Emiliano González Toro regresa este mes al mercado discográfico con un ambicioso proyecto, en el que protagoniza Il Ritorno d’Ulisse in Patria de Monteverdi, junto al Ensemble I Gemelli y un reparto estelar formado por las voces de Philippe Jaroussky, Emöke Baráth y Zachary Wilder, entre otros. Reconocido internacionalmente por la belleza de su timbre y gran virtuosismo técnico, el tenor suizo-chileno nos habla de las particularidades del lenguaje de Monteverdi, el enfoque interpretativo de su conjunto I Gemelli, y de su faceta como fundador y productor de Gemelli Factory, su propio sello discográfico.
Por Juan José Prendes
¿Cómo surge la idea de grabar este triple disco editado por Gemelli Factory? ¿Cómo fue el proceso de preparación?
Todo empezó por un deseo. Hacía más de veinte años que cantaba con prácticamente todos los directores de la escena barroca, y Mathilde y yo nos dimos cuenta de que queríamos participar en la producción, en la creación de proyectos, implicarnos mucho más allá que simplemente ser artistas trabajando para otros grupos.
En 2017, nació la idea del Orfeo. Tardamos alrededor de dos años y medio en armar el proyecto; lo presentamos unas quince veces en concierto y luego lo grabamos. Cuando se armó este proyecto, el arsenal de Metz nos preguntó inmediatamente si queríamos hacer la trilogía (Orfeo, Ulisse, Poppea) y dije: ‘¡Sí!’.
Así que después de Orfeo, Ulisse se convirtió en nuestro siguiente gran proyecto. Es una ópera que rara vez se graba porque es muy cara y muy difícil de distribuir. Las únicas versiones de referencia que tenía eran la de Harnoncourt y Jacobs, y nos dijimos que valía la pena invertir tiempo y trabajo en una ópera tan increíble.
Obviamente no fue fácil. Tuvimos que reunir a nueve tenores, una mezzo/alto muy grave, una gran orquesta, etc. No queríamos grabar un proyecto como se hace hoy con una grabación en vivo más unos días de posproducción. Así que decidimos hacer un verdadero álbum de estudio, en 23 días durante dos años, tomándonos el tiempo de grabar con cuidado, de trabajar todos los elementos: los balances, el italiano, la variedad de colores, los tempi… En definitiva, de tomar todo el tiempo de hacer lo que hacen los chefs con estrella en sus restaurantes: buscar la receta adecuada con los ingredientes adecuados. Un buen plato rara vez se hace con prisas, lleva tiempo lograr un buen equilibrio, y ese era nuestro ideal en esta grabación.
Como destacado intérprete del compositor de Cremona, ¿cuáles son las principales dificultades a la hora de abordar el exigente canto monteverdiano con su característico recitar cantando?
La principal dificultad es decir el texto sin distorsionar nada. Monteverdi escribió siempre respetando el ritmo de la prosodia, de modo que, si se hace exactamente lo que está escrito, da la impresión de que el cantante está improvisando y hablando mientras canta. La tesitura de esta música para el cantante rara vez es un desafío, siempre es relativamente central. El virtuosismo proviene sobre todo de la forma de controlar la respiración, de demostrar que se comprende perfectamente lo dicho y de que se es capaz de dirigir toda la orquesta y el continuo a través de las inflexiones de la voz. También hay unas vocalizaciones bastante difíciles, pero ¡son parte del juego!
¿Qué diferencias presenta Il Ritorno d’Ulisse in patria desde el punto de vista musical y dramático, respecto a los otros dos títulos de la llamada ‘trilogía monteverdiana’?
Orfeo es una tragedia, ‘una favola in musica’, un encargo de un gran mecenas (el duque de Mantua) con muchos medios y que iba dirigido a un público de iniciados, a una élite intelectual. Ulises se compone al final de la vida de Monteverdi; es una tragicomedia, basada en los personajes de la Commedia dell’Arte. La lógica económica a cuarenta años del Orfeo ya no es la misma. Hay que confiar en la taquilla, es decir, ya no es un mecenas quien paga la creación sino el número de espectadores que asisten al espectáculo. Por tanto, es importante hablar un idioma que atraiga al mayor número de personas, porque el éxito popular es esencial para la viabilidad económica de la producción.
Poppea es probablemente la ópera más incomprendida de toda la obra de Monteverdi. No es en absoluto una historia real, es una parodia, una comedia satírica inspirada en la ‘retórica de las putas’ de Pallavicino. Si no lo has leído, quizá pienses que es una obra basada en la violencia, el sexo y el poder, pero todo es comedia, poesía, gags y retórica. La escritura de Monteverdi siempre se adapta a un tipo de poesía. La música del Orfeo recuerda a Dante y Aristóteles; Ulises a Homero y la poesía barroca de Marino; y Poppea, la sátira latina y Petrone.
Además de cantar el rol principal de Ulisse, ejerce también como director musical del Ensemble I Gemelli en este proyecto discográfico. ¿En qué consiste su enfoque y trabajo como chef-chanteur?
La música en la época barroca es, ante todo, canto, somos cantantes antes que instrumentistas. De hecho, simplemente volvemos a la fuente. Históricamente, el maestro que dirige desde el clavecín no tiene sentido en la música del siglo XVII. Este es un concepto que llegó mucho más tarde (incluso en el caso de Mozart, a menudo era el primer violín el que dirigía). El clavecín en esta época era un instrumento rítmico de acompañamiento. El otro punto que nos guió hacia esta forma de hacer las cosas es que la mayoría de los compositores de la época (Caccini, Peri, Rasi, Da Galiano, Monteverdi, Cavalli…) eran cantantes y todos tenores, además de tocar la viola, arpa o laúd. Imagina a Peri en su Euridice cantando como protagonista masculina y siendo dirigido por un clavicémbalo. Es muy improbable.
Obviamente, durante los ensayos, yo dirijo, y Mathilde hace la puesta en escena. Pero sobre todo trabajamos colectivamente, como un equipo de fútbol. Nos pasamos el balón, el relevo, y trabajamos todos en la misma dirección. Cuando empezamos el concierto, todo el mundo es responsable y trabajamos juntos sin nadie que dirige. El desafío, por tanto, es que Mathilde y yo debemos convencer y no imponer. Si imponemos algo a un instrumentista o a un cantante, no lo hará en concierto. En cambio, si le convence nuestro trabajo y nuestra forma de hacer música, participará al 100 %.
Además de tenor y director, es productor de su propia discográfica Gemelli Factory, con la que ha editado Il Ritorno d’Ulisse in patria. ¿Cuándo y por qué decidió fundar su propio sello discográfico? ¿Edita también discos de otros artistas?
Trabajamos con Naïve para nuestros primeros tres discos. Fue una gran oportunidad para lanzar nuestra actividad. Después de estas grabaciones, nos dijimos que necesitábamos trabajar al 100 % y seguir adelante con cada idea sin tener que justificarnos para entrar en un marco económico viable. La única manera de hacerlo era crear nuestro sello y asumir todos los costes ligados a nuestros deseos. Si queríamos pasar tres semanas en el estudio o escribir un folleto de 220 páginas, ya no teníamos límites.
La otra razón para crear nuestro sello es nuestro deseo de apoyar a los artistas que realmente nos gustan y resaltar su trabajo. Produjimos a Juan Sancho, Nacho Laguna, Marie Domitille Murez para proyectos muy personales y realmente magníficos. Y se están preparando otros discos para el año que viene.
Fundó el Ensemble I Gemelli en 2018 junto a la soprano Mathilde Etienne. ¿Cuál es la filosofía de este conjunto y qué repertorio interpreta?
I Gemelli nació del deseo de defender la música del Seicento, que ha sufrido mucho en los últimos años. Nuestra filosofía es el respeto a la partitura con los medios actuales. Partimos del principio de que Monteverdi, Cavalli, y otros, son mucho mejores que nosotros, y que si notaron algo en la partitura (orquestación, ritmo, armonía, melodía) es por una razón concreta; por eso, tratamos de respetarla. En los próximos años trabajaremos el repertorio posterior de Vivaldi o Lully, pero todavía tenemos muchas cosas que hacer en el primer Seicento.
¿Cuáles son sus futuros compromisos y proyectos con el Ensemble I Gemelli? ¿Les veremos pronto en España?
¡Esta temporada debutamos en España! Estamos iniciando una importante gira promocional de nuestro disco Ulisse que irá de Burdeos a Tours, Nantes, Ginebra, A Coruña, Toulouse, Bruselas, Madrid. En España, estaremos el 27 de noviembre en A Coruña y el 4 de diciembre en el Teatro Real de Madrid. Será el comienzo de la aventura con nuestra nueva agente María Goded, y las próximas temporadas nuestros proyectos no se quedarán en Francia, también viajarán a España. ¡Esta temporada también haremos nuestro debut en Bélgica y Estados Unidos!
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