de Richard Strauss, personajes de Mozart como La reina de la noche y Pamina de La flauta mágica, junto a Doña Elvira y Doña Anna de Don Giovanni y Dorabella de Così fan tutte, Gilda de Rigoletto, Nedda de Pagliacci, Mimi de La bohème, Cleopatra de Giulio Cesare de Haendel, Marie de La novia vendida de Smetana y Margarita de La condenación de Fausto de Berlioz. Todos estos roles cantados en alemán. Incluso llegó a interpretar el personaje de Clara, perteneciente a la ópera Porgy and Bess de George Gershwin, cantando el muy conocido ‘Summertime‘.
En 1946 interpretó el personaje de Zdenka en Arabella de Richard Strauss, junto a la Arabella de la famosa soprano rumana María Cebotari, quien quedó gratamente impresionada por su actuación, consiguiendo que la contratasen, sin audición previa, para interpretar de nuevo Zdenka en un montaje de Arabella en la edición de 1947 del Festival de Salzburgo, junto a grandes cantantes como María Reining (Arabella) y Hans Hotter (Mandrika), dirigidos por Karl Böhm. Su Zdenka causó sensación y ese mismo año fue contratada por la Ópera de Viena, donde debutará interpretando Nedda de Pagliacci y también Gilda de Rigoletto y Butterfly. Su relación con la Ópera de Viena será muy intensa hasta el final de su carrera.
En 1949 debutará en el Gran Teatro de Ginebra, con Pamina de La flauta mágica, también en el Teatro alla Scala de Milán y en el Palais Garnier de París con el personaje de Sophie de El caballero de la rosa, junto a la magnífica Mariscala de Maria Reining. En 1950, en la Ópera de Zúrich, interpretará por primera vez La condesa de Las bodas de Fígaro de Mozart junto a los papeles titulares de Arabella y Ariadne auf Naxos de Richard Straus; y, ese mismo año, en el Festival de Salzburgo, debutará en el papel de La condesa Madeleine de Capriccio de Richard Strauss.
En 1951 se produjo su debut en tierras británicas, interpretando en el Festival de Glyndebourne a La condesa de Las bodas de Fígaro. En 1952 debutará en el Festival de Bayreuth con una gran interpretación del personaje de Eva de Los maestros cantores de Núremberg de Richard Wagner, con dirección de Hans Knappertsbusch. Será su única aparición en Bayreuth, ya que no le agradaba el ambiente de ese festival. Su debut en el londinense Covent Garden tuvo lugar en 1953, interpretando Arabella, con la compañía de la Ópera de Múnich y la Orquesta de Radiodifusión Bávara dirigida por Rudolf Kempe.
En 1953 se producirá su debut en el Metropolitan de Nueva York, con La condesa de Las bodas de Fígaro. Su relación con ese teatro será muy intensa, ya que actuará en doce temporadas hasta 1967, interpretando todas sus grandes creaciones, incluyendo su debut en el papel de Elsa de Lohengrin, en 1958, con dirección de Thomas Schippers.
En 1955, en la Ópera de Viena, interpretó por primera el personaje de La mariscala de El caballero de la rosa de Richard Strauss. En 1956, debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires con Doña Elvira de Don Giovanni, junto a grandes cantantes: George London (Don Giovanni), Birgit Nilsson (Doña Anna) y Léopold Simoneau (Don Ottavio). Actuará por primera vez en la Ópera de San Francisco en 1958, interpretando Mimi de La bohème, en una serie de representaciones en conmemoración del centenario del nacimiento Giacomo Puccini, junto a Gianni Raimondi (Rodolfo) y Rolando Panerai (Marcello). En una de las funciones intervino como Rodolfo el famoso tenor sueco Jussi Björling, en lo que debió ser todo un espectáculo, escuchar las preciosas voces de Della Casa y Björling. Lástima que no exista ninguna toma en directo de aquel evento.
Su ruptura con el Festival de Salzburgo
Durante trece años, entre 1947 y 1960, el Festival de Salzburgo se convirtió en un enclave muy importante en la carrera de Lisa Della Casa, interpretando cuatro roles straussianos: La condesa Madelaine (debut) de Capriccio, en 1950, dirigida por Karl Böhm; Chrisothemis (debut) de Elektra, en 1957, con dirección del griego Dimitri Mitropoulos; Arabella, en 1958, con dirección de Joseph Keilberth; y Ariadna de Ariadne auf Naxos, dirigida por Karl Böhm, en 1954 y 1955. También interpretó dos de sus grandes creaciones mozartianas: Doña Elvira de Don Giovanni, en 1956, dirigida por Dimitri Mitropoulos y Pamina de La flauta mágica, en 1959, dirigida por Georg Czell. Por tanto, la relación de la soprano con el festival salzburgués era óptima.
El 26 de julio de 1960 se inauguraba la Gran Sala del Festival de Salzburgo con una nueva producción de El caballero de la rosa, dirigida por Herbert von Karajan al frente de la Filarmónica de Viena, y un gran reparto encabezado por Lisa Della Casa como La mariscala, junto a Jena Surinac en el papel de Octavian, Hilde Güeden como Sophie y Otto Edelman interpretando al Baron Och auf Lechernau. Tanto la soprano suiza como sus compañeros de reparto obtuvieron un gran éxito. A esta función inaugural siguieron otras cinco programadas los días 4, 6, 13, 18 y 28 de agosto, todas ellas con los mismos intérpretes, siendo sustituida Hilde Güeden por Anneliese Rothenberger; y, en la función del día 6, La mariscala fue interpretada por Elisabeth Schwarzkopf, la gran rival de Lisa Della Casa, en este y otros papeles. Paralelamente a estas representaciones, se filmó una película en color de esta producción, dirigida por el cineasta húngaro Paul Czinner. La dirección musical corría a cargo de Herbert von Karajan y La mariscala era interpretada por Elisabeth Schwarzkopf, junto al mismo grupo de cantantes. Parece ser que la sustitución de Lisa Della Casa en esta filmación fue una maniobra urdida por el poderoso Walter Legge, marido de Schwarkopf y máximo dirigente de la compañía discográfica EMI. Todo ello causó —con mucha razón— un profundo malestar en la soprano suiza, quien no volvería a cantar en Salzburgo.
Lisa Della Casa continuará su brillante carrera debutando en nuevos escenarios: Ópera de Chicago interpretando a Doña Elvira de Don Giovanni, volviendo al año siguiente con La condesa de Las bodas de Fígaro y también con el papel de Eurídice en Orfeo y Eurídice de Glück, cantado en italiano.
Durante los años 60 sus actuaciones se centrarán fundamentalmente en el Metropolitan y sobre todo en la Ópera de Viena, donde desde su debut, en 1947, llegó a participar en más de 350 representaciones, sobre todo de una serie de títulos: Las bodas de Fígaro (64), El caballero de la rosa (64), La flauta mágica (41), Ariadne auf Naxos (40), Arabella (32), Don Giovanni (29) y Capriccio (21). Su debut y única actuación en España se produjo en enero de 1969, con La condesa de Las bodas de Fígaro, en el Liceu de Barcelona.
Arabellissima
Entre sus grandes interpretaciones, cabe citar en primer lugar su creación de Arabella, que interpretaría en más de ciento cincuenta representaciones a lo largo de toda su carrera, pasando a la historia de la ópera con el sobrenombre de Arabellissima. La identificación de Lisa Della Casa con este personaje era absoluta, tanto en el plano vocal como escénico, y ello se pone de manifiesto en una toma televisiva (disponible en YouTube) realizada en la Ópera de Múnich, en 1963, con la magnífica dirección de Joseph Keilberth al frente de la Orquesta de la Radiodifusión de Baviera, y donde compartía reparto con la excelente Zdenka de Anneliese Rothenberger. Ambas realizan una extraordinaria interpretación de su largo dúo del Acto I, donde se inserta la intervención solista de Della Casa ‘Aber der Richtige, wenn’s einen gibt‘, mostrando su bellísima vocalidad que se expande en todo su esplendor, con notas atacadas en pianissimi para abrir paulatinamente el sonido hacia el registro agudo. Al final del Acto I ofrece una magistral interpretación del monólogo ‘Mein Elemer‘, con un variado fraseo dotando de relevancia a cada frase, a cada palabra cantada, dando la impresión de que está dialogando con el público. También brilla sobremanera en los largos dúos con Mandrika, magníficamente interpretado por el gran Dietrich Fischer-Dieskau.
Unos años antes, en 1957, había grabado Arabella en estudio para el sello DECCA, también con extraordinarios resultados, dirigida con gran vitalidad e incandescencia por George Solti al frente de la Filarmónica de Viena. Mandrika era interpretado por el famoso bajo-barítono George London, de poderosa vocalidad, más rudo y contundente que Fischer-Dieskau, aunque sin las sutilezas del barítono berlinés. Esta grabación puede escucharse en YouTube.
Dentro de la galería de personajes straussianos, cabe destacar su creación de La mariscala de El caballero de la rosa. Lisa Della Casa ha sido una de las poquísimas sopranos que han interpretado los tres personajes femeninos protagonistas de esta ópera: Sophie, Octavian y finalmente La mariscala, que cantó por primera vez en la Ópera de Viena a finales de 1955 y, muy poco después, en febrero de 1956, en una serie de representaciones en el Metropolitan neoyorkino, con dirección de Rudolf Kempe, junto al Octavian de gran mezzo Rïse Stevens, la Sophie de Hilde Güeden y el Baron Och de Otto Edelmann. Una de aquellas representaciones fue tomada en directo y puede escucharse completa en YouTube. Destacar las magníficas interpretaciones que Lisa Della Casa y Rïse Stevens realizan en sus dos grandes dúos del Acto I. Y ese monólogo del Acto I ‘Da geht er hin‘, que constituye una aguda reflexión de La mariscala sobre el paso del tiempo, donde la soprano suiza despliega todo su arte vocal e interpretativo con largas y ondulantes frases, ofreciendo infinidad de modulaciones, con una forma depurada de manejar el canto parlato. Está magnífica en el precioso el trío conclusivo de la ópera junto a Rïse Stevens y Hilde Güeden.
También cabe destacar su ya citada gran interpretación en el Festival de Salzburgo de 1960, con dirección de Herbert von Karajan, junto a Sena Jurinac (Octavian) y Hilde Gueden (Sophie). De aquellas funciones salzburguesas nos ha quedado una toma en directo con excelente sonido editada por Deutsche Grammophon, siendo una de las grabaciones referenciales de esta ópera. Y, toda una paradoja: después del incidente de Salzburgo, en 1960, Lisa Della Casa y Elisabeth Schwarzkopf cantarán juntas, en el otoño de 1964, ocho funciones de El caballero de la rosa, en lo que suponía el debut de la soprano alemana en el Metropolitan, interpretando a La mariscala junto al Octavian de Lisa Della Casa, con dirección de Thomas Schippers. Una de aquellas funciones fue tomada en directo, pudiendo escucharse en YouTube el intenso dúo de Schwarzkopf y Della Casa al final del Acto I.
Ariadna en Ariadne auf Naxos fue otra de sus grandes creaciones straussianas. Existe una toma en directo editada por Deutsche Grammophon, realizada en el Festival de Salzburgo de 1954, con dirección de Karl Böhm al frente de la Filarmónica de Viena, donde la soprano suiza compartía reparto con Rudolf Schock (Baco), Hilde Gueden (Zerbinetta) y la gran soprano Irmgard Seefried (El compositor). De esta grabación pueden escucharse en YouTube dos fragmentos: la gran intervención solista de Della Casa en el monólogo ‘Es gibt ein Reich‘, en el que, si exceptuamos la muy forzada emisión de un Sol grave, donde la voz pierde color y se abre el sonido, su interpretación resulta extraordinaria en la franja central-aguda, con acentos y ondulaciones de gran lirismo, preciosas frases de carácter intimista emitidas a media voz y fáciles y squilantes subidas al La4 y Si4. También puede escucharse el gran dúo final de Ariadna y Baco, interpretado con gran fuerza por el tenor Rudolf Schock, en donde se inserta la intervención solista de Della Casa ‘Gibt es kein Hnüber‘, quien vuelve a mostrar su preciosa vocalidad.
La condesa Madelaine de Capriccio, la última ópera compuesta por Richard Strauss, fue otra de sus grandes interpretaciones. Muy recomendable escuchar una toma en directo realizada en la Ópera de Viena, en 1964, con dirección de Georges Prêtre, editada con buen sonido por el sello ORFEO, donde Lisa Della Casa, en un espléndido momento vocal, muestra todas las facetas de este personaje sensible, inquieto e indeciso (una mezcla de La mariscala y Arabella) entre el amor que le profesan sus dos admiradores: el músico Flamand, bien interpretado por el tenor Waldemar Kmentt; y el poeta Olivier, magníficamente interpretado por el barítono Walter Berry. La soprano suiza muestra su gran dominio del canto de conversación straussiano, con momentos de gran expansión lírica en su extenso monólogo conclusivo de la ópera. En esta grabación también puede escucharse a la gran Christa Ludwig interpretando al personaje de Clairón y, un verdadero lujo, la presencia del extraordinario tenor alemán Fritz Wunderlich (una de las voces más bellas del siglo XX) junto a una jovencísima Lucia Popp, interpretando a los dos cantantes italianos. Esta grabación puede escucharse completa en YouTube.
Dentro de su labor como gran liederista, cabe destacar las interpretaciones que realizó de los Cuatro últimos lieder de Richard Strauss. Y, de las muchas grabaciones existentes, señalamos la toma en directo realizada en el transcurso de un recital, en el Festival de Salzburgo de 1958, dirigida por Karl Böhm y que puede escucharse en YouTube.
A esta galería de creaciones straussianos hay que agregar la gran interpretación que Lisa Della Casa realizó del personaje de Eva en Los maestros cantores de Núremberg de Richard Wagner, papel que debutó en el Festival de Bayreuth de 1952, con dirección del gran Hans Knappertsbusch. Existe una toma en directo con buen sonido de aquellas representaciones (puede escucharse completa en YouTube), donde la soprano suiza nos vuelve a mostrar su preciosa vocalidad y gran capacidad interpretativa, cuando en el Acto III, se dirige al zapatero-poeta Hans Sachs, ‘Oh Sachs‘, con una voz que fluye efusiva, límpida y moviéndose continuamente en una altísima tesitura. En el maravilloso quinteto (Eva, Hans Sachs, David, Magdalena y Walter von Stolzing) de ese mismo Acto III ‘Selig, wie die Sonne‘, su voz emerge con pureza cristalina.
Sus grandes creaciones mozartianas
La condesa de Las bodas de Fígaro fue una de sus grandes creaciones y que llegó a interpretar tantas veces como Arabella. En este personaje muestra su absoluto dominio del estilo de canto mozartiano, con un expresivo fraseo que dota de gran contenido dramático a los recitativos. Nos han quedado numerosos documentos sonoros y cabe citar la referencial grabación en estudio de DECCA, realizada en 1955, con la extraordinaria dirección de Erich Kleiber al frente de la Filarmónica de Viena, donde se puede escuchar una versión completa de esta ópera, con todos los recitativos compuestos por Mozart. En aria del Acto II, ‘Porgi amor‘, Lisa Della Casa muestra su elegantísima línea de canto, regulando continuamente el sonido, con evanescentes notas en pianissimo y realizando lentas escalas ascendentes. En su recitativo-aria del Acto III, ‘E Susanna non vien!… Dove sono i bei momento‘, realiza una gran interpretación del recitativo, donde muestra todas sus dudas y cambios de ánimo. El aria es como una continuación de ‘Porgi amor‘, donde vuelve a mostrar tristeza y melancolía mediante un canto cadencioso y lleno de musicalidad, con una rápida sección final ‘Ah! Se lamen la mi costanza‘, donde ejecuta de manera brillante las agilidades. Destacar en esta grabación la extraordinaria interpretación del bajo-barítono Cesare Siepi como Fígaro y el excelente Cherubino de la soprano belga Susanne Danco, así como la notable interpretación del barítono Alfred Poell como El conde de Almaviva. Esta grabación puede escucharse completa en YouTube.
Doña Elvira de Don Giovanni fue otra de las grandes creaciones de Lisa Della Casa, que también interpretó en gran número de representaciones a lo largo de toda su carrera. Cabe resaltar la interpretación que realizó en la filmación de esta ópera realizada en Festival de Salzburgo de 1954, dirigida por el cineasta Paul Czinner, con dirección musical de Wilhelm Furtwängler al frente de la Filarmónica de Viena. Esta película restaurada fue editada en DVD por Deutsche Grammophon. Aquí, la soprano suiza compartía reparto con un espléndido conjunto de voces: Cesare Siepi (Don Giovanni), Elisabeth Grümmer (Doña Anna), Antón Dermota (Don Ottavio), Walter Berry (Masetto) y Erna Berger (Zerlina). En su creación de Doña Elvira muestra su absoluto dominio de los recitativos. Y, sobre todo, da toda una lección interpretativa en el recitativo-aria del Acto II ‘In quali eccessi, o numi… Mi tradi quell’alma ingrata‘, con gran expresividad en el recitativo, alternando momentos de gran fuerza con otros llenos de triste melancolía. Magnífica su interpretación del aria, ejecutando muy bien las agilidades y con una brillante franja aguda donde llega con facilidad al Si4.
Puede escucharse a Lisa Della Casa en otras dos magníficas grabaciones también con la Filarmónica de Viena: una realizada en estudio por DECCA, en 1955, con dirección de Josef Krips, de nuevo con Siepi y Dermota, junto a la excelente Suzanne Danco (Doña Anna), Fernando Corena (Leporello) y Hilde Güeden (Zerlina). Y una toma en directo realizada en el Festival de Salzburgo de 1956, con la extraordinaria dirección de Dimitri Mitropoulos, con Cesare Siepi, Elisabeth Grümmer (Doña Anna), Leopold Simoneau (Don Ottavio), Fernando Corena (Leporello) y Rita Streih (Zerlina). Tanto el vídeo como las grabaciones en audio pueden escucharse en YouTube.
Lisa Della Casa también interpretó en muchas ocasiones el papel de Pamina de La flauta mágica y se la puede escuchar, junto a Léopold Simoneau (Tamino), Walter Berry (Papageno), Hans Hotter (Sprecher), Erika Köth (Reina de la noche) y Kurt Böhme (Sarastro), con George Czell al frente de la Filarmónica de Viena, en una toma en directo, editada por el sello ORFEO, con buen sonido, realizada en el Festival de Salzburgo de 1959. Della Casa realiza una gran interpretación de Pamina, destacando en su gran aria del Acto II, ‘Ach, ich Fühl’s es ist verschwunden‘, donde luce su excelente fraseo y capacidad para las regulaciones de sonido, dominio de la coloratura con notas picadas de gran pureza y elevando la voz al final del aria a un agudísimo Si4, emitido en pianissimo, casi musitado. Está magnífica en el sublime dúo ‘Tamino mein! O welch ein Glück‘ junto al excelente Tamino del gran tenor canadiense Léopold Simoneau. Ambos fragmentos pueden escucharse en YouTube.
De manera sorpresiva, se retiró de los escenarios interpretando Arabella, en la Ópera de Viena, el 25 de octubre de 1973, cuando aún estaba en buenas condiciones vocales. Y ya no volvió a tener ningún contacto con el mundo lírico. En 2008, la televisión alemana editó un amplio documental Lisa Della Casa: Liebe einer Diva, porträt der sopranistin, del realizador Wolfgang Wunderlich, que resumía toda su carrera, con testimonios de diferentes personajes que tuvieron relación con la cantante, numeroso material filmado, y donde también intervenían la propia soprano ya frisando los 90 años, su marido Dragan Debeljevic y su hija Vesna, en el castillo que poseían en la localidad suiza de Münsterlingen a orillas del Lago Constanza, donde Lisa Della Casa falleció el 10 de diciembre de 2012, apagándose la voz de una de las más grandes sopranos del siglo XX.
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