El próximo 24 de julio se cumple el centenario del nacimiento del famoso tenor Giuseppe (Pippo) Di Stefano, cuya carrera se extiende desde mediados de los años 40 a los 70 del pasado siglo. Es en el período comprendido entre 1946 (año de su debut) hasta 1952 cuando su voz brilló con inusitado fulgor. Un lírico-ligero que pronto evolucionó hacia puramente lírico. Instrumento de extraordinaria belleza tímbrica y gran luminosidad, con igualdad de color en todos los registros.
Por Diego Manuel García
En estos primeros años de carrera la zona de paso entre las sonoridades de pecho y de cabeza estaba perfectamente cubierta, de manera que parecía prácticamente inexistente. El sonido se expandía con gran facilidad hacia el registro agudo emitiendo con anchura y rotundidad el Do4 e incluso extendiéndose al Re bemol. A esta voz de características privilegiadas se unía un magnífico intérprete capaz de dar gran relevancia a la palabra cantada a través de un incisivo y variado fraseo y unas muy características inflexiones que mostraban su voz cálida, acariciante y comunicativa en los momentos más líricos. También era capaz de dotar a su canto de fuertes y dramáticos acentos. Mostraba una gran flexibilidad, que le permitía alternar el canto en forte y piano con capacidad para sostener notas en pianissimo y producir bellísimos efectos de sfumature. A todas estas características vocales se unía una gran capacidad teatral, con excelente dominio del canto de conversación.
Los inicios
Giuseppe Di Stefano nació en Motta Sant’Anastasia cerca de Catania, en Sicilia, el 24 de julio de 1921, siendo el hijo único de un carabinieri y una modista. En 1927, las dificultades económicas y la posibilidad de mejorar su vida hacen que esta familia emigre a Milán. En 1934, el joven Di Stefano asiste a la Escuela de Maestría en el Seminario Arzobispal de San Arialdo en Milán y comienza a cantar en el coro. En 1938 participa y triunfa en el primer concurso de canto Voci Grecce en Florencia y consigue audiciones con el director de orquesta Gino Marinuzzi y el famoso barítono siciliano Luigi Montesanto, que se convertirá en su profesor de canto. Las clases se interrumpen con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, donde es movilizado, logrando prestar servicio en Milán, donde, a partir de 1943 y para ayudar a su familia, comienza a cantar música ligera en diferentes locales con el nombre artístico de Nino Florio. Con la caída de Mussolini, en septiembre de 1943, deserta del ejército y se refugia en Suiza.
En 1944, una rica melómana suiza le propuso grabar para ella un disco con arias de ópera y canciones en los estudios de la Radio de Lausanne, pagándole 50 francos por cada aria y canción. El disco se grabó en apenas una hora con el acompañamiento del pianista Edoardo Moser. Está histórica grabación que nos ha quedado para la posteridad muestra la bellísima voz del joven Di Stefano y algunas de las arias y canciones pueden escucharse en YouTube.
Acabada la Guerra, regresa a Milán, retomando las clases con Luigi Montesanto. Finalmente, se produjo su debut en el Teatro Municipal de Reggio Emilia el 20 de abril de 1946, interpretando el personaje de Des Grieux en dos funciones de Manon Lescaut de Jules Massenet, cantada en italiano.
Un fulgurante inicio de carrera
Unos días después de su gran triunfo en Manon, Giuseppe Di Stefano debutaba en el Teatro La Fenice de Venecia, interpretando el personaje de Nadir en I pescatori di perle de Georges Bizet. Su actividad durante 1946 será incesante. Debuta en el Teatro Comunale de Bolonia con el personaje de Elvino de La sonnambula de Vincenzo Bellini y en la Piazzale del Pavaglione de Lugo, donde añade a su repertorio tres nuevos personajes: Fritz de L’amico Fritz de Pietro Mascagni, junto al Duque Mantua de Rigoletto y Alfredo Germont de La traviata. También debuta en el Teatro Carlo Felice de Génova con Rigoletto.
Giuseppe Di Stefano realiza sus primeras actuaciones fuera de Italia debutando con gran éxito en el Liceu de Barcelona en diciembre de 1946, con tres funciones de Manon junto a Victoria de los Ángeles, dos de La sonnambula y otras dos de Rigoletto. A comienzos de 1947 prosigue su vertiginosa actividad y, después de sus actuaciones en el Liceu, se produjo su debut en la Ópera de Roma, con La sonnambula, Manon e I pescatori di perle. El 15 de marzo de 1947 debuta en el Teatro alla Scala de Milán con Manon junto a la famosa soprano Mafalda Favero, interpretando cuatro funciones de esta ópera, existiendo un resumen grabado en directo (se puede escuchar en YouTube) donde puede apreciarse la bellísima voz del joven Di Stefano y su gran capacidad interpretativa.
Su gran aventura americana
Con solo 26 años y un reducido repertorio de siete óperas, Giuseppe Di Stefano debutó en el Metropolitan el 25 de febrero de 1948, interpretando con gran éxito al Duque de Mantua junto al Rigoletto del famoso barítono Leonard Warren. Seguidamente, intervendrá en varias funciones de Manon. La carrera de Di Stefano se centrará durante cuatro años en el Metropolitan, donde además de las dos óperas que supusieron su debut, actuará en otras diez: Mignon y La traviata, añadiendo a su repertorio nuevos personajes (Nemorino de L’elixir d’amore de Donizetti, Fenton del Falstaff de Verdi, El cantante italiano de Elcaballero de la rosa de Richard Strauss, Fausto de la ópera homónima de Charles Gounod, el Conde de Almaviva de El barbero de Sevilla de Rossini y tres personajes puccinianos: Rinuccio de Gianni Schicchi, Rodolfo de La bohème y Pinkerton de Madama Butterfly). Existen documentos sonoros (disponibles en YouTube) de algunas de estas óperas, destacando sobre todo una grabación de Fausto de finales de 1949, donde Di Stefano realiza una verdadera hazaña vocal: emitir a plena voz el Do4 del aria ‘Salut! demeure chaste et pure‘, para ir paulatinamente apianando el sonido en un increíble diminuendo.
Enlazando con las temporadas en el Metropolitan, Di Stefano actuará con asiduidad en otros teatros americanos: el Bellas Artes de Ciudad de México, donde debuta en junio de 1948 interpretando Rigoletto, junto a La traviata y Manon. También en octubre de ese mismo año acudirá al Teatro Municipal de Río de Janeiro con Rigoletto, Traviata y Manon, y debutará en uno de los personajes fundamentales de su carrera, Rodolfo de La bohème.
En 1949 volverá al Teatro Bellas Artes con La bohème y Mignon y debutará en tres nuevos personajes: Fernando de La favorita de Donizetti, el Conde de Almaviva de El barbero de Sevilla y Werther de la ópera homónima de Jules Massenet. Todas estas óperas fueron tomadas en directo, tanto El barbero de Sevilla como Werther (cantado en italiano) se pueden escuchar completas en YouTube, y en ambas brilla la preciosa voz del joven Di Stefano y su gran arte interpretativo, junto a la magnífica mezzo Giulietta Simionato como Rosina en El barbero de Sevilla y Charlotte en Werther. Resulta un verdadero deleite escuchar a Di Stefano en sus cuatro intervenciones solistas de Werther,sobre todo el famosísimo ‘Pourquoi me réveiller (Ah! Non mi ridestar)‘ y en los dúos con Simionato de una absoluta belleza y gran intensidad dramática. También pueden escucharse en YouTube fragmentos de La favorita: la gran interpretación de Di Stefano en la famosa aria de Fernando ‘Spirto gentil‘, con una imponente subida al Do4, y que un entusiasmado público le obliga a bisar, así como el gran dúo final junto a Simionato, en el papel de Leonora de Guzman.
Durante su temporada brasileña de 1951, en el Teatro Municipal de Río de Janeiro, cantará por primera vez en teatro con Renata Tebaldi en una representación de La bohème (se puede escuchar en YouTube todo el final Acto I, ¡una maravilla!) y otra de Tosca que supuso el debut de Di Stefano en el papel de Mario Cavaradossi, fundamental en su carrera. También cantará por primera vez con Maria Callas en una Traviata representada en el Teatro Municipal de Sao Paulo. Por discrepancias con el todopoderoso Rudolf Bing, mánager general del Metropolitan, Di Stefano no renovará su contrato con ese teatro, donde había intervenido en cien funciones durante cinco temporadas, desde su debut en 1948. Curiosamente, su despedida, el 16 de mayo de 1952, será con Rigoletto, la misma ópera de su debut; y, seguidamente, marchará a Ciudad de México para participar en la temporada de aquel año en el Teatro Bellas Artes. Sin duda va a tratarse de una de mayores experiencias del gran tenor siciliano en toda su carrera, con las interpretaciones junto a Maria Callas de cinco óperas: debut en el personaje de Arturo Talbo (de tremendo compromiso vocal) en I puritani de Bellini, La traviata, Rigoletto, Lucia di Lammermoor y Tosca. Todas fueron tomadas en directo, convirtiéndose en documentos sonoros de gran valor y que pueden escucharse íntegras en YouTube. En los dúos de cada una de estas óperas se comprueba la especial compenetración de Callas y Di Stefano, cuyas magníficas vocalidades se unían a sus imponentes capacidades teatrales. Cabe destacar la Tosca, donde Stefano realiza una antológica interpretación del aria ‘E lucevan le stelle‘, plena de matices, utilizando dramáticamente las medias voces, el registro en forte y la emisión en pianissimo. Tal es el entusiasmo del público que bisa el aria.
Un año después, Callas y Di Stefano participaron en una antológica grabación para el sello EMI de Tosca (disponible en YouTube), dirigida magistralmente por el maestro Victor de Sabata al frente de la Orquesta del Teatro alla Scala. A la presencia de Callas y Di Stefano se unía el Scarpia interpretado por el barítono Tito Gobbi, magnífico actor capaz de dotar a su canto de infinitos matices. Callas y Gobbi están extraordinarios en todo el Acto II. Di Stefano sigue realizando una gran interpretación de Mario Cavaradossi, aunque ya pueden percibirse signos de cierto deterioro vocal con algunos agudos tirantes en comparación con su prestación de un año antes. Ello aún resulta más notorio comparando la toma en directo de I Puritani en México, con la grabación, también junto a Callas, que realizó para EMI (también disponible en YouTube) solo diez meses después. La temporada de 1952, en el Teatro Bellas Artes de Ciudad de México, se va a convertir en un punto de inflexión en la carrera de Giuseppe Di Stefano, que desde entonces se va a centrar fundamentalmente en el Teatro alla Scala.
La preciosa voz llena de luminosidad y dominadora de todos los registros del joven Di Stefano empieza a dar signos de deterioro, sobre todo por carecer de una sólida técnica vocal y también porque durante esos primeros seis años de brillantísima carrera cantó demasiadas funciones dándole poco descanso a la voz. Después de cinco años de ausencia, Di Stefano volvió triunfalmente al Teatro alla Scala en noviembre y diciembre de 1952, con La bohème y su debut en el papel de Enzo Grimaldo en La Gioconda de Ponchielli.
Inició a partir de entonces una intensa relación con el teatro milanés y, entre 1953 y 1955, aún seguía manteniendo unas buenas condiciones vocales, lo que puede constatarse en la referencial grabación de Madama Butterfly de 1954, magníficamente interpretada por Victoria de los Ángeles junto al excelente Pinkerton de Di Stefano (el gran dúo conclusivo del Acto I, puede escucharse en YouTube).
A partir de 1955 interpretará en la Scala una serie de nuevos papeles mucho más dramáticos que agudizaran aún más sus problemas vocales: Turiddu de Cavalleria Rusticana, Canio de Pagliacci (ambas óperas las había grabado previamente con Maria Callas); Don José de Carmen (también lo cantó en varias funciones que supusieron su ocasional regreso al Metropolitan en diciembre de 1955);Des Grieux de la pucciniana Manon Lescaut,junto a tres personajes verdianos: Radamés de Aida, Don Alvaro de La forza del destino y Riccardo de Un ballo in maschera, que ya había grabado junto a Maria Callas.
A partir de 1954, y hasta 1960, también mantendrá una importante relación con la Ópera de Chicago, debutando con Lucia di Lammermoor junto a Maria Callas, y donde añadirá a su repertorio nuevos papeles: Mauricio de Sajonia en Adriana Lecouvreur de Cilea, Loris Ipanoff en Fedora de Giordano, en ambos casos junto a Renata Tebaldi, y también Calaf del Turandot de Puccini.
En 1956 se produjo su debut en la Ópera de Viena con Lucia di Lammermoor junto a Maria Callas, con dirección de Herbert von Karajan, quien, en 1955, también había dirigido a ambos intérpretes en Berlín en dos antológicas representaciones de esta ópera, una de ellas tomada en directo (puede escucharse completa en YouTube). Giuseppe Di Stefano mantendrá una intensa relación con la Ópera de Viena, donde entre 1956 y 1965 interpretó prácticamente todo su repertorio.
Durante los años 1973 y 1974 volverá a cantar con Maria Callas en una larga gira de conciertos por todo el mundo. Muy triste poder constatar la absoluta decadencia de ambas voces. Di Stefano siguió cantando en conciertos y recitales con la voz en pésimas condiciones. Su última aparición en un escenario fue en 1992, interpretando al Emperador Altoum, en un Turandot representado en Las termas de Caracalla en Roma.
Aparte de su gran aportación al mundo de la ópera, su calidez vocal y capacidad interpretativa le convirtieron en un gran intérprete de canciones napolitanas, con numerosas grabaciones a lo largo de toda su carrera.
En 2004, Giuseppe Di Stefano fue brutalmente agredido en Kenia, donde vivía con su segunda esposa, la cantante de opereta alemana Monika Curth. Trasladado a Milán, durante cuatro años estuvo en condiciones físicas muy precarias. Finalmente, se produjo su fallecimiento el 3 de marzo de 2008, en la pequeña localidad lombarda de Santa María Hoè, a unos 40 kilómetros de Milán. Desaparecía uno de los más importantes tenores del siglo XX.
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