Obras de Beethoven, Schubert, Chopin, Schumann y Liszt
Géza Anda, piano
BRILLIANT CLASSICS 93795
4 CD
El gran pianista Géza Anda nació en Budapest en 1921 y estudió con Ernst von Dohnanyi, quien le proporcionó un enlace directo con Johannes Brahms, y con el virtuoso del piano y compositor Eugen D’Albert. Murió en 1976 con tan sólo cincuenta y cinco años de edad. A los diecinueve años de edad debuta con la orquesta filarmónica de Budapest ejecutando el Concierto nº 2 para piano y orquesta de Brahms bajo la dirección de Willem Mengelberg. Esta obra la registró casi enseguida de manera discográfica con Herbert von Karajan. A los veinte, es decir, en 1941 y en plena Segunda Guerra Mundial, da su primer concierto en el extranjero, Berlín. Lo hace nada menos que con Wilhelm Furtwängler ejecutando las Variaciones Sinfónicas de César Franck. Furtwängler le llamaba “el trovador del piano”, y de hecho era un filósofo virtuoso. Su carrera estaba consagrada a encontrar el perfecto equilibrio entre la cabeza y el corazón, el intelecto y el instinto. El primer pianista en grabar todos los conciertos de Mozart era también capaz de producir un gran sonido heroico que le condujo a adquirir un vasto repertorio en el que poder desarrollar sus dotes para ilustrar un sonido panorámico. Dos compositores son los que se asocian especialmente con Anda, Bartók y Schumann. Este último aparece en dos de los cuatro discos compactos de esta novedad de Brilliant. Su magisterio en Beethoven y Schubert es evidente en el primer disco, donde la transición del clasicismo al romanticismo se desvela en su extraordinaria interpretación de la última sonata de Schubert. Por su parte, el Beethoven es destellante, nada convencional, pensado para provocar y en ciertos momentos desasosegante, espacio donde quizás gane el intelecto sobre el instinto. Anda cuestiona al compositor, reta al oyente y gana así su respeto. Es un cuádruple disco indiscutiblemente necesario para todo amante del piano y valedor de la inextinguible figura de Géza Anda, con registros realizados entre los años 40 (La Campanella de Liszt, de 1942) y los 60, pues la más reciente de las grabaciones es el Vals de Mefisto de Liszt y las obras de Schumann, que se consideran entre las de más alta valía de la historia de la fonografía.