¿Enseñanza musical online? ¿Es posible adaptar la educación musical a las nuevas formas de consumo sin perder su esencia? ¿Se enfrenta la enseñanza de música a un reto real o es solamente una evolución más, como en todas las etapas de la historia? ¿Qué necesita estudiar el ‘nuevo músico’ para atender a las demandas profesionales actuales?
Por Beatriz Amorós Sánchez
Directora del Área de Música de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
El acceso a la información ha sufrido una transformación radical en la sociedad actual gracias a la revolución digital. Las redes sociales han emergido como una de las principales fuentes de información para gran parte de la población, alterando la manera en que consumimos, interpretamos y compartimos datos.
En décadas pasadas, los medios tradicionales como la televisión, la radio y los periódicos dominaban el panorama informativo. Sin embargo, la llegada de las redes sociales, los podcasts y las plataformas de streaming ha descentralizado el control de la información. Ahora, cualquier persona con un teléfono móvil puede convertirse en emisor de noticias, opinador o crítico, contribuyendo a un flujo constante y diverso de contenido.
Así, TikTok se ha consolidado entre los más jóvenes como un fenómeno cultural y una fuente de información clave que no solo ofrece entretenimiento, sino también noticias, consejos y reflexiones sobre temas de actualidad. Otras redes como Instagram y X le siguen de cerca en esta carrera, con un público generalmente más adulto que no abandona del todo los medios tradicionales, pero que empieza a unirse a esta tendencia. La inmediatez y la capacidad de personalización del contenido han hecho de estas plataformas una herramienta poderosa para informar y educar a las nuevas generaciones, porque no solo se educa en el aula. Aunque esta evolución también trae consigo desafíos que las enseñanzas actuales deben tener muy presentes.
Tener acceso a esta cantidad ilimitada de información no garantiza, por sí solo, una buena educación ni un conocimiento profundo. Sin una guía adecuada para filtrar el contenido, existe el riesgo de que la información sea poco fiable o que la sobreinformación conduzca a la desinformación o a una falsa creencia de conocimiento. Así que la clave está en entender el contexto y aprovechar las oportunidades que ofrecen estas herramientas, sin olvidar sus limitaciones. Y, sin duda, esto también exige una adaptación en la enseñanza y el aprendizaje reglado. Los educadores y las instituciones deben reconocer esta realidad y su papel debe evolucionar en consecuencia. De hecho, la música y el arte han jugado históricamente un papel crucial en el fomento del pensamiento crítico y la expresión y, teniendo en cuenta el panorama planteado, es crucial que estas ramas se potencien más que nunca.
En este nuevo panorama, el desafío para la educación musical es doble: por un lado, mantener la esencia y beneficios que otorgan la práctica en vivo y, por otro, aprovechar las oportunidades que nos brinda la realidad actual, las nuevas formas de consumo y la tecnología. Este enfoque dual puede ayudar a formar músicos versátiles, capaces de moverse con fluidez entre lo tradicional y lo contemporáneo y adaptarse al concepto del ‘nuevo músico’.
El ‘nuevo músico’
Otro de los conceptos que ha evolucionado considerablemente en la sociedad actual es el del músico. Tradicionalmente, era una figura vista como un intérprete o creador cuya principal preocupación era la técnica y el dominio de su instrumento. Sin embargo, en la actualidad, el ‘nuevo músico’ debe abarcar un conjunto mucho más amplio de habilidades y conocimientos que van más allá de la música en sí misma y que contemplan la habilidad de gestionar el mundo multimediático al que nos referimos. Este cambio responde a las demandas de una industria musical en constante transformación, donde la autogestión y la versatilidad son clave para el éxito.
Una de las principales atribuciones que debe tener un músico hoy en día es la de ser capaz de gestionar su propia carrera. Esto implica adquirir competencias en áreas como la gestión, la comunicación efectiva, la negociación de contratos, la construcción de su imagen profesional y la administración de sus finanzas, entre muchas otras cosas. Y, de hecho, es posible que el músico encuentre en alguna de estas tareas su nueva vocación, es decir, aquello que le vincula a la industria musical y a lo que prefiere dedicar su vida profesional, dejando en segundo plano la interpretación.
Por otro lado, otro aspecto distintivo de la vida del músico actual (o el profesional del sector musical) es la falta de rutinas regulares. Las horas de trabajo pueden variar considerablemente dependiendo de la época del año o del momento de su carrera, obligándolo a adaptarse a circunstancias que no dependen de sí mismo y que dificultan todas estas exigencias que se le piden desarrollar al ‘nuevo músico’.
Las nuevas formaciones
Desde la incorporación de la música a los programas universitarios, la oferta educativa en este campo ha experimentado una expansión notable. Lo que antes estaba limitado a conservatorios y academias especializadas, centrado principalmente en la formación clásica y la interpretación, se ha diversificado enormemente. Las universidades han abierto nuevas puertas, permitiendo una formación mucho más amplia y variada, adaptada a las necesidades y tendencias de la industria musical contemporánea. Ya no es raro encontrar títulos superiores sobre jazz, producción musical o representación artística.
Pero esta diversificación no solo responde a las nuevas demandas, sino que también enriquece el panorama académico y profesional de la música. Los estudiantes tienen la oportunidad de especializarse en áreas que antes no se consideraban parte del currículum formal, integrando conocimientos técnicos, tecnológicos y culturales que les permiten abordar la música desde múltiples perspectivas. Además, la inclusión de estas nuevas ramas musicales en la universidad fomenta la investigación y, en consecuencia, el desarrollo del conocimiento musical en general.
Aprender en streaming
En todo este escenario, la educación musical online reglada ha supuesto una gran solución para muchos, ya que no solo complementa la formación tradicional, sino que se convierte en una herramienta fundamental para capacitar a los músicos en los diversos aspectos de su profesión y adaptarse a las exigencias actuales desde cualquier lugar del mundo, en cualquier momento y utilizando los medios con los que interactúan en su día a día los estudiantes.
Del mismo modo, la formación online de música permite a los docentes combinar su labor educativa con una carrera profesional activa, impartiendo clases sin limitaciones geográficas y pudiendo compaginarlo con sus eventos musicales. Los estudiantes se benefician de esta conexión directa con el mundo profesional y el acceso a expertos con carreras internacionales, que pueden llegar a sus aulas sin necesidad de desplazarse. El hecho de ser una formación en línea permite seleccionar a los mejores profesionales sin importar donde se encuentren, acercando el talento a todas partes.
Y, volviendo a la idea inicial del artículo, este método de enseñanza se acerca también a la nueva forma de consumo de información, suponiendo una alternativa cercana, rigurosa y fiable a las fuentes de conocimiento menos recomendables.
El Área de Música de UNIR
Prueba de este interés in crescendo por la formación musical en streaming es el Área de Música de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Esta universidad, que comenzó su andadura en 2008 con una metodología 100 % online y que no ha dejado de crecer desde entonces, tiene el Área de Música de mayor volumen de toda la comunidad universitaria de habla hispana. Cuenta actualmente con más de mil alumnos matriculados por curso académico y con más de cien profesores repartidos por todo el mundo, divididos en las ocho titulaciones oficiales que ofrecen formación sobre composición musical, musicología, pedagogía musical, musicoterapia, jazz y músicas modernas, gestión o la investigación musical.
Una de las claves es, sin duda, su metodología de enseñanza. Se trata de una metodología de docencia en línea donde el docente imparte las clases en directo, en lugar de utilizar lecciones pregrabadas. Esto permite una interacción del alumno con el profesor que fomenta un aprendizaje más dinámico y personalizado, permitiendo resolver dudas en tiempo real, recibir retroalimentación inmediata y participar en debates y actividades colaborativas. Esta interacción en vivo enriquece la experiencia educativa al crear un entorno más cercano y participativo, similar al de una clase presencial, pero con la flexibilidad que ofrece el formato online. Además, todo ello se complementa con algunas actividades presenciales que enriquecen la experiencia del alumnado.
Dentro de esas actividades presenciales destacan el concierto de Laureados en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid o las grabaciones orquestales de los alumnos de composición, los cuales componen sus piezas originales poniendo en práctica todo lo aprendido en clase y guiados por compositoras de renombre como Zulema de la Cruz o Cristina Pascual. Una vez finalizadas, esas obras se interpretan y graban con una orquesta profesional. El alumnado, ya sea asistiendo presencialmente a la sede de la grabación o mediante una conexión virtual, tiene la oportunidad de trabajar ‘mano a mano’ con el director y con los músicos del conjunto para ir construyendo su obra y aportando su visión a la grabación final. Desde que se inició esta actividad, ya se han grabado más de 1.500 obras originales, interpretadas por la Orquesta y Coro Filarmonía de Madrid, y compuestas por alumnos del Grado en Música, que coordina Emmet Crowley, y del Máster en Composición Musical con Nuevas Tecnologías, que coordina Diego Abarca.
En las actividades presenciales destacan también las prácticas de Musicoterapia, que dotan a los alumnos de las habilidades necesarias para el desarrollo de su profesión; y las MUTtalks, jornadas de emprendimiento para musicoterapeutas ideadas por David Gamella, referente en la disciplina y coordinador del Máster en Musicoterapia de UNIR. Estas jornadas, de gran valor para la comunidad musicoterapéutica, son esenciales para el desarrollo de esta profesión emergente y una muestra más del compromiso de Gamella y del Área de Música de UNIR con la innovación formativa y la mejora continua de la experiencia de aprendizaje.
Otra de las claves del éxito es la colaboración con instituciones referentes en el sector musical. Dentro de la música clásica, el Área de Música de UNIR trabaja con instituciones como el Teatro Real, con quien lleva a cabo proyectos de investigación conjunta y con quien ha compartido eventos como el del pasado mes de julio en torno a Madama Butterfly. En este se invitó a distintos expertos de la universidad al Real Teatro del Retiro para comentar la famosa obra de Puccini, en cartel en ese momento, desde una mirada transdisciplinar y puntos de vista poco comunes.
Dentro del entorno de la industria de la música de actualidad, destaca la colaboración con BIME PRO, el encuentro internacional de la industria musical referente en el sector. UNIR no solo colabora como patrocinador en este evento, sino que además beca a sus mejores alumnos para poder asistir presencialmente a las ediciones de Colombia y España; todo ello gracias a la iniciativa del coordinador del Máster de Gestión Empresarial de la Industria Musical de UNIR, Jon Icazuriaga. Estas acciones acercan al alumnado a la realidad profesional de una forma directa y en contacto con los operadores del sector.
Otra de las colaboraciones más reseñables del Área de Música de UNIR son los certámenes, sumándose al compromiso de estos por abrir nuevas oportunidades para los jóvenes músicos en formación. Destaca el patrocinio al Concurso Internacional de Piano ‘Premio Jaén’, con la participación de Zulema de la Cruz como colaboradora de UNIR; y a Intercentros Melómano, apoyando tanto su Premio de Composición Fundación SGAE como el Premio de Interpretación para Solistas, en el que además ha participado como jurado Víctor Padilla, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de UNIR.
Del mismo modo, la investigación es clave en este contexto académico. Los docentes no solo deben estar al día de los avances en sus materias, sino que además tienen la responsabilidad de difundir su trabajo de manera que otros puedan aprovecharlo y crecer juntos. En este sentido, el Área de Música de UNIR cuenta con una revista de investigación propia para la Musicoterapia y tres proyectos de investigación que abarcan las distintas ramas de conocimiento del Área, donde destaca Manuel Tizón, coordinador del Máster en Investigación, como investigador principal de uno de los grupos. Los docentes participan en los congresos de mayor envergadura en sus campos, como Eulàlia Febrer, subdirectora del Área de Música y coordinadora del Máster en Musicología, actual miembro de la junta directiva de la Sociedad de Etnomusicología (SIBE). Además, Edith Alonso, catedrática de UNIR, y Lluís Capdevila, coordinador del Máster en Jazz y Músicas Modernas, han recibido la Beca Leonardo de la Fundación BBVA por sus respectivos proyectos, una de las distinciones más reconocidas para investigadores y creadores culturales. El Área de Música de UNIR también se vincula a espacios de referencia como el Grove Music Online, la enciclopedia de música en línea más relevante, con el docente de UNIR David Ferreiro como miembro del comité asesor.
Por último, cabe destacar que actualmente la enseñanza musical es un área de gran interés en todo el mundo. Prueba de ello es que el Máster en Pedagogía Musical de UNIR, coordinado por Rafael Guzmán, es el título con mayor volumen de alumnado del Área, contando cada año con cientos de estudiantes de España, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Venezuela, Bolivia, Argentina, El Salvador, Costa Rica, México y República Dominicana, entre otros.
En definitiva, la enseñanza musical online funciona cuando se adapta a la realidad del estudiante y aprovecha sus beneficios, sacando el máximo partido a sus puntos fuertes y sin olvidar sus limitaciones. Desde el Área de Música de UNIR se tiene muy presente el acercar la música en la distancia, con una metodología que contemple los nuevos retos de la educación musical y que permita mantener la esencia intrínseca de la música, clave en el aprendizaje del alumno, ya que, tal como dice la experta Begoña Ibarrola, ‘solo recordamos aquello que vivimos con emoción’.
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