Entre el 12 y el 24 de abril tendrá lugar, en el Teatro de La Abadía, ‘Extinción’, una propuesta escénica de Agrupación Señor Serrano, dirigida por Javier Ulises Illán
El Teatro Real y el Teatro de La Abadía presentan ‘Extinción’, una propuesta escénica de Agrupación Señor Serrano, a partir de la Missa de Batalla y la Missa pro Defunctis de Joan Cererols. Este estreno absoluto se realizará en doce funciones, en el Teatro de La Abadía, entre los días 12 y 24 de abril, en colaboración de ambos coliseos con el FIAS.
La música estará dirigida por Javier Ulises Illán, que encabezará Nereydas, formación que trabaja un amplio repertorio que abarca diferentes periodos estilísticos. La mayor fortaleza de esta agrupación reside en su capacidad para ensamblar, integrar y adaptar el número de músicos para desarrollar cada proyecto. En este caso, actuará en colaboración con el Coro Titular del Teatro Real.
Sobre la Agrupación Señor Serrano
La Agrupación Señor Serrano es una compañía de teatro con sede en Barcelona. Sus originales producciones presentan aspectos discordantes de la experiencia humana contemporánea. Ahora, ha realizado una propuesta escénica visual y poética, a partir de Missa de Batalla y Missa Pro Defunctis de Joan Cererols.
Para esta producción, desplegarán una mezcla de objetos, texto, cámaras, performance, sonido, proyecciones y videos en directo. Estará basada en imágenes capturadas en vivo y transformadas en tiempo real, y performers que entran y salen de diferentes figuras alegóricas. Así, representán la búsqueda del alma, de coltán, de fuego, de sangre…
Joan Cererols
Joan Cererols fue un monje benedictino que renovó la tradición española renacentista, abriéndola a las influencias llegadas de Italia y Flandes, a mediados del siglo XVII. Toda su carrera se desarrolló en torno al Monasterio de Montserrat, en el que llegó a ser director de la escolanía durante más de veinte años.
En esta época compuso su Missa de Batalla, misa-parodia creada en honor a Felipe IV. En ella, refleja la ola de optimismo que se extendió tras la victoria de las tropas castellanas en Nápoles. Tres años después, reflejó en su Missa pro Defunctis un ambiente muy diferente. Es más sobrio, denso y oscuro, debido a la epidemia de peste en Barcelona ese año.
Deja una respuesta