La Euskadiko Orkestra interpreta el Concierto para piano núm. 2 de Rajmáninov, considerado una de las obras más complejas del repertorio
Del 8 al 13 de marzo la Euskadiko Orkestra interpretará un programa que incluye el Concierto núm. 2 para piano, opus 18 de Rajmáninov y Aus italien, fantasía sinfónica, opus 16 de Strauss.
Los conciertos estarán dirigidos por Riccardo Frizza, y el pianista Federico Colli intervendrá como solista en la obra de Rajmáninov. Podrán escucharse los días 8 y 11 de marzo en San Sebastián, el 9 en Bilbao, el 12 en Pamplona y el 13 en Vitoria-Gasteiz.
El Concierto para piano núm. 2 de Rajmáninov
Se trata de una de las obras más populares, pero también más difíciles, del repertorio para piano. Estrenado en 1901 de la mano del propio compositor, contiene melodías memorables que se inspiran en el folclore ruso, una orquestación voluptuosa y un tratamiento virtuosístico del instrumento solista.
El segundo movimiento de este concierto, Adagio sostenuto, se ha convertido en una de las páginas más bellas del repertorio clásico, e incluso ha trascendido las salas de conciertos para escucharse en el cine.
Tras esta obra, además, se esconde una historia de superación: Rajmáninov había dejado de escribir música tras el fracaso de su Sinfonía núm. 1, y fue el éxito de este concierto el que le ayudó a volver a componer. Rajmáninov dedicó el Conciertonúm. 2 al psiquiatra que le ayudó a superar su depresión.
El pianista Federico Colli, ganador de los concursos de Salzburgo y Leeds, actuará como solista acompañado por la EO.
Aus italien de Strauss
Muchos son los compositores que se han inspirado en sus viajes por Italia para escribir obras: Berlioz con su Harold en Italia, Mendelssohn con Sinfonía núm. 4, ‘Italiana’, o Elgar con In the South. Richard Strauss continúa esta tradición con una obra que recoge sus impresiones del país tras un viaje realizado en 1886.
El primer movimiento refleja su estado de ánimo al contemplar la Campaña romana desde Tívoli. El segundo, con aire brahmsiano, se inspira en las ruinas romanas. El tercero trae los murmullos de la costa de Sorrento, y el cuarto es un paseo por la animada Nápoles.
La canción Funiculí, funiculá, compuesta por Luigi Danza en 1880, puede escucharse al final de la obra, que fue estrenada en 1887 dirigida por el propio Strauss.
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