Por Ángel Tomás Lázaro
‘La música solo puede estar viva realmente si hay auditores que estén realmente vivos. Escuchar atentamente, escuchar conscientemente, escuchar con toda nuestra inteligencia es lo menos que podemos hacer en apoyo de un arte que es una de las glorias de la humanidad’
Aaron Copland
Música clásica: ¿algo del pasado o un reto ventajoso?
La música clásica es un tesoro cultural que ha inspirado e inspirará a generaciones. Su belleza, profundidad y complejidad la convierten en una forma de arte verdaderamente fascinante.
Ofrece una experiencia artística que puede ser tanto personal como universalmente significativa. Aborda una amplia gama de temas que son fundamentales para la realidad humana, incluidos la cultura, el conocimiento, la experimentación emocional, la exploración espiritual, los planteamientos filosóficos y la búsqueda de belleza. Ha sido objeto de reflexión y debate debido a su enorme impacto sobre nosotros y su capacidad para comunicar ideas y significados de manera abstracta. Es capaz de llevar al oyente un viaje emocional, intelectual y espiritual apasionante.
Una inmersión en la música clásica es un reto con interesantes contraprestaciones, aporta una serie de amplios beneficios físicos, emocionales, mentales y sociales que pueden contribuir al bienestar y enriquecer la vida de quién la escucha. Constituye una fuente de sabiduría y disfrute. Muchas investigaciones desde distintas ramas de la ciencia abalan su influencia positiva sobre las personas. ¿Qué nos puede facilitar y amplificar su apreciación y disfrute? Es evidente que una aproximación interactiva en la que el oyente realice una inmersión con atención plena, en propuesta de Aron Copland escuchar conscientemente con toda nuestra inteligencia y sensibilidad es lo menos que podemos hacer por el bien de la música, pero también, y especialmente por el nuestro.
¿Cómo aprendemos a escuchar activamente? Musicosophia es la primera escuela internacional que ofrece formación para oyentes de música clásica, y en su seno ha surgido un nuevo protagonista en la música clásica: la persona capaz de realizar una dirección de oyentes. Veamos algunos aspectos de esta figura emergente, qué papel juega, qué es lo que hace y cuáles son sus rasgos profesionales. Un aspecto importante es que facilita la democratización de audiencias. En paralelo se desarrolla el oyente activo y creativo, aquel individuo comprometido con la escucha.
Dirección de oyentes
El término ‘director de oyentes’ aún no es utilizado en el ámbito de la música clásica, tiene como objetivo hacer que la experiencia de escucha de la audiencia sea significativa. Trabaja para facilitar una conexión profunda entre la obra interpretada y el corazón del público. Es un profesional dedicado a proporcionar orientación, conocimiento y estímulo para que los oyentes puedan disfrutar, comprender y apreciar más plenamente las obras musicales.
Está especializado en el arte de escuchar y en dirigir la escucha activa mediante audiciones creativas. Se ha formado en el dominio de una serie de técnicas y recursos específicamente diseñados para el oyente, en los que desempeña un papel importante la elaboración de una partitura para el oyente, llamada melorrítmia. Comparte su conocimiento, pasión y entusiasmo para lograr Implicar al oyente en una vivencia de escucha inspiradora, y enriquecedora. No explica la música, la hace vivir.
Es clara la necesidad de facilitadores que guíen a los oyentes en la apreciación de la música clásica. El director de oyentes de música clásica desempeña un papel crucial para que la escucha sea emocionalmente resonante, aporte conocimiento relevante y se democraticen las audiencias. Al proporcionar un medio accesible hacia la música clásica para el público en general, sin necesidad de tener conocimientos musicales, y una nueva forma de explorar la música para los especialistas y melómanos, puede inspirar a nuevas audiencias a explorar y comprometerse con este género musical.
El director en acción
El director de oyentes realiza diferentes acciones a lo largo de las distintas fases del desarrollo de su actividad artística:
Antes de la audición creativa:
- Selecciona la obra.
- Investiga sobre ella y el compositor.
- Valora distintas interpretaciones.
- Analiza su estructura formal.
- Reconoce los recursos de su expresividad.
- Crea y diseña la melorritmia y la experimenta.
- Reflexiona sobre ella y sobre su resonancia.
- Valora la creatividad y expresividad del compositor y del intérprete.
- Planifica una estrategia de transmisión y de comunicación con la audiencia.
- Desarrolla el material para su presentación.
Durante la audición:
- Orienta la audiencia analítica sobre los distintos aspectos de la composición para descubrir la estructura formal.
- Ayuda a identificar y diferenciar los elementos expresivos escuchando las propuestas de la audiencia.
- Dirige la puesta en marcha de la melorritmia y propone el gesto musical.
- Emplea las estrategias planificadas para que la audiencia se conecte con la música y proponga soluciones.
- Proporciona información relevante sobre la obra.
Después de la audición:
- Facilita el material elaborado durante la audición creativa.
- Invita a la propia reflexión.
- Fomenta la comunidad de oyentes.
Rasgos profesionales
Cabrían destacar los siguientes:
- Enfoque en la audiencia y democratización del acceso: su objetivo principal es facilitar la comprensión y el disfrute de la música clásica, haciendo que sea más accesible, emocionante, inclusiva y relevante para una audiencia más amplia y diversa.
- Habilidades de comunicación y creatividad en la presentación: es capaz de comunicar conceptos musicales de manera clara y accesible. Transmite su pasión y conocimiento de manera creativa y logra que se produzca una resonancia en la audiencia.
- Creación de experiencias de escucha significativas: puede diseñar y presentar experiencias de escucha únicas que conecten de forma esencial con el público.
- Compromiso con la educación musical: se siente comprometido con la educación musical y se adapta a las necesidades y los intereses de diferentes grupos de oyentes, desde principiantes hasta melómanos experimentados.
- Promoción de la música clásica: promueve la música clásica en la sociedad, organizando eventos o colaborando con instituciones culturales.
- Desarrollo de comunidad: puede fomentar la creación de una comunidad de amantes de la música donde los oyentes clásicos puedan conectarse, y promover el intercambio de ideas.
- Ofrece orientación interpretativa: la música clásica es rica en matices y significados. Puede ofrecer orientación interpretativa, ayudando a los oyentes a descubrir y apreciar las sutilezas y profundidades de la música.
Líneas de actuación
Puede desarrollar distintas actividades musicales como son:
Audiciones creativas dirigidas:
Presenta audiciones guiadas con pautas y sugerencias sobre cómo escuchar de manera activa y profunda la música clásica, destacando elementos como la estructura, las melodías, las fuerzas musicales, la instrumentación y la expresión emocional. Los participantes pueden experimentar con el flujo y las dinámicas musicales, y valorar lo que encuentran.
Actividades de audiciones creativas para familias:
Desarrolla de actividades dedicadas a un público infantil y sus familias, donde se generan procesos lúdicos de aprendizaje, apreciación y disfrute de la música clásica.
Colaboraciones con instituciones educativas:
Puede establecer colaboraciones con escuelas, universidades y otras instituciones educativas para desarrollar actividades educativas o extracurriculares que fomenten el interés por la música clásica entre los estudiantes. Diseñar programas educativos específicamente dirigidos a estudiantes de diferentes edades, que incluyan actividades prácticas, materiales didácticos y recursos para fomentar el interés y la participación en la música clásica desde una edad temprana.
Participación con otras organizaciones en eventos y festivales:
Participa en eventos comunitarios y festivales de música clásica, donde se planteen actividades interactivas. Colaborar con artistas, compositores, intérpretes, organizaciones culturales y empresas locales para organizar eventos y actividades que promuevan la música clásica y su apreciación en la comunidad. Como preparar audiciones de conciertos que se van a producir en un evento determinado.
Actividades en línea:
Desarrollar actividades divulgativas en plataformas en línea, como transmisiones en vivo de audiciones, clases magistrales virtuales, podcasts, webinars y blogs, para llegar a un público más amplio y diverso.
Promoción y difusión de la música clásica:
A través de medios de comunicación tradicionales y digitales, colaborando con artistas, instituciones culturales, emisoras de radio, plataformas de streaming y otros agentes del sector para aumentar la visibilidad y el interés en este género musical.
Audición activa y creativa
La escucha activa de música clásica requiere una participación consciente y comprometida con la música; sumergirse en ella prestando atención a los detalles musicales y emocionales de manera intencional y reflexiva. Implica plena atención, exploración de los matices expresivos, comprensión contextual, conexión emocional, reconocimiento de la estructura musical y valoración de la interpretación artística. Es un proceso que supone una combinación de concentración, conocimiento, curiosidad, emoción y reflexión que lleva a conectarse más plenamente con la belleza y el poder de la música. En un momento de la escucha la melorritmia va a ser interpretada mediante la expresividad de las manos y a la vez conscientemente se reconoce la arquitectura musical y la evolución de la acción sonora, de modo que cuerpo, mente y corazón se sincronizan.
Se trata de experimentar la música, dejando que las sensaciones que evocan hablen por sí mismas. El oyente adopta una actitud activa, creativa, sensible e inteligente, permitiendo que la música lo inspire e incluso lo transforme a nivel personal. Se vive como una forma de expresión emocional, exploración intelectual y conexión espiritual con la obra, su contenido y el universo que abre el compositor.
Oyente en acción
La persona que se involucra en el proceso de escucha, vive la música de un modo especial:
- Interactúa mentalmente, explora activamente y entabla un diálogo musical: se sumerge en la música activa, explorando los amplios recursos sonoros que se le presentan.
- Disfruta del proceso: disfruta del viaje de descubrimiento que ofrece la escucha activa.
- Desarrolla su capacidad de análisis, de identificación de motivos y temas y de exploración estructural: reconoce los motivos y los temas principales. Analiza la estructura formal para comprender cómo se construye y se desarrolla una composición.
- Aprecia las dinámicas: practicando la escucha repetida, atendiendo a distintos valores expresivos como silencios, timbres, volúmenes, diálogos…
- Busca conexiones: Encuentra conexiones entre diferentes obras musicales, compositores o períodos, y entre la música y otros aspectos de la vida.
- Vive una exploración emocional: la música clásica tiene la capacidad de evocar una amplia gama de emociones.
- Se desarrolla personalmente y experimenta resonancia con la música: Permite que la música resuene de manera personal, haciendo eco de las propias experiencias para contribuir a su crecimiento personal.
- Interactúa con otros: el oyente puede participar en discusiones y compartir sus experiencias musicales.
- Siente disfrute estético: encuentra placer estético en la belleza y la profundidad de la música clásica, apreciando su capacidad para elevar el espíritu y enriquecer la vida humana.
- Desarrolla su inteligencia y conocimiento musical: manejar conceptos clave puede ayudar a comprender mejor lo que se escucha. La práctica favorece el desarrollo de la inteligencia musical.
- Se abre a nuevas experiencias: está dispuesto a explorar diferentes estilos, compositores y períodos musicales. Permite que la música le lleve a lugares emocionales y mentales inesperados.
- Fomenta su imaginación y creatividad: puede encontrar una fuente de inspiración en la música. Es capaz de expresar sus percepciones sobre la música de modo creativo.
- Realiza una reflexión filosófica y búsqueda de significado: reflexiona sobre lo que le ha impactado y lo que ha encontrado. Las composiciones clásicas a menudo exploran preguntas profundas sobre la existencia, la espiritualidad y la trascendencia.
- Participa de un continuo aprendizaje, exploración y descubrimiento: está constantemente explorando nuevas obras, nuevas interpretaciones y nuevas experiencias musicales.
La dirección de oyentes, la práctica de la escucha activa y el oyente creativo conforman un nuevo paisaje en el panorama musical, que espero y deseo se desarrollen cada vez más, a la vez que sea más reconocido su papel. Es importante valorar la ayuda que puede ofrecer en la democratización de audiencias. La práctica del arte de la escucha que lleva por nombre Musicosophia, fue fundada en 1979 en Alemania por el musicólogo George Balan, él fue el primer director de oyentes. Está presente en varios países de Europa como Austria, Italia, Francia, Suiza, y también de Latinoamérica como México, Colombia y Venezuela.
Hacerse oyente activo es formar parte de un proceso creativo que no tiene fin. Como cierre unas significativas palabras de Otto Klemperer: ‘¿Y dónde termina la música? La música es infinita, es el lenguaje del alma’.
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