El CD ‘Miralls-Reflets’ de Naaman Sluchin y Eloy Orzaiz reivindica la composición del músico catalán junto a obras de Philippe Gaubert y Joan Manén
Pau Casals trabajó durante más de 30 años en la que sería una de sus grandes obras como compositor: su Sonata para violín y piano. Esta está compuesta para el que fue su primer instrumento, el violín, en lugar de para el violonchelo.
El amor de Pau Casals por el violín quedó patente desde que, a los 11 años, era capaz de interpretar con solvencia el famoso Concierto para violín y orquesta de Mendelssohn. Además, durante el resto de su vida mantuvo una relación estrecha con los violinistas más celebres de su tiempo: Eugène Ysaye (‘el Emperador’, como él lo llamaba), Fritz Kreisler o Jacques Thibaud (su compañero en el legendario Trio Casals-Cortot-Thibaud).
A su muerte en 1973, dejó inacabada la obra. Había finalizado los tres primeros movimientos, pero del cuarto y último solo había unos bosquejos. Hoy en día, la sonata aún es muy desconocida para el publico y los músicos profesionales. De hecho, apenas ha sido grabada.
El violinista francés Naam Sluchin y el pianista navarro Eloy Orzaiz han querido reivindicar el valor de esta sonata. Para ello, la han grabado en el CD titulado ‘Miralls-Reflets’. Este CD se ha realizado en el Auditorio Pau Casals de El Vendrell y acaba de ser publicado por el sello La ma de guido.
‘Miralls-Reflets’
Junto a la Sonata de Casals, en el disco también está la Sonata para violín y piano de Philippe Gaubert. Esta obra refleja el espíritu de la Belle Époque que el compositor experimentó cuando se instaló en París en 1899. Como Casals, Gaubert poseyó una relación privilegiada con el violín: fue su primer instrumento antes de convertirse en un gran virtuoso de la flauta travesera. Ambos intérpretes se conocían bien y compartieron su gran pasión por la composición, la dirección orquestal y la pedagogía. De hecho, ambos ejercieron en el seno de la École Normale de Musique, fundada por Alfred Cortot en 1919.
A Casals y el violinista virtuoso Joan Manén les unía una estrecha amistad y admiración. Un ejemplo de inspiración mutua entre grandes artistas. Manén siguió la estela de los grandes violinistas del siglo XIX como Paganini, Sarasate o Ysaye, y compuso piezas para su instrumento. Asimismo, se hizo un hueco en las más prestigiosas salas de concierto europeas como aclamado solista. En su Capricho 3 ‘catalán’ op. A-33 parafrasea El Cant dels Ocells y evoca una atmósfera de marcado sabor mediterráneo.
Los ‘reflejos’ que dan título a este disco, no son solo los de la naturaleza en las obras elegidas, o los de compositores como César Franck en la obra de Casals. Son reflejos de la profunda amistad que la música es capaz de crear como la de Casals y Manén o en nuestro caso, Naaman y yo.’
Los intérpretes
El pianista, fortepianista y clavecinista, Eloy Orzaiz, se ha formado en Pamplona, Musikene, los conservatorios de La Haya y Groningen, la Hochschule für Musik de Trossingen (Alemania) y en la Schola Cantorum de Basilea. Ha sido organista de la European Union Baroque Orchestra (EUBO), es miembro del Suggia Piano Trio y fundó con la violinista Marta Martínez ‘El Parnasillo’, dúo especializado en el redescubrimiento de repertorio para violín y teclados históricos de los siglos XVIII y XIX. Desde 2014, Eloy es profesor de clavecín en el Conservatorio Superior de Navarra y en la Hochschule für Musik und Darstellende Kunst de Frankfurt (Alemania).
El violinista Naaman Sluchin construyó su técnica estudiando al mismo tiempo la escuela rusa y la americana en Bloomington y en la Julliard School, así como la escuela franco-belga en línea directa con las enseñanzas de Ysaye. Obtuvo el diploma de violín barroco en la Schola Cantorum de Basilea de la mano de Amandine Beyer. Con numerosas grabaciones, entre las que destacan Musique américaine o los Cuartetos de Janáček, desde 2010 compagina su carrera como intérprete con la pedagogía del violín en el Real Conservatorio de Bruselas.
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