Gabrieli Consort & Gabrieli Players. Director: Paul McCreesh
ARCHIV PRODUKTION 469 531-2
Estamos ante un cuidadoso registro de dos obras de singular importancia en el catálogo de Bach, su Oratorio de Pascua, BWV 249, y su Magnificat, BWV 243. Desde luego no es la primera vez que llegan al disco y, tal vez por ello, Paul McCreesh y los Gabrieli Consort & Players, han buscado un punto de solemnidad que avalara sus interpretaciones, algo que acompañara la calidad y la seriedad de la grabación a partir del mismo escenario de la misma, la iglesia Sajona de Brand-Erbisdorf, al sur de Freiberg, adornada con un órgano barroco de Johann Gottfried Oehme, discípulo de Gottfried Silbermann, amigo de Bach, el órgano que escuchamos en los dos registros, con Timothy Roberts al teclado en la primera y James Johnstone, en la segunda, por lo que se refiere al órgano, posición que invierten en ambos casos al sentarse al clave. El dato del órgano y la intervención de los Gabrieli Players es especialmente relevante en estas versiones que han buscado y logrado la recuperación de un sonido más amplio para los acompañamientos de las obras de Bach y, por supuesto, un fundamento sonoro del órgano de mayor presencia. Todo, siguiendo el criterio de contener la intervención de las voces con una para cada parte, lo que responde por supuesto a un criterio de rigor, cuando se sabe y se recuerda en las notas que acompañan al disco que conforme a los asientos del coro no podía ser de otro modo.
La limpieza en la presencia de las voces permite una clara audición de las intervenciones de las sopranos Kimberly McCord y Julia Gooding, del contralto Robin Blaze, del tenor Paul Agnew y del bajo Neal Davies, apoyados por un total de dieciocho instrumentos, que Paul McCreesh maneja con soltura, dejándonos esa impresión a la vez ligera y profunda de la música de Bach, en la que tan fácil resulta penetrar, cuando, como en este caso, esa limpieza de las voces alcanza igualmente a todo el conjunto. Como decíamos al comenzar, estamos ante un nuevo registro que no es uno más.