El alumnado del Conservatorio Superior de Castilla y León ofrecerá un concierto en el CAEM de Salamanca el próximo 20 de diciembre
El Conservatorio Superior de Castilla y León (COSCyL) ha anunciado la fecha de su concierto navideño en colaboración con la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes. Se celebrará el día 20 de diciembre en el Centro de Artes Escénicas y de la Música (CAEM) de Salamanca.
La orquesta sinfónica, compuesta en su totalidad por el alumnado del centro, protagonizará el concierto bajo la dirección de José Luís López Antón. El programa musical abarcará obras como la Obertura festiva de Shostakóvich, el Concierto para flauta y orquesta de Reinecke, con la participación como solista de Rebeca Bayón Álvarez, y la Sinfonía núm. 2 de Rajmáninov.
El concierto se repetirá el jueves 21 de diciembre en el Auditorio Lienzo Norte de Ávila a las 19 horas.
Sobre el programa
La Obertura festiva de Dmitri Shostakóvich, destaca como una obra que refleja las complejidades de la vida y la música del influyente compositor del siglo XX. Afectado por las tensiones del régimen soviético de Stalin, Shostakóvich experimentó tanto apoyo como críticas oficiales. La pieza, compuesta en solo tres días, en 1954, refleja la habilidad única de Shostakóvich para crear música optimista y brillante, con elementos humorísticos y reminiscencias del nacionalismo ruso.
El Concierto para flauta, en Re mayor de Carl Reinecke, se erige como una joya romántica tardía. Este prolífico compositor, influenciado por figuras como Mendelssohn, Schumann y Brahms, demuestra su maestría en la creación de obras para flauta. La pieza, compuesta en 1908, presenta tres movimientos que resaltan el virtuosismo del solista en armonía con la orquesta, explorando la sinfonía en forma sonata, melodías melancólicas y un virtuosismo técnico impresionante.
Por último, la Sinfonía núm. 2 en Mi menor de Sergei Rajmáninov, es un hito en la carrera del compositor ruso. Después del fracaso inicial de su primera sinfonía, Rajmáninov supera la adversidad y crea una obra rica, densa y madura. Dividida en cuatro movimientos, la sinfonía ofrece una experiencia musical emotiva y poderosa, desde la opulencia y pasión del primer movimiento hasta la energía y grandiosidad sin límites del enérgico final. Estrenada en San Petersburgo en 1908, la sinfonía consolida el lugar de Rajmáninov como uno de los grandes compositores de su tiempo.
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