Abrimos un paréntesis en nuestro viaje por el mundo de esta temporada y volvemos a España para hablar de una gran noticia para el mundo de la música.
¿Qué tienen en común Elena Mendoza, María de Alvear, Teresa Catalán y Raquel García-Tomás? Las cuatro son importantes compositoras españolas galardonadas en la última década con el Premio Nacional de Música por su labor creadora. Conozcamos un poco más sobre sus trayectorias.
Por Fabiana Sans Arcílagos & Lucía Martín-Maestro Verbo
Puntualizamos en la introducción que este reconocimiento se ha producido en la última década porque, a pesar de que este premio comenzó a concederse a principios del siglo XX, no ha sido hasta la segunda década del XXI cuando han aparecido nombres femeninos en la categoría de ‘composición’. Este detalle en otros tiempos habría sido ‘justificado’ por muchos con el pretexto de la ‘falta de compositoras’, cuestión que ha quedado más que demostrada que sería incurrir en un grave error fruto del desconocimiento o, por qué no, de la ignorancia. Dejando de lado las eternas diatribas que siempre han afectado a la composición, sin duda uno de los sectores más damnificados en el mundo de la música en este sentido, vamos a centrarnos en lo que aquí nos ocupa, que es poner de relieve el trabajo de las cuatro compositoras que han sido merecedoras de este galardón.
En 2010 se abre paso el primer nombre femenino de la lista de ganadoras con Elena Mendoza, compositora y filóloga sevillana a quien le fue concedido el premio por unanimidad gracias a ‘su contribución a la creación musical española, en todos sus campos; su aportación a la promoción e internacionalización de la música contemporánea española y por el reconocimiento que se tiene de su obra fuera de nuestras fronteras’. Para la creadora, este galardón, además de ser un honor, se acompaña de un claro mensaje donde acota que ‘merece la pena arriesgarse por la visión que uno cree’.
Mendoza estudió en Sevilla y Aragón, donde finalizó sus estudios superiores. Posteriormente viajó a Augsburgo, Düsseldorf y Berlín, ciudades en las que completó su formación. Según la compositora, el premio ‘demuestra que merece la pena la lucha feminista para que se nos otorgue el espacio que merecemos’, señalando que ‘nosotras [las mujeres] estamos a la misma altura que nuestros colegas masculinos’. Sus obras Niebla (basada en la novena de Miguel de Unamuno) y Fragmentos de teatro imaginario, estrenadas en 2009, se destacan en el acta del fallo del jurado del Premio.
Transcurridos cuatro años, María de Alvear se alza con el galardón otorgado por el Ministerio Cultura y Deporte español. Para la compositora nacida en Madrid, con estudios en España y Alemania, la obra se concibe como un todo, lo que le valió la consideración de pionera en este aspecto. De Alvear se caracteriza por ‘interactuar con otras artes’ y ‘canalizar influencias musicales de manera transgresora a través de su propia experiencia personal’, siendo estos dos de los motivos por los que se justificó su premio. Se suma para el reconocimiento de la distinción ‘la calidad de su música’ y el ‘compromiso con los jóvenes compositores’.
Esta autora, que puede presumir de haber estrenado sus casi doscientas obras, cuenta desde 1998 con su propia editorial de música, World Edition, y colabora asiduamente con su hermana Ana de Alvear en conciertos multidisciplinares centrados principalmente en el videoarte, instalaciones y la performance. Entre algunos títulos podemos recordar Magna Mater, estrenada en 2013 en la 52.ª Semana de Música Religiosa de Cuenca; Equilibrio, para la película The Tale of Yishan Island de Isaac Julien; o algunas más irreverentes como Colorful Penis o Vagina, obras con las que busca el interés del oyente con una idea predeterminada gracias al título pero que variará con la escucha.
En el año 2017 llega el premio a Teresa Catalán, quien curiosamente conecta en una estrecha relación de maestra y discípula con Elena Mendoza. Oriunda de Pamplona, Catalán, catedrática del Real Conservatorio Superior de Madrid, compositora y doctora en Filosofía del Arte, es conocida por su larga lista de obras musicales y publicaciones especializadas, como el tratado Sistemas compositivos temperados en el siglo XX. El jurado calificador le otorgó esta importante distinción ‘por su amplio y diverso catálogo de obras, abarcando desde la canción lírica hasta piezas sinfónicas’, además de ‘por su importante labor pedagógica y de difusión de la música contemporánea y su larga dedicación a la educación musical’.
Catalán es una ferviente defensora de la inclusión e igualdad femenina en la música. Para ella, sus triunfos no son parte de una cuota ‘por ser mujer’, sino por la lucha que ha sostenido ‘anclada en unos contenidos culturales, intelectuales y artísticos muy sólidos’, siendo esta la base para la victoria. Por otro lado, la navarra acota que el carácter de una obra musical está determinado por tres factores inseparables: el compositor como creador, el intérprete como dador vida y vehículo de esa obra, y el oyente que traduce la escucha, comprendiendo y poseyendo la música.
Finalmente, llegamos a 2020, un año especialmente marcado por la situación de inestabilidad fruto de la pandemia mundial que nos asola y que ha provocado las mayores restricciones sociales y laborales del siglo, donde ha quedado demostrado que la cultura no solo es necesaria y segura, sino que forma parte de nuestro desarrollo diario. En este maremágnum de emociones y cambios, Raquel García-Tomás es galardonada con una de las máximas distinciones del territorio español, el Premio Nacional de Música.
Para el jurado, ‘el carácter interdisciplinar, innovador y arriesgado de un lenguaje compositivo singular y propio’ de García-Tomás, además de ‘la calidad experimental de su trabajo, que ha sabido conectar con el público, como pone de manifiesto el estreno en la temporada 2018-2019 de su ópera Je suis narcissiste‘, han sido los motivos que le han valido su premio.
La compositora, especializada en la creación interdisciplinar, tal y como ella la denomina, destaca que su ‘reto es trabajar desde la honestidad’, desafío que supera cualquier etiqueta, por ello, lo importante para toda creación es que la obra se encuentre bien dotada de contenido, teniendo como finalidad la identificación de la misma a través del disfrute emocional y la comprensión.
Nacida en Barcelona en 1984, le debe su acercamiento a la música a su profesora Lys Vilà y a su abuela Sara, que con tres años le regaló un pequeño teclado. De ese teclado queda el recuerdo de una carrera como pianista que se vio truncada por una tendinitis, pero que dio paso a la compositora graduada por la ESMUC que es hoy día. Raquel, además, es doctora por el Royal College of Music de Londres.
La Royal British Society, el Dresdner Musikfestspiele, la Royal Academy of Arts, el Teatro Real de Madrid o el English National Ballet, son solo algunas de las instituciones donde se ha visto representado su trabajo. Actualmente es compositora residente de las Residències Musicals de la Fundació Catalunya-La Pedrera. Respecto a su corpus de trabajo, el jurado de Premio Nacional acotó que ‘la amplitud y diversidad de su catálogo, que no se centra exclusivamente en el teatro musical, sino que incluye obras interpretadas por los solistas y grupos más relevantes de la actualidad’, era otro punto a favor para su galardón. Algunos títulos que conforman dichas obras son disPLACE, go, ÆNEAS, go!, Wondjina, Alice’s Adventures in Wonderland, DIDO Reloaded, Büro für postidentisches Leben, Balena Blava, entre otras.
Además de todo lo expuesto, García-Tomás ha sido beneficiaria de una de las Beca Leonardo de la Fundación BBVA para investigadores y creadores culturales en el área de música. Esta beca ha sido concedida para llevar a cabo su nueva ópera, Alexina B. La historia de la misma, según se reseña en el proyecto, está inspirada en la propia historia de Herculine Barbin, ‘una persona intersexual nacida en 1838’, a quien se le atribuyó el sexo femenino al nacer. Tras conseguir el amor de Sara, Herculine busca reivindicarse como hombre, lucha que gana ante los prejuicios y autoridades rebautizándose como Abel Barbin. A pesar de ello, en su cambio de identidad no encontró la felicidad, sino más bien la soledad, que acaba en el suicidio. Esta historia será concebida musicalmente por García-Tomas y escénicamente por Marta Pazos, quienes ya colaboraron en la ópera Je suis narcissiste, aunque con la diferencia de que, en esta ocasión, ambas trabajarán en conjunto en la concepción del libreto y la videocreación.
Reconocida con el Premio ‘El Ojo Crítico’ de Música Clásica 2017 por ‘la originalidad de sus planteamientos y el uso y combinación del lenguaje compositivo tecnológicos y audiovisuales’, y finalista de los Premios Max 2020 por Je suis narcissiste, García-Tomás es, sin duda, una de las compositoras más valoradas del panorama nacional e internacional. Casi con toda probabilidad la creadora formará parte del jurado del Premio Nacional de Música el próximo año, y aunque la discreción de su voto irá por delante, solo espera que se mire un poco más a los compositores de las nuevas generaciones. Definitivamente, estas cuatro mujeres representan no solo un incentivo entre los jóvenes, sino un paso más hacia la normalización y visibilización del trabajo de las mujeres en la música.
Elena Mendoza y Raquel García-Tomas fueron mencionadas en el número 247 (diciembre de 2018) de ‘Mulierum’ en el artículo ‘Ellas’ toman el Real.
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