Benet Casablancas. The Clarinet Music
Joan Enric Lluna, clarinete
Josep Colom, piano
Moonwinds Ensemble
Columna Música 1CM0433
★★★★★
Entre alusiones e influencias pictóricas, recogemos el último y esperado compendio de Benet Casablancas, referente clave del panorama musical nacional, que rememora casi cincuenta años de trayectoria creativa en la que el clarinete es el nexo conductor. Con la reedición de su Humor en la música (2014) y su Paisajes del Romanticismo musical (2020), Casablancas se reafirma como uno de los ensayistas y musicólogos más prestigiosos del país, una faceta que ha compaginado, en estos últimos años, con los mayores retos de su carrera, como su ópera L’enigma di Lea, y su reciente Concierto para violín, estrenado el pasado mes de marzo en el Auditorio Nacional de Música. Con quizá mejor suerte que otros compositores que ya nos dejaron, la figura de Casablancas se ha asentado en el reconocimiento unánime allá donde estrechan su mano. Esta temporada ostenta la residencia de composición del CNDM, oportunidad para recuperar dos de sus cuartetos de cuerda.
De la intimidad pianística al dinamismo de cámara y de la mano de un conjunto de lujo, el versátil Moonwinds Ensemble, descubrimos su evolución desde sus primeras obras hasta las más recientes.Como de costumbre, encontramos una música muy bien escrita, inacabable; un lenguaje que rehúye la extravagancia vanguardista y el efectismo, fiel a sus influencias y, sobre todo, una búsqueda exhaustiva de detallismo instrumental. El disco abre boca con Dove of peace (2010), homenaje a Picasso y concierto de cámara para clarinete, encargado por la Filarmónica de Liverpool. Se trata, pues, de uno de los baluartes del disco, en que Casablancas teje una amalgama de virtuosismo, drama, y fantasía escapista, que concluye con un reconciliador final al que Lluna nos transporta con su quirúrgico dominio del clarinete.
Su viajero Cuaderno dehaikus (2021), escrito en pandemia, ha visitado la Ópera de Tokio este febrero y ha sidoregistrado por primera vez en este disco. Esta obra ilustra la afición de Casablancas por el miniaturismo, bastante habitual en su catálogo, y en la que recrea un surtido de ‘gestos y climas’, con espasmos imaginativos y enérgicos o bien texturas sutiles, que abarcan desde el jugueteo del I, Poco alegretto, pasando por el puntillista IV, Vivo e leggiero, hasta los contemplativos jardines de Kyoto.
Otro de los platos fuertes del disco es la primera grabación de la Romanza sin palabras, quizá su mayor aproximación a Enrique Granados en cuanto a envergadura musical, y que fue un encargo con motivo del centenario de la marcha del compositor. Casablancas basa su discurso musical en el fraseo largo entre cuerdas y maderas, que discurre con destellos pianísticos. Bajo el influjo de Cervantes, Casablancas recrea tres breves estampas ‘ágiles y vehementes’ (Epigramas cervantinos), que bien podrían retrotraer a las Notations de Boulez —salvando distancias en varios aspectos—, impregnadas de imaginario quijotesco en un tríptico fechado en 2016, con motivo del cuarto centenario de su muerte. También en el entreacto pianístico figura el homenaje-aforismo dedicado a la mecenas Gemma Romanyà, quizá el más intimista, antes de adentrarse en la plantilla obligatoria de este disco, el dúo de clarinete y piano.
La primera de estas dos piezas, Poema (1996), con Josep Vicenç Foix (1893-1987) en mente, Casablancas evoca meditación en un susurro de motivos hasta desvanecerse en el registro chalumeau. Más traviesa resulta, en cambio, el último de este díptico, Momento musical (2000), abordando un contraste de materiales e ideas que evoca expectación e inquietud.
El último gran capítulo del disco es Introducción, Cadenza y Aria (1993), una exploración del conjunto y lo individual que fluye hacia registros extremos con Messiaen en el trasfondo. El ‘bonsái’ Inflexió trièdrica i gratuïta (1975), obra de juventud con tintes serialistas, que ya halagaba Montsalvatge, es el encargado de cerrar este tour por el jardín de Casablancas; en definitiva, un espacio donde confluyen las artes y muchos años de oficio, música pensativa y estimulante, que dará la bienvenida a cualquier melómano que tenga fe en la Humanidad o quiera recuperarla, incluyendo al más reticente a adentrarse en la música contemporánea.
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