Las expresiones artísticas y culturales reflejan la identidad de una comunidad. El trabajo para conservar las tradiciones culturales en conexión directa con la innovación requiere de una búsqueda constante, debates de interés y evaluación de las medidas adoptadas.
Por Miguel Galdón
Del mismo modo que nuestra sociedad evoluciona y los valores imperantes se modifican para dar cabida a las nuevas realidades, las instituciones culturales y los agentes que intervienen en el desarrollo cultural también deben adaptarse a estos cambios. En la actualidad, se valora cada vez más un criterio que tiene que ver con cómo queremos ver el mundo que nos rodea: el compromiso social.
Prefiero utilizar el término compromiso social que el más comúnmente utilizado de responsabilidad social. Sé que el matiz es ligero pero, al igual que considero que no es lo mismo audiencia, público y comunidad, la connotación de la palabra compromiso vinculada a un acuerdo entre las partes me resulta de gran fuerza en relación a la asociación que se hace de la responsabilidad con la culpa.
Quiero contarte los que, en mi opinión, son los factores más relevantes en los que se refleja actualmente el compromiso de las instituciones con la sociedad.
Sostenibilidad
Lo primero que se nos viene a la cabeza cuando leemos este término es la sostenibilidad medioambiental, de la que tanto se habla, y sí, debemos apostar por mejorar los procesos creativos para hacerlos más sostenibles con el medio ambiente.
Pero no solamente se trata de aplicar medidas aisladas para reducir el consumo de plástico o las emisiones de gases, sino que es necesario generar un cambio de mentalidad para asumir el compromiso de que la cultura sea un modelo a seguir.
Hace poco leí una entrevista a la dramaturga y directora de escena Lali Álvarez en la que apuntaba que la precariedad del sector es uno de los factores que hace que las producciones sean más sostenibles a nivel ecológico, reciclando escenografías y vestuarios. Quiero pensar que el futuro nos depara proyectos en los que no será la precariedad el motivo que nos impulse a ser sostenibles.
De hecho, existen proyectos como Green Theatre que, desde 2008, han permitido a productores independientes y grandes compañías londinenses mejorar su impacto medioambiental a través de una serie de prácticas eficaces para reducir el consumo energético y hacer de los teatros de su ciudad espacios más ecológicos permitiendo a los equipos evolucionar en su relación con la sostenibilidad desde el pensamiento crítico.
Pero si hablamos de sostenibilidad también es importante que hablemos de la sostenibilidad social, aquella que afecta directamente a las personas. Y es que, si no somos capaces de cuidar de nuestros cuerpos y nuestras mentes, no podremos tener cuidado del medio ambiente, del mismo modo que si no tenemos cuidado del medio ambiente, a largo plazo, el cuidado de los cuerpos será inútil.
Accesibilidad
El acceso a la cultura es un derecho. Todas las personas tenemos el derecho a participar activamente de la cultura. Todas las personas.
Los espacios culturales tienen la obligación de seguir evolucionando para dar cabida a toda la diversidad que existe en nuestra sociedad, entendiendo las diferentes necesidades de cada una de las personas.
Algunas organizaciones como Acerca Cultura están haciendo una labor encomiable sensibilizando sobre la accesibilidad y poniendo en contacto a entidades que dan apoyo a personas con discapacidad o personas en situación de vulnerabilidad con espacios culturales interesados en mejorar su conexión con toda la sociedad.
Hablamos de salvar barreras arquitectónicas, de facilitar experiencias completas a personas con deficiencias visuales o auditivas, de favorecer el acceso a la cultura a aquellas personas en riesgo de exclusión social, de hacer comprensibles los recursos culturales a personas con discapacidad intelectual, de tener en cuenta las necesidades de las personas con trastorno del espectro autista, y mucho más.
Igualdad
Nuestra sociedad demanda cada vez más un trato igualitario a todas las personas. También en la creación artística. Para los programadores actuales es importante tener en cuenta el peso de la historia y poner el valor el trabajo de innumerables creadoras que en su momento fueron silenciadas, colaborar en el desarrollo de nuevos talentos y escuchar al colectivo artístico para entender las demandas y reivindicaciones que puedan tener.
Pero creo que la igualdad en oportunidades no es suficiente, sino que se debe buscar más bien la equidad, favoreciendo y potenciando a aquellos grupos sociales que, por las circunstancias de una determinada época o sociedad, han estado excluidos o han sido menos tenidos en cuenta a lo largo de la historia, para darles su espacio y su voz para expresarse a través del arte.
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