En las siguientes líneas describiremos cómo se puede aplicar la musicoterapia para la mejora de las capacidades motoras en el tren inferior de un paciente con la enfermedad de Parkinson
Por Marina E. Junquera
Introducción
En las siguientes líneas describiremos cómo se puede aplicar la musicoterapia para la mejora de las capacidades motoras en el tren inferior de un paciente con la enfermedad de Parkinson. Para ello, nos centraremos en la tesis de la doctora María Luisa Sánchez Menárguez Musicoterapia en la enfermedad de Parkinson (2015). Comenzaremos explicando algunos efectos de la enfermedad, así como las áreas terapéuticas en las que se puede centrar un tratamiento con musicoterapia. Terminaremos presentando brevemente una de las muchas actividades que se realizan en sesión individual con un paciente, basándonos en la propuesta recogida en el epígrafe 2.3.3. de la citada tesis.
Parkinson y musicoterapia
La enfermedad de Parkinson es una condición neurodegenerativa, que se inicia en los ganglios basales (Rojas Romero, 2017). Por ello, afecta al control y la regulación del movimiento, sobre todo en las extremidades. El Parkinson es una enfermedad crónica, incurable, con una clara tendencia al empeoramiento y carece de una terapia absolutamente eficaz.
La musicoterapia se contempla como una opción para tratar dificultades motoras, cognitivas, perceptivo-motrices, comunicativas, psicológicas y sociales. Así, mejora considerablemente las condiciones de vida de las personas con Parkinson en las siguientes áreas (Sánchez Menárguez, 2015):
- Aspectos biológicos: funcionamiento de los diferentes sistemas corporales.
- Psicofisiológicos: respuestas musculares y motrices, ritmo cardiaco, control de la respiración, etc.
- Psicológicos: efectos sedantes y estimulantes para diferentes áreas del cerebro.
- Cognitivos y perceptivo-motrices: atención, respuestas motrices voluntarias e involuntarias, etc.
- Sociales y emocionales: autoestima, control emocional, relaciones con los demás, etc.
Entre todas ellas, destaca ‘el poder del ritmo, para dotar de energía, estimular y organizar los movimientos corporales’ de los pacientes (Thayer Gaston, 1968). Además, se debe sumar que muchas técnicas de relajación y sofrología se enriquecen considerablemente al combinarlas con música. Al ser la musicoterapia una disciplina ‘joven’, los estudios sobre su éxito en la mejora de la calidad de vida de estos pacientes son escasos. Sin embargo, Sánchez Menárguez (2015) asegura que hay ‘evidencias empíricas’ que prueban los beneficios de la terapia musical para el tratamiento de esta enfermedad.
Caso práctico: propuesta de M. L. Sánchez Menárguez
Con el paciente de pie, el terapeuta hará sonar una música de ritmo binario muy claro, como una marcha, con un tempo inferior a 100 pulsos por minuto (ppm). Se presentan tres niveles:
- Nivel 1: Bolero de Maurice Ravel (75 ppm).
- Nivel 2: La Macarena de Los del Río (95 ppm).
- Nivel 3: Marcha Radetzky de Johann Strauss (100 ppm).
A continuación, el terapeuta invitará al paciente a interiorizar el pulso de la música que está escuchando, bien con movimientos de la cabeza o con la mano (en caso de tener alguna libre). Cuando el terapeuta considere que el paciente ha interiorizado el pulso, le invitará a caminar siguiendo su ritmo.
La música se ha de adaptar a las necesidades del paciente, es decir, por medio de diferentes piezas, el pulso sobre el que caminar no deberá resultar demasiado rápido ni demasiado lento. Cuando el paciente pueda realizar la actividad cómodamente, el terapeuta elegirá cómo continuar su desarrollo: invitando al paciente a aumentar la zancada o cambiando la música a una de un tempo más rápido.
Gracias a esta actividad, previsiblemente el paciente mejorará sus capacidades motoras y, al verse con un aumento de seguridad a la hora de caminar —una de las primeras consecuencias de la enfermedad—, el paciente mejorará su confianza, autoestima y autopercepción.
Terminología
Condición neurodegenerativa: enfermedad en la que las células del sistema nervioso central dejan de funcionar o mueren progresivamente. La más frecuente es el Alzheimer.
Ganglios basales:grupo de núcleos de sustancia gris que se encuentran en la base del cerebro. Son los responsables de los movimientos voluntarios que se realizan de forma inconsciente, es decir, los rutinarios: comer, escribir, etc.
Sofrología:técnicas terapéuticas basadas en la relajación y activación del cuerpo y de la mente, como el yoga o el zen.
Principales referencias
Rojas Romero, C. J. (2017). ‘Musicoterapia, habla y estado de ánimo: efecto en personas con enfermedad de Parkinson’. Revista Areté, núm. 18, 15-21.
Sánchez Menárguez, M. L. (2015). Musicoterapia en la enfermedad de Parkinson. Universidad Católica de Murcia.
Thayer Gaston, E. (1968). Music in Therapy. Kansas. US: Illustrated Publisher, Macmillan.
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