El pasado sábado 29 de octubre se hacía público el fallo de la IV edición del Gil Soundtrack Award, el Premio Internacional de Bandas Sonoras creado por Viñas Familia Gil. Se trata del mayor galardón del mundo para compositores de 18 a 35 años y, en esta ocasión, la obra ganadora ha sido ‘A gleam of hope’ del compositor alemán David Heymann. El estreno de la obra, que se realizará con la proyección del cortometraje para el que ha sido creado, ‘Lo que siembras’, tendrá lugar en la gala de entrega del premio el próximo 1 de diciembre en el Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío. Hablamos con Constantino Martínez-Orts, director de la Film Symphony Orchestra, que colabora con Viñas Familia Gil desde la creación del premio en 2016.
Por Susana Castro
Acaba de hacerse público el fallo del jurado de la IV edición del Gil Soundtrack Award, ¿cómo valoraría el nivel de propuestas recibidas este año?
Afortunadamente, hablando en términos musicales, el nivel ha ido in crescendo con el paso de las ediciones. En esta cuarta edición ha habido más de 150 participantes procedentes de cerca de una treintena de países. Estamos muy contentos con la aceptación del concurso y el nivel de los participantes. Ha sido muy complicado llegar a la elección de la partitura ganadora por el alto nivel de los candidatos. Consideramos que el concurso se ha consolidado y, entre los concurso de música para cine, el Gil Soundtrack Award goza de muy buena salud en estos momentos.
¿Qué les ha llevado a decidirse por la obra ganadora?
Cuando se valora una banda sonora no se valora únicamente la calidad musical, no hay que perder de vista que este es un concurso de música para cine, donde la narrativa de la partitura es fundamental. Lo que intenta hacer el jurado es encontrar esa partitura que se amolda como un guante a una mano y que encaja a la perfección. Este año, hemos encontrado en la partitura ganadora, ‘A gleam of hope’, unos tintes más intimistas, es una música más reflexiva, con una orquestación muy cuidada y muy controlada, que intenta conseguir lo que se pretende con la música de cine: apoyar las emociones que la imagen nos está transmitiendo, potenciándolas en algunos momentos o, incluso si procede, manipulándolas y darnos una visión contraria a lo que a priori podemos estar viendo.
Creo que la partitura ganadora ha encontrado la clave para contar más de lo que los actores propiamente nos están contando. La música de cine es ese actor invisible que no percibimos, pero que nos ayuda a introducirnos en la historia, aporta ritmo y potencia las emociones.
El Gil Soundtrack Award es el mayor premio del mundo para compositores de 18 a 35 años, ¿por qué creen que es importante que existan este tipo de galardones para las jóvenes generaciones?
El compositor de música de cine, y el compositor en general, vive circunstancias muy complicadas para poder desarrollar su carrera profesional. Establecer un nombre en la industria musical o en la industria audiovisual es complejo y este premio, el mayor a nivel mundial en su categoría, le aporta cosas importantes a su ganador.
Por un lado, poder especializarse realizando estudios de posgrado en alguna de las escuelas más importantes del mundo; cuando se creó el concurso se tuvieron en cuenta los gastos para poder formarse en esas escuelas, sumando matrícula, gastos de alojamiento, manutención, transportes y de más, y se acordó esta cantidad para intentar cubrir toda esa cantidad, en el caso de que el compositor quiera formarse. Por otra parte, si fuera el caso de un compositor ya formado, con cierta proyección a pesar de ser joven, esta cantidad podría invertirse en crear su propio home studio, ya que el compositor cinematográfico, a día de hoy, requiere una tecnología, no le sirve con únicamente el lápiz y el papel.
A fin de cuentas, con este premio se intenta ayudar en alguna de estas vertientes a estos jóvenes talentos. Si hablamos con los ganadores anteriores, Marco Valerio Antonini, Ana Kasrashvili o Bernardo Rojas, ellos mismos nos dirían cómo ha cambiado su vida desde que ganaron el premio. Les ha aportado cierta seguridad y un colchón que les permita lanzar sus carreras.
En el caso de Ana Kasrashvili, antes del concurso estudió un máster en Berklee College of Music en Valencia, Marco Valerio Antonini también había estudiado un máster la Universidad de California del Sur y Bernardo Rojas estudiaba en el Conservatori del Liceu en el momento de obtención del concurso. De esta forma, el concurso ha contribuido a la inversión inicial que realizaron estos jóvenes, apostando por sus carreras.
Es más habitual encontrarnos con concursos de composición para obras de concierto, no como bandas sonoras para proyectos audiovisuales, ¿cómo se concretó la elección de esta modalidad de creación?
Este proyecto lleva ocho años en marcha. La familia Gil, propietaria de las bodegas, se puso en contacto conmigo para desarrollar un premio con motivo de la celebración de sus primeras cien vendimias, en 2016, que también coincidía con el primer aniversario del fallecimiento de quien fue el pilar de esa familia, la madre de los hermanos Gil. Querían hacer un evento a la altura de los valores que esta mujer les inculcó, como el esfuerzo, el reconocimiento y el amor. Son los valores siempre han estado de fondo en las historias de los diferentes cortometrajes que se han tenido que musicalizar en estas cuatro ediciones.
Son una familia muy generosa, altruista, con ganas de devolver a la sociedad lo que la sociedad les ha aportado a ellos (las Bodegas Juan Gil tienen un alto volumen de venta a nivel internacional), además les encanta la música clásica. Los Gil Soundtrack Awards surgen para poner en valor la cultura y reconocer lo importante que es la música en una sociedad culta.
Decidieron contactar conmigo, en calidad de director de la Film Symphony Orchestra y también compositor, para recibir asesoramiento sobre cómo organizar el concurso. Pensé en mi experiencia personal: hace veinte años emprendí un viaje a Inglaterra para continuar mis estudios musicales de posgrado, posteriormente viajé a Nueva York, Los Ángeles, Rumanía, Italia… Les propuse crear un premio similar a las grandes becas Fullbright o La Caixa para música, pero enfocado a potenciar la carrera de un joven compositor en el medio audiovisual.
Hicimos el estudio económico que comentaba antes y, valorando la dotaciones de otras becas y todo lo que conllevan los gastos de formación, acordamos que la dotación fuera de 50.000 euros. Este es un sueño muy bonito, creemos que está haciendo mucho bien, sigue vive y goza de muy buena salud.
El estreno de la obra ganadora tendrá lugar el 1 de diciembre, ¿qué nos puede adelantar sobre el concierto?
Efectivamente, el día 1 de diciembre tendrá lugar la ceremonia de entrega del premio y en ella tomarán parte los miembros del jurado: Lucio Godoy, Roque Baños, figuras clave de la música cinematográfica española, Juan Gil como representante de Viñas Familia Gil, yo mismo, y Alejandro Amenábar como presidente, ganador de un Oscar como cineasta, y también compositor de las músicas de sus películas y de otros directores. En este evento se darán cita también los miembros de la familia Gil, celebridades del mundo del sector audiovisual español y el ganador de esta cuarta edición, el alemán David Heymann.
Se proyectará el cortometraje con la interpretación de la banda sonora en vivo a cargo de la Film Symphony Orchestra, conmigo a la batuta, y la gala se completará con un concierto que realizará un recorrido por la historia del cine, como suelen ser nuestro espectáculos, y se clausurará con un cóctel que Bodegas Juan Gil ofrecerá a todos los invitados.
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