Brahms & Franck
Ana María Valderrama, violín
Víctor del Valle, piano
Eudora EUD-SACD-1802
Melómano de Oro
El sello discográfico Eudora nos presenta en esta ocasión un disco con obras de Johannes Brahms y César Franck a cargo de dos músicos que crean un tándem de primera categoría, la violinista Ana Mª Valderrama y el pianista Víctor del Valle.
Para comenzar escuchamos el Scherzo para violín y piano en Do menor perteneciente a la Sonata F.A.E., acrónimo de la expresión “Frei abereinsam”, esto es, “libre pero solitario” y que constituyen las notas Fa, La y Mi, tema musical de la obra. Fue compuesta de forma colectiva en 1853 como regalo al violinista Joseph Joaquim. Schumann escribió el segundo y el cuarto movimiento, Dietrich, su discípulo, el primero, y Brahms fue el encargado de componer este scherzo. Escrito en compás de 6/8, este movimiento se caracteriza por su gran fuerza expresiva y en el trio podemos reconocer el inconfundible estilo lírico y soñador de Schumann. La interpretación que aquí escuchamos destaca la continua vitalidad rítmica de la pieza y los dos instrumentistas saben encontrar el equilibrio en unos pasajes, que, en ocasiones, están escritos con una textura demasiado densa. En este sentido, del Valle hace uso de un volumen sonoro muy cuidado para no quitar protagonismo al violín.
A continuación se interpreta la Sonata para violín y piano núm. 3 en Re menor, opus 108 de Brahms. Dedicada al director y amigo del compositor, Hans von Bülow, esta sonata presenta cuatro movimientos y está escrita a un nivel más sinfónico que las que le preceden. La tensión se percibe desde los primeros compases, en los que las síncopas descendentes del piano y las notas largas de la melodía del violín aportan inestabilidad, fuerza y emoción al allegro inicial. El segundo movimiento está escrito en forma de cavatina, un aria breve de tempo tranquilo. El piano se encuentra en un discreto segundo plano mientras el violín interpreta la rica melodía principal. El vibrato utilizado por Valderrama para mantener el legato es sublime y nos transmite mucha ternura y espiritualidad.El tercer movimiento, de gran calidad compositiva, maravilló a Clara Schumann. Los dos músicos interpretan este scherzo con naturalidad y con un perfecto equilibrio. En el Presto agitato con el que concluye la sonata, Valderrama y del Valle tocan con decisión y arrojo, aportando el toque dramático necesario en algunos momentos así como un gran lirismo en otros.
Prosigue la audición con la extraordinaria Sonata para violín y piano en La mayor de César Franck. Escrita en 1886, justo antes del cuarteto de cuerda y la sinfonía, fue un regalo de boda para su amigo el violinista Eugène Ysaÿe. Nos encontramos ante una obra maestra de la música de cámara, muy exigente para los dos instrumentos. Vicent d’Indy, discípulo de Franck, describió la sonata como “el primero y más puro modelo de tratamiento cíclico de los temas en la forma sonata”. La pasión que requiere la interpretación de esta obra surge de los dos músicos por igual. Además de aportar la dimensión emocional, en la versión que escuchamos se percibe un cuidado y profundo trabajo intelectual de cada uno de los movimientos. Efectivamente, encontramos una gran corriente de empatía entre el violín y el piano. Desde el tema inicial, el sonido del violín se caracteriza por su claridad y brillo, y el fraseo del piano es delicado y totalmente fascinante. Los numerosos arpegios de la parte pianística del segundo movimiento no son un obstáculo para que del Valle utilice un toque equilibrado. El último movimiento se abre con un canon entre el piano y el violín. El tema aparece en varias tonalidades y el clímax es alcanzado con mucha decisión pero a la vez de forma controlada.
Para terminar, Valderrama y del Valle nos deleitan con Mélancolie para violín y piano en Mi menor, también de César Franck y publicada en 1911. Se trata de una obra poco conocida del compositor que se basa en un ejercicio de solfeo y fue compuesta en la misma época que la sonata.
Sin duda, he disfrutado mucho con la audición de este sensacional disco.
Por: Francisco J. Balsera
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