Entre el 16 y el 26 de febrero, el Teatro Real ofrecerá seis funciones de la ópera ‘El abrecartas’, del recientemente fallecido Luis de Pablo
El fallecimiento de Luis de Pablo el pasado 10 de octubre ensombrece el estreno mundial de su última ópera. Con un lenguaje alejado de sus trabajos precedentes, el compositor utiliza un lenguaje más cantábile y expresivo. En El abrecartas, su camino de búsqueda y experimentación que ha caracterizado su carrera artística se detiene en la tradición musical española.
El abrecartas en el Teatro Real
Así, entre el 16 y el 26 de febrero, el Teatro Real acogerá las seis funciones del estreno absoluto de El abrecartas de Luis de Pablo. Este título llegará en una nueva producción propia del Real, dirigida en lo musical por Fabián Panisello y en lo escénico por Xavier Albertí. El Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y los Pequeños Cantores de la JORCAM compartirán escenario con un poderoso elenco vocal.
Excelentes voces para un estreno absoluto
El tenor Airam Hernández encarnará al poeta Federico García Lorca. Para el tenor español, cuya carrera se mueve habitualmente en el repertorio contemporáneo, participar en el estreno de una ópera en su país y dando vida a Federico García Lorca representa ‘una responsabilidad y un orgullo. Como parte del colectivo LGTB+, empatizo enormemente con lo que debió vivir’.
‘Cuando me llamaron del Teatro Real no dudé en aceptar la propuesta. Esta es mi manera de hacerle un pequeño tributo. Lo abordo sin tener muchos testimonios audiovisuales de él, de cómo se expresaba o se movía, salvo por alguna grabación puntual. Trataré de crearlo basándome en documentales, biografías y su propia obra’, asegura.
Junto a Airam Hernández, estarán los tenores José Manuel Montero (Rafael), Mikeldi Atxalandabaso (Alfonso) y Jorge Rodríguez-Norton (Andrés Acero). El barítono Borja Quiza encarnará a Vicente Aleixandre; José Antonio López, a Miguel Hernández; y Vicenç Esteve, a Ramiro. Las mezzosopranos Ana Ibarra (Salvador / Setefilla) y Laura Vila (Sombra), el contratenor Gabriel Díaz (Comisario) y el bajo David Sánchez (Eugenio D’Ors) completarán el elenco vocal.
La novela El abrecartas
Tras seis títulos operísticos firmados por Luis de Pablo, este último siempre se concibió como una especie de ‘testamento vital’. Está basado en la novela homónima de Vicente Molina Foix, obra que se llevó el Premio Nacional de Narrativa en 2007. En palabras del autor, se trata de una ‘anti-epopeya coral amarga’…‘llena de meandros y surcada por figuras reales y ficticias de la España del siglo XX.
Estas intercambian versos y amenazas y se escriben cartas de amor y mensajes secretos que no llegarán a su destino, aunque otros los leerán y manipularán’. La partitura de El abrecartas abarca únicamente las primeras 220 páginas del libro, que corresponden a la primera mitad del pasado siglo y a la época más aciaga de la novela.
La historia parte de una foto antigua del colegio de Fuente Vaqueros en la que aparece Federico García Lorca. Tiene 6 o 7 años y viste de blanco, junto al resto de los alumnos. Así, Molina Foix creó una novela epistolar en la que da vida a uno de los niños anónimos del retrato, al que llama Rafael, que crece fascinado con el poeta.
Junto a él germina un universo ficcional plasmado a través de cartas, misivas, notas, informes policiales y documentos de personajes reales. Aparecen figuras como García Lorca, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández, Eugenio D’Ors o Andrés Acero. Los acompañan personajes ficticios en un mundo tenebroso e inquietante que les obliga a ocultar sus pensamientos, sentimientos y pulsiones sexuales.
La ópera El abrecartas
Para la dirección de escena, Xavier Albertí ha creado una dramaturgia que evoca los ‘espacios mentales’ de los protagonistas. Estos se ven enfatizados con las atmósferas lumínicas de Juan Gómez Cornejo y se sobreponen en una escenografía metafórica diseñada por Max Glaenzel. El vestuario de Silvia Delagneau sugiere, como el decorado, la vida entre muros, trincheras y escondites durante la primera mitad del siglo XX.
Asimismo, las reminiscencias epistolares salen del papel y viven con la música de Luis de Pablo. Es descriptiva, anclada a la tradición musical española y a la prosodia del castellano hablado de óperas anteriores. Así, a lo largo de la historia se suceden seis escenas concebidas como retazos de vidas, un mosaico lleno de contrastes y una escritura orquestal casi camerística, pero dotada de una rica paleta de colores.
El abrecartas constituye en sí mismo un homenaje a la literatura española, desde el Siglo de Oro español hasta la Generación del 27. Así, en esta última ópera, Luis de Pablo, ya octogenario, mira con indulgencia, dolor y nostalgia los tiempos convulsos en que España se desgarró. Lo hace loando e igualando las voces de grandes escritores y las de seres anónimos, con la serenidad de saberse en otro tiempo mejor y más luminoso.
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