
Dianto Reed Quintet es un quinteto de cañas formado por María González (oboe), Ovidi Martí (saxofón), María Losada (fagot), Erik Steven Rojas (clarinete bajo) y María Luisa Olmos (clarinete). Han recibido el Premio Ensemble Emergente FestClásica 2024 y han sido seleccionados para la programación de AIEnRuta-Clásicos 2024.
Por Manuel Pacheco
¿Cuáles fueron los orígenes de Dianto?
Erik: Empezamos en la época de la COVID. Hay un grupo de quinteto de cañas bastante famoso en Holanda, Calefax, que fueron profesores de Ovidi, nuestro saxofonista, y él me propuso crear nuestro propio quinteto. Nos pusimos como primer objetivo el Grachtenfestival Conservatorium Concours, que es un evento importante de Ámsterdam, y pensamos en completar el quinteto con músicos españoles. O, en este caso, españolas.
¿De dónde surge esta inquietud por plantear formatos alternativos para vuestros conciertos?
María Losada: Empezamos con ello por casualidad. Estábamos en pandemia y no había motivación para nada, así que nos pusimos como objetivo participar en el concurso del Grachtenfestival. Eran tres fases, y a medida que íbamos pasando —nos sorprendía, porque acabábamos de montar el grupo— nos planteamos tocar de memoria para la final. Lo hicimos, y nos dimos cuenta de que eso nos permitía jugar con la música: si hay un solo, uno puede ir hacia delante, etc. Así empezamos, sin querer, a hacer un poco de performance. Nos dimos cuenta de que eso gustaba mucho y de que a nosotros nos permitía romper esa barrera de tener un atril y estar un poco desconectados del público. Según fuimos añadiendo minutos al repertorio, lo manteníamos todo de memoria, y nos empezamos a ver con una coach que nos ayudaba a aumentar la parte teatral. Desde aquello, que fue a principios de 2021, hemos hecho otros proyectos. Hemos trabajado con la Filarmónica de Luxemburgo en un proyecto para niños, que es algo muy teatral —vas disfrazado y haciendo cosas—, o con la Jeunesse-Oorkaan-Academy, que también trabaja de esta manera. Ahora estamos encontrando este balance entre la calidad musical, que no queremos que baje, e implementar algo de performance para hacerlo más rico para el público. Uno de nuestros objetivos es atraer a público que no está acostumbrado a escuchar música clásica, público joven. A nosotros también nos gusta, eso ayuda.
Trabajáis con arreglos que adaptan las partituras a las características de vuestra formación. ¿Soléis escribirlos vosotros, colaboráis con algunos arreglistas en concreto, los materiales son accesibles…?
Ovidi: Empezamos tocando arreglos del quinteto Calefax, que son muy accesibles. Se pueden encontrar en su página web y son bastante económicos. Con eso estuvimos funcionando bastante tiempo, hasta que empezamos a hacer nuestros primeros arreglos transcribiendo partituras de quinteto de viento para quinteto de cañas. Eso fue sencillo, porque prácticamente solo había que cambiar dos voces. A la hora de dar forma a nuestros proyectos y adaptar, por ejemplo, El amor brujo o La vida breve, nos dimos cuenta de que necesitábamos ayuda y empezamos a trabajar con varios arreglistas. Tuvimos suerte porque desde el principio nos entendimos bastante bien, comprendieron bien la formación. Ahora seguimos trabajando con tres o cuatro arreglistas para las cosas más complicadas, y nosotros hacemos algunos arreglos, aunque mucho más sencillos. Tenemos a Erik haciendo sus pinitos, y si decimos ‘esta versión no funciona’, vamos haciendo cambios e igual al cuarto ensayo ya sale.
Entre los galardones que habéis recibido está el Primer Premio del Concurso Juventudes Musicales de España en 2023. ¿Qué suponen estos reconocimientos para la trayectoria del grupo?
María Luisa: Los premios en España implican ir entrando poco a poco en el país. Somos un quinteto con sede en Holanda, y aunque tenemos conciertos en Alemania, Luxemburgo o Bélgica, el grueso de nuestras actuaciones es en Holanda. Pero somos cinco españoles, y siempre tenemos la cosa de que queremos hacer más en casa. Ganar concursos como el de Juventudes Musicales, FestClásica [Asociación Española de Festivales de Música Clásica] o el de la AIE [Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes de España] nos abre puertas. Con FestClásica tocamos en grandes festivales de España, lo cual está muy bien, y con Juventudes o AIE vamos más a salas pequeñas de distintas partes de España. De aquí a diciembre tenemos diecisiete conciertos en España. Lo cual nos permite decir: ‘aquí está Dianto, somos españoles, que no se olvide’. Para los holandeses somos españoles, y en España, como vivimos en Holanda, también somos extranjeros. Al principio nos estaba costando un poco entrar en el panorama español, pero ahora se están abriendo puertas.
Como habéis mencionado, a finales del año pasado recibisteis el Premio Ensemble Emergente FestClásica 2024, que además de una dotación económica cuenta con una gira por diversos festivales. ¿Qué lugares de España visitaréis?
María González:Empezamos en agosto, estamos en la Quincena Musical de San Sebastián, tanto en San Sebastián como en Álava, y también en el Festival Internacional de Santander. En septiembre tenemos el Festival Otoño Musical Soriano, y el Festival de Música Española de Cádiz en noviembre. Esos son los confirmados de momento.
¿Qué podéis contarnos del programa ‘Pour la posterité‘ con el que habéis ganado este premio?
Ovidi: Empezamos siendo un grupo de cámara que intenta hacer algo distinto a lo tradicional, tocar sentados, vestidos de negro, etc. El primer programa que hicimos fue ‘Identidades’, con música española y recitados de Lorca. Después intentamos conectar con otra disciplina, la pintura. Pensamos en Picasso, que trabajó en los ballets rusos de Diáguilev como escenógrafo y creando atrezo y vestuario. Se nos ocurrió coger estos ballets y con ayuda de un diseñador intentar recrearlos, pero aquello no fue posible.
María Losada:Picasso está relacionado con los tres autores del programa —Stravinski, Satie y Falla— porque trabajó en los ballets de Pulcinella, Parade y El sombrero de tres picos, que son las tres obras que tocamos. Hubo muchos cambios porque tuvimos problemas con los derechos de Picasso, y porque hubo un flujo de ideas con los videoartistas. Lo que quedó al final es que por cada obra que tocamos pasan diferentes cosas en las proyecciones. El que hizo los vídeos trabajó con una diseñadora que retrató a las musas de Picasso, y también se ven textos en los que se leen sus ideas sobre el arte, el amor, etc. Hay un hilo conductor que es Pour Picasso, una obra muy breve que escribió Stravinski para clarinete, y que tocamos cinco veces, una vez cada uno. Y también mezclamos algo de inteligencia artificial, lo que está pasando hoy en día con el arte. Lanzamos la pregunta de si sigue siendo arte si no hay seres humanos implicados.
¿Está relacionado este interés por los formatos alternativos con el hecho de que seáis una formación poco habitual, como es el quinteto de cañas?
Erik: Como músicos, tenemos la música en primer plano, pero siempre tratamos de hacer algo interdisciplinar. En este caso tocó el tema de los vídeos, fue un reto grande trabajar con artistas visuales y con la manera en que ellos ven el proyecto. Siempre intentamos hacer un stage concert, y cada año procuramos hacer un proyecto propio. Somos un quinteto que no es común, tenemos que hacer los arreglos y que pensar cómo queremos desarrollar a otros niveles el grupo. En Holanda se estila mucho que los grupos hagan proyectos, y esto tiene muchas áreas que cubrir: lo musical, pero también la producción, que tiene todo un equipo detrás. Nosotros estamos en ese proceso, este es el equipo [risas].
María Losada: Hay que añadir que lo hacemos alrededor de un concepto, intentamos buscar un porqué.
Ovidi: También es importante mencionar que con la música que hacemos proponemos nuestra versión. Si alguien viene a un concierto esperando escuchar Pulcinella como en una orquesta, que vaya a escuchar una orquesta. Somos un quinteto de cañas, intentamos ofrecer una versión diferente. A la gente a veces no le gustará, pero el repertorio clásico no está escrito para quinteto de cañas, que es una formación que tiene treinta y seis años de historia. A los puristas a veces les choca, pero es lo que hay y tenemos que seguir nuestro camino.
Erik:Estamos apostando por crear un repertorio para el quinteto de cañas. Y también por incluir nueva música, porque en cada proyecto que hacemos metemos siempre una obra de un compositor nuevo, casi siempre joven. Damos esa visibilidad a los compositores, creo que eso también es importante. Para el futuro intentamos crear nuestra marca, y también establecer el quinteto de cañas en España. El Conservatorio Superior de Música de Aragón, por ejemplo, ya tiene algún quinteto de cañas que ha empezado a tocar y nos han pedido partituras.
Recientemente habéis sido seleccionados para la programación 2024 de AIEnRuta-Clásicos 2024, en esta ocasión con el programa ‘Identidades: la magia del Duende’.
Maria Luisa: Es el primer programa que hicimos en Holanda que fue totalmente nuestro, con música que nosotros elegíamos. Pensamos en hacer algo que de verdad nos llegase, y decidimos hacer un programa de música española: Granados, Falla, Albéniz. Aquí las dos artes que combinamos son la poesía y la música. El escenario es como si fuera un salón, hay una mesa con vasos, sillas, una lámpara, y vamos uniendo la música con recitados de Lorca que hablan del duende. Él tiene una conferencia que se llama ‘Juego y teoría del duende’ en la que da su propia versión del duende; todos sabemos que es algo que no se puede explicar, es algo muy español, sobre todo muy del sur y del flamenco, y la gente sabe lo que es, pero no lo puede definir. Nuestra idea es que a través de la música clásica y de las palabras de Lorca se pueda encontrar el duende en nuestra actuación.
María Losada: Intentábamos no irnos al cliché español, con la música que ya se conoce. Mezclamos música muy conocida, como La vida breve, con otras no tan conocidas aquí o en España. Tocamos una obra de Tomás Luis de Victoria, música gallega, el cant valencià… Intentamos tocar lo nuestro. Nosotros sentimos el duende porque conectamos mucho con esa música, y el público generalmente lo hace.
María Luisa: Y metemos obras nuevas. Esta vez, un compositor holandés que se llama Primo Ish-Hurwitz nos compuso una pieza que fue el hilo conductor. Nos escribió tres preludios a El amor brujo. Al principio tocamos el primero, por el medio tocamos el segundo, y casi al final tocamos el tercero, que está hecho de tal manera que acaba y cae en El amor brujo.
Tenéis sede en Ámsterdam, pero mantenéis una intensa actividad concertística en Europa y, ahora, en España. ¿Cómo os organizáis para gestionar todos estos compromisos?
María González: Como se puede.
María Losada: Sí, estamos aprendiendo. Nos dimos cuenta de que una parte de la inversión del tiempo es gestionar todo lo que no es tocar. Hay que ensayar, pero hay muchas horas de oficina: finanzas, marketing… Hay muchas cosas detrás, y lo hacemos nosotros. Tenemos repartidas algunas tareas, y luego hay algunas que no están definidas y decimos ‘¿quién hace esto?’. También estamos aprendiendo a decir que no. Al principio te sientes obligado a decir que sí a todo, tienes miedo porque piensas que es la última vez que te van a llamar. Pero una parte importante de lo que estamos haciendo ahora es decir que no, esto no compensa ni por tiempo, ni por esfuerzo, ni económicamente. Estamos aprendiendo a priorizarnos a nosotros, como grupo.
¿Cuáles serán los próximos proyectos de Dianto?
Erik:Tenemos borradores de algunas ideas, y sobre esto trabajaremos los próximos cuatro años. Nos obligamos a tener una agenda y seguir unos pasos. Para el proyecto que viene nos hicimos test de ADN, y de ahí salieron diferentes regiones del mundo: Italia, Ecuador, los Balcanes… Como el tema de las migraciones es algo tan actual, queremos hacer un proyecto en el que podamos contar la historia de la gente que ha migrado —hay, por ejemplo, una historia muy conocida de unas mujeres en México que lanzan bolsas de comida a los que van en el tren que se llama ‘la Bestia’, que va a Estados Unidos—. Intentamos también hacer una reflexión sobre por qué se migra, si es por amor, por la guerra, por la situación económica. Vamos a contar con dos compositores, un iraní que se llama Ramin Amin que nos va a hacer una obra de folclore iraní, y una compositora de jazz que se llama Fuensanta Méndez.
Ovidi: Antes de eso haremos un proyecto en colaboración con la Filarmónica de Luxemburgo. Iremos a tocar al Elbphilharmonie de Hamburgo y haremos también conciertos en Luxemburgo. Va a ser un programa para niños, vamos a trabajar con un director de escena, Dan Tanson. Aún no sabemos la música que vamos a hacer, pero los conciertos están cerrados y tenemos muchas ganas.
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