‘Aquí empieza mi carrera como poeta, y mi adiós al papel de mero cocinero de textos de ópera’. Es la descripción con la que Wagner escribe un nuevo capítulo en la historia de la música y es que, con El holandés errante, el alemán nos introduce en lo que será la nueva forma compositiva: el drama musical. Estrenado en Dresde el 2 de enero de 1843, esta ópera romántica rompe por primera vez con parte de los cánones establecidos en la ópera.
Por Fabiana Sans Arcílagos
Argumento
Acto I
El capitán noruego Daland y su tripulación se percatan de que, tras la tempestad que los tomó por sorpresa, se han retirado algunas millas del puerto y deciden refugiarse en la bahía. Únicamente el timonel se queda en la cubierta haciendo guardia, pero finalmente se duerme. Empieza de nuevo la tempestad, y se divisan a lo lejos los mástiles negros y las velas rojas sangre del barco del holandés, quien se acerca y ancla —con un gran estruendo— su navío al barco noruego.
En completo silencio su tripulación arría las velas, mientras que el holandés salta a tierra. Siete años han pasado en el mar, el plazo ha vencido y la maldición continúa. Su redención solo llegará cuando una mujer le sea fiel hasta la muerte; en caso contrario su condena permanecerá hasta el día del juicio final.
Daland regresa a cubierta y observa el barco del holandés. Inmediatamente despierta a Timonel y este rápidamente llama a los marineros holandeses, pero ninguno despierta, solo aparece el holandés, con quien el capitán noruego entabla conversación. Los dos hombres comentan los sucesos de la tempestad y el holandés le ofrece parte de sus tesoros a Daland por hospedarlo en su casa, proponiendo acrecentar su oferta si este le permite casarse con su hija. La tormenta ha pasado, el barco noruego parte a casa mientras que el holandés se mantiene anclado en la bahía.
Acto II
Se nos presenta una gran habitación en casa de Daland. Sus paredes están decoradas con cuadros que contienen escenas marineras. La niñera Mary y las chicas del pueblo se encuentran hilando junto a la chimenea, mientras que Senta (la hija del capitán) contempla con los brazos cruzados el retrato de un hombre con barba y traje: el holandés errante. Las chicas cantan una canción y le insisten a su amiga que cante la balada. La joven Senta admite que ella quiere ser la mujer del holandés y quien le libere de su maldición, porque ella será fiel hasta la muerte.
Entra Erik a la habitación para anunciar la llegada del barco noruego, pero el joven queda desalentado al oír las últimas palabras de Senta. Todos salen a recibir el barco, pero Senta es retenida por Erik. El joven, angustiado y desolado por no recibir el amor de Senta, le revela que ha tenido un sueño perturbador, en el que la joven y el hombre del retrato eran amantes. Erik sale corriendo de la habitación y la muchacha ilusionada se queda cantando la última frase de la balada. Se abre la puerta y su padre, el capitán Daland, y el holandés entran saludar a Senta.
La joven reconoce al extranjero y se queda absorta. Dalandle anuncia a su hija que el holandés será su huésped y su esposo si ella lo desea. La joven, absorta, sin dar muestra de emoción, se queda a solas con el capitán. Una vez juntos declaran mutuamente sus sentimientos. Senta y el holandés se han comprometido en matrimonio. Daland, efusivo, entra a la habitación y con gran emoción celebra el compromiso.
Acto III
El barco noruego anclado en el puerto esta completamente iluminado; la tripulación con gran júbilo y alegría celebran el regreso del navío a casa. En el otro ladose encuentra el barco holandés, con un aspecto tenebroso donde no se oye nada ni nadie. Los noruegos llaman a la tripulación holandesa a unirse a la celebración, pero solo responden con una canción endemoniada. El agua se torna oscura y tormentosa únicamente donde se encuentran la tripulación holandesa. Los noruegos, temerosos, corren asustados.
Al oír el canto fúnebre, Senta y Erik salen de la casa; el joven no comprende la decisión de Senta y la reprende. Ella se avergüenza por las promesas no cumplidas, mientras el holandés, que los espía, lleno de ira, se hace ver y se retira. Senta intenta detenerlo y convencerlode que ella le es fiel. El capitán llega a su barco y ordena a la tripulación que icen las velas, aunque esto le cueste otros siete años en el mar. Erik al ver a Senta seguir al capitán, llama a Daland, los otros marineros y las muchachas para que evitar que Senta se vaya con el Holandés, quien ha revelado ante todos su verdadera identidad. El barco fantasma zarpa y la joven se lanza al agua en busca de su amor. El barco se hunde en las olas y a lo lejos se divisa al holandés y a Senta abrazados dirigirse hacia el cielo. La maldición ha finalizado.
Los motivos de Wagner
Con ella plasma un nuevo modelo de composición operística; se aparta de los temas históricos y se aproxima a otros, en este caso uno legendario. Pero la novedad se da en la forma musical, le da paso a lo que años más tarde se denominará drama musical. En esta ópera los números musicales no están separados rigurosamente, aunque los momentos vocales como recitativos, arias, dúos o números corales siguen estando presentes, pero se hace visible la evolución hacia el recitativo-dramático, evitando descripciones que ralentizan la acción. Además ayuda a la fusión de la poesía y la música; aparecen por primera vez los leitmotiv, resaltados en la obertura, especialmente los motivos del Holandés y Senta.
Wagner opinaba que la música no es solo música, y que servía para ilustrar o asociarse a momentos, personas, objetos o ideas. Bajo esta premisa, la ópera se caracteriza por su fuerza musical que deja a la vista los dos grandes contrastes de la historia: los pertenecientes a lo terrenal y la fuerza de la naturaleza junto a las sombras del barco fantasma, plasmado con el juego musical entre el modo mayor de Daland y el modo menor del holandés. Por su parte, el momento más dulce e importante de todo el dramaserá el motivo de Senta, representado en la balada en la que se unifican las ideas de los otros temas escuchados en la obertura.
El compositor describe la ‘Balada de Senta” como el germen temático de toda la ópera, aunque fue uno de los últimos números compuestos. Para escribir este número toma el modelo de la balada popular en forma de verso y hace que en ella se incluyan casi todos los temas principales de la ópera. Especialmente reconocible es el tema de la maldición del holandés, con el que empieza la balada y que durante el progreso de la trama se irá repitiendo cada vez que se menciona al personaje o su maldición. Este también constituye el motivo de tormenta, que es una parábola de la transformación del carácter holandés. Se caracteriza por el sonido de las quintas mantenidas (fa-do) que evoca un estado fantasmal. Esta base es utilizada para representar a la tripulación del holandés errante, pero le agrega los pasos cromáticos y un cambio de ritmo.
Otro momento clave está asociado a la redención de Senta, donde se escucha claramente en la balada cuando la joven canta: ‘¡Pero el hombre pálido puede alcanzar aún la salvación!’. Este motivo es repetido en toda la obra cuando se trata el tema de la salvación del holandés, incluso cuando este mismo piensa en su redención.
Los motivos se van modificando o fundiendo generando nuevos temas con otros significados; tal es el caso del tema del anhelo de la muerte y la lealtad al amor que son dos variantes del motivo de redención.
La gesta del holandés
Wagner tuvo diversos períodos de altibajos. Firme en sus convicciones, amigo íntimo de grandes personalidades como Liszt, tuvo la desdicha de pasar por momentos tórridos y desesperantes como empresario y hasta como creador. Uno de estos episodios es el que vivió en Riga, ciudad donde estuvo a cargo de la dirección de la orquesta y de la sala principal de conciertos hasta que, por motivos desconocidos, fue despedido. Sumido en considerables problemas económicos, decide viajar, junto con su primera esposa, la actriz Minna Planer, y su perro Robber, a París a probar suerte con sus nuevas composiciones, pero aquí se le presentó el primer inconveniente, no tenía pasaporte y dada las circunstancias económicas y las deudas contraídas con sus acreedores no podía solicitar uno, así que decidió emprender el viaje huyendo a la ciudad de las luces.
Una vez embarcados en el Thetis (precario navío mercante con siete tripulantes y un capitán) serían llevados a Londres y de ahí a su destino final. Todo marchaba de manera prevista hasta que en medio del viaje se desató una gran tormenta y tuvieron que atracar en la costa noruega, específicamente en el pueblo de Sandviken, donde permanecieron algunos días. Ya en alta mar, una nueva tormenta acechó a la embarcación que los sacó de ruta, pero al llegar la calma encontraron el camino. Los esposos Wagner pensaron que era su fin, pero lo cierto es que gracias a este episodio el alemán recordó la leyenda del Holandés errante, conocida por él en Riga antes de su partida: ‘Fue durante este período que oí por primera vez la leyenda del Holandés errante, me fascinó y me dejó una impresión imborrable’.
En París las cosas no iban bien, los gastos abundaban y los recursos se estaban agotando; así, los Wagner empeñaron algunos bienes y el alemán se dedicaba a hacer artículos, reducciones, copias de grandes óperas con la editorial de Maurice Schlesinget. Su descontento y la falta de recursos lo desolaba, así su amigo Meyerbeer, al que Wagner había conocido en París, apostó por él y convenció al director de la Ópera de París para que le diera una oportunidad como compositor o libretista pero, al presentar su Rienzi, una vez más fue rechazado.
Durante este vaivén el alemán tuvo presente la leyenda del barco fantasma, plasmado en las Memorias del señor von Schnabelewopski, de Heinrich Heine, y la impresión de su vivencia en aquel barco a Londres. Wagner escribe un borrador en prosa en francés, Vaisseau Fantome, para una ópera en un acto en 1840, pero no es sino hasta mayo de 1841 que deja listo el primer libreto de El holandés errante para presentarlo a la Ópera de París. Lamentablemente este no fue del agrado de los empresarios y únicamente le ofrecieron que cediera los derechos del primer boceto por 500 francos para la nueva composición de Pierre-Louis Dietsch, que resultó ser un fracaso.
Con el dinero recibido, Wagner alquiló un piano para “revivir mi fe en mí mismo como músico”. Aún con esperanzas y con el libreto traducido al alemán, decidió componer alguna de las partes vocales, como la ‘Balada de Senta’, la canción de los marineros noruegosy la de la tripulación del barco fantasma, pero estas no fueron escuchadas por los teatros parisinos. Siete semanas pasaron y toda la música -excepto la orquestación-estaba finalizada; meses más tarde surge la ópera en tres actos que ve emerger un nuevo compositor, marcado por ideales románticos y nuevas estructuras musicales que lod estacarán a lo largo de la historia. Rechazado una vez más en París y Berlín, El holandés se estrena en Dresde en 1843 bajo la dirección del mismo compositor. Los roles de Senta y el holandés fueron representados por la soprano Wilhelmine Schröder-Devrient (que solicitó cantar la balada en Sol menor y no en La menor como estaba escrita) y Michael Wächter en cuatro funciones; el público estuvo muy dividido entre los que “aceptaban” los cambios y los que calificaron la obra como aberrante. Pero a pesar de estas calificaciones durante 1814 se representó la ópera en Riga y Kassel. Una primera revisión en 1842 hace que Wagner modifique la localización de las acciones a Noruega y cambie el nombre de los personajes; tras estas novedades, treinta años más tarde se presenta la Ópera en Berlín. En los primeros meses del año 1860 Wagner vuelve a revisar la obra, esta vez centrándose en la obertura, donde agregaría el arpa a la instrumentación, así como nuevos recursos armónicos que ya había utilizado previamente en Tristán e Isolda, como las secuencias cromáticas. Sobre estas incorporaciones, el compositor puntualiza ‘solo ahora que he escrito la transfiguración final de Isolda, he sido capaz de encontrar el final apropiado para la ‘Obertura’ del Holandés errante.
Giorgio latin dice
Excelentísimo
Israel dice
Muchas gracias….!!!