La producción de Calixto Bieito estará en las tablas del coliseo catalán del 4 al 17 de enero
Del 4 al 17 de enero, la ópera Carmen de Bizet estará en las tablas del Gran Teatre del Liceu. La producción de este proyecto se lleva a cabo gracias a la colaboración entre instituciones destacadas en el ámbito teatral, incluyendo el Gran Teatre del Liceu, el Teatro de la Fenice de Venecia, el Teatro Massimo de Palermo y el Teatro Regio de Turín. Esta sinergia de teatros de renombre contribuye al éxito y la relevancia de la obra en el escenario internacional.
La dirección de escena de este destacado proyecto está a cargo de Calixto Bieito, así como la musical estará a cargo de Josep Pons. La escenografía es obra de Alfons Flores. Mercè Paloma es la responsable del vestuario y la iluminación, un componente esencial para la ambientación y la narrativa visual, está a cargo de Alberto Rodríguez Vega (A.A.I.).
En el ámbito musical, la obra contará con Véronique Werklé, Astrid Steinschaden, David-Huy Nguyen-Phong y Jaume Tribó como directores asistentes y con Rodrigo de Vera, que ocupa el rol de asistente a la dirección musical.
Elenco
Los roles principales de está producción serán interpretados por artistas de renombre internacional. En los roles masculinos, en el papel de Zuniga, encontramos a Felipe Bou; Toni Marsol asume el rol de Morales; Don José será interpretado por Michael Spyres y Leonardo Capalbo; Escamillo cobra vida a través de la interpretación de Simón Orfila y Eric Greene; los roles de Dancaïre y Remendado son asumidos por Jan Antem y Carlos Cosías, respectivamente; por último, Abdel Aziz El Mountassir personifica a Lillas Pastia.
Las personajes femeninos del elenco, Frasquita y Mercédès, serán interpretadas por Jasmine Habersham y Laura Vila, respectivamente. La protagonista, Carmen, será personificada por Clémentine Margaine y Varduhi Abrahamyan. El papel de Micaëla será interpretado por Adriana González y Jeanine De Bique.
Sobre la obra
Debido al fracaso de su estreno, el 3 de marzo de 1875 en la Opéra-Comique de París, Georges Bizet morirá tres meses después sin sospechar que su partitura se convertiría en una de las más queridas del mundo.
El modelo literario de la ópera, una novela de Prosper Mérimée con el mismo nombre, muestra a Carmen como una persona moralmente depravada que explota sin escrúpulos a los hombres para sus propios fines. Georges Bizet y sus libretistas, por su parte, transformaron a su personaje principal en un personaje inmortal por su libertad indómita, marcada por la fatalidad: una cigarrera fascinante a quien los hombres encuentran tan atractiva precisamente porque se niega a aceptar las normas tradicionales.
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