La mezzosoprano italiana Annalisa Stroppa regresa a España como Carmen el próximo mes de marzo. Debutará en el Teatre Principal de Palma en una producción que cuenta con dirección escénica de Calixto Bieito. En este momento de su carrera se centra sobre todo en el bel canto y los grandes compositores franceses del siglo XIX. En la piel de la cigarrera sevillana ha recorrido muchos de los grandes teatros de Europa, lo que nos permite analizar con ella en profundidad la personalidad de esta extraordinaria mujer, que tantos éxitos le está reportando.
Por Susana Castro
El próximo mes de marzo regresa a España como Carmen. Debutará en el Teatre Principal de Palma en esta producción de la Ópera Nacional de París. Esta exuberante cigarrera viajará con usted durante las próximas temporadas. ¿Cómo definiría a Carmen?
Carmen es una mujer de extraordinaria modernidad y a la vez compleja; es coherente con sus propias ideas, cree firmemente en todo lo que hace y sigue su ideal de libertad hasta las últimas consecuencias, incluso hasta el punto de sacrificarse y morir. Es un personaje multifacético y me fascinan su carisma y su carácter catalizador. No debemos quedarnos con esa idea estereotipada de la cigarrera ligera y superficial, sino ir mucho más allá y adentrarnos en ella para conocerla más profundamente, porque en Carmen hay mucho por descubrir todavía.
¿Cree que hay características de su personalidad que puede volcar en este personaje? ¿De qué forma trabaja usted la parte escénica de Carmen?
Hay varios aspectos del temperamento de Carmen que reflejan mi personalidad. Desde el punto de vista interpretativo me encanta por su carácter poliédrico. Seguramente tenemos en común el instinto y el hecho de vivir cualquier tipo de sentimiento de una manera total: si Carmen ama, ama por completo, si se enfada, lo hace a 360 grados, sin medias tintas; además, también me reconozco en su desenfado y exuberancia, pero al mismo tiempo en su fragilidad y sus miedos; añadiría que me veo reflejada en la coherencia y honestidad que tiene consigo misma; yo también lo soy: fuerte en algunos aspectos pero al mismo tiempo muy frágil y sensible. Parece raro calificarla con ese adjetivo, «frágil», siendo a la vez tan ardiente, resistente y estimulante, pero para mí ella es así: tiene las dos caras de la moneda. Si pensamos cuánta fragilidad y miedo hay en ella en el tercer acto, desde el aria de las cartas en adelante, en absoluto contraste con la energía y la pasión que emana en el primer y segundo actos. Cuánta sensualidad desprende en el dueto del segundo acto y cuánto drama en el desgarrador final. Carmen es una mezcla de colores y perfumes, ¡un maravilloso contraste de emociones que adoro interpretar en el escenario!
¿Qué destacaría del diseño creado por Calixto Bieito para esta producción? ¿Habían trabajado juntos anteriormente?
Cada vez que me enfrento a una nueva producción tengo una gran curiosidad y me entusiasma recibir las nuevas ideas que tanto el director de escena como el director de orquesta me querrán proponer, siempre segura de que será una experiencia nueva y maravillosa; siguiendo sus indicaciones, voy construyendo y dando forma a mi Carmen. Hay que creer y sentir de verdad cada movimiento y cada emoción del personaje para hacerlo creíble, por eso hay que sentirlo profundamente.
En Palma tendré el placer de trabajar con la dirección del maestro Manuel Coves y la dirección de escena de Calixto Bieito. Nunca he trabajado con Bieito, pero conozco bien su trayectoria y su producción de Carmen y me impresiona mucho su extraordinaria modernidad y actualidad: es una Carmen carnal, a veces violenta pero al mismo tiempo nostálgica, que recuerda su juventud e infancia. Aunque no es un montaje tradicional, respeta el libreto y permite experimentar completamente el personaje.
Creo que la historia de Carmen, a pesar de estar ambientada en Sevilla, se puede trasladar fácilmente a nivel de espacio-tiempo: es una historia de rabiosa actualidad que se puede escenificar con las más variadas producciones e ideas de dirección; lo importante es que nunca se distorsione la esencia de sus emociones y se respete el hilo conductor del libreto y las intenciones musicales del compositor. La de Bieito sigue siendo una Carmen auténtica, revalorizando su intensidad emocional y dramática. Como decía, Carmen es una obra absolutamente contemporánea: más allá de la espectacular belleza de su partitura, trata temas de hoy en día, como el amor y la libertad y la relación que hay entre esos dos conceptos. Pensemos en cuántas mujeres son asesinadas en nuestro tiempo por celos como le sucede a Carmen a manos de Don José. Desgraciadamente, es algo que vemos cada día en televisión.
¿Qué otros teatros va a visitar próximamente en el papel de Carmen? ¿Quién será su coprotagonista en dichas ocasiones? En el caso de Palma, compartirá escena con Andeka Gorrotxategi.
Mi verdadero debut con Carmen fue en 2011 en el Teatro di Trento; posteriormente la interpreté en Limoges en 2014 y en el Festspiele de Bregenz durante dos veranos consecutivos, 2017 y 2018, y en la Ópera de Las Palmas en 2018; estas ocasiones me han dado la oportunidad de medirme con el personaje, madurarlo y hacerlo cada vez más mío. En mayo volveré a ser Carmen en el Mayfestspiel de Wiesbaden. Por otro lado, estoy muy feliz de conocer y colaborar con el tenor español Andeka Gorrotxategi, que será mi Don José, y por supuesto con todo el resto del reparto que tendré el placer de conocer por primera vez en Palma ¡Estoy segura de que crearemos un bonito ambiente de trabajo y que disfrutaremos junto con la maravillosa música de Bizet!
En 2012 debutó en nuestro país, en el Teatro Real, con una producción de I due Figaro de Saverio Mercadante. Desde entonces ha actuado también en el Gran Teatre del Liceu, Bilbao y Las Palmas de Gran Canaria. ¿Le gusta volver a nuestro país? ¿Se siente querida por el público español?
Además de esos teatros que usted menciona, también he cantado en Valladolid y en Menorca. Amo a España y me siento igualmente querida por el público español, quien siempre me ha acogido con tanto cariño desde mi debut madrileño en 2012. Soy italiana, mediterránea y, por lo tanto, latina, por lo que tengo una raíz común con los españoles con los que siento mucha afinidad. ¡Me encanta España, la tierra, la gente, el clima, la comida, el idioma, la música, todo! He visitado todas las ciudades en las que he cantado. Ahora tendré la suerte de añadir Mallorca a esta lista, ¡tengo muchas ganas de conocerla! ¡Como turista he estado en Granada y Sevilla! ¡Maravillosas! Las llevo en el corazón. Quedé literalmente prendada por la belleza de Sevilla, donde visité todos los lugares imaginados y descritos en el libreto de Carmen: ¡desde la fábrica de tabaco, hasta la taberna Lillas Pastia para acabar en la Plaza de Toros! El gran Bizet compuso esta auténtica obra maestra colocándola en la maravillosa Sevilla a pesar de que nunca estuvo allí. Y, sin embargo, basta con escuchar su música para transportarte directamente a Andalucía. Es algo increíble.
Recientemente ha visitado la Philharmonie de Berlín para interpretar el Réquiem de Verdi junto a la Berliner Philharmoniker, un cambio de registro absoluto. ¿En qué tipo de repertorio se encuentra más cómoda?
Fue un debut fantástico, en un lugar tan importante y con un director excepcional: Teodor Currentzis. Cada compositor está enmarcado en un estilo, pero el secreto es cantar siempre con tu propia voz sin forzarla. Es nuestra voz la que nos marca el camino; lo importante es saber escucharla y nunca pedirle imposibles. En este momento tengo la flexibilidad que me permite abarcar varios compositores y estilos hasta llegar al Réquiem de Verdi. Dicho esto, según el tipo de repertorio que afrontas, incluso usando la misma técnica básica, el estilo requiere que uses tu instrumento de una manera diferente. Por otro lado, como sabemos, con el tiempo hay una maduración física, algo que también afecta a nuestras cuerdas vocales y, por lo tanto, el repertorio vocal va evolucionando. Este es un aspecto fascinante y me encanta que sea de este modo porque aunque estos cambios nos obligan al estudio constante, al mismo tiempo nos permiten conocer e interpretar nuevas músicas y repertorios. Para una persona curiosa como yo, esto hace que siempre esté disfrutando del camino.
En este momento de mi carrera prefiero seguir concentrándome en el bel canto (Rossini, Donizetti, Bellini) y el repertorio francés del siglo XIX (Berlioz, Bizet, entre otros). En cuanto a Verdi, por ahora me limito a muy pocos títulos, Réquiem, Nabucco (Fenena) y Falstaff (Meg), aunque creo que con los años también llegará el momento de cantar otros roles verdianos, pero con calma. No quiero quemar etapas, sino saborear todo el fantástico repertorio que mi voz puede afrontar mejor en la actualidad.
El pasado diciembre el público alemán pudo verla también en La cenerentola de Rossini en la Staatsoper de Hamburgo como Angelina, papel que lleva bastante tiempo interpretando por toda Europa. ¿Consigue encontrar puntos de encuentro entre personajes tan distintos? Me imagino que tenerlos todos en repertorio durante tanto tiempo es un trabajo cansado.
Sí, es muy difícil pero al mismo tiempo estimulante, ¡con toda esta variedad no hay riesgo de aburrirse! Ciertamente, a nivel vocal requiere un trabajo constante y no es fácil, lo que implica un cuidado diario de nuestro instrumento porque, como decía antes, de vez en cuando nos enfrentamos a diferentes estilos a los que la voz debe adaptarse; es como una gimnasia diaria y continua, ya que somos como atletas. Una buena técnica en la que apoyarse es fundamental, sobre la cual poder moverse y explorar. Lo importante es saber elegir cuidadosamente los nuevos roles que afrontamos, saber escuchar nuestra propia voz y respetar sus posibilidades; es la voz la que nos guía y nos muestra el repertorio más correcto y saludable.
En definitiva, los ingredientes fundamentales que nunca pueden faltar son: trabajo, determinación, sacrificio, estudio, perseverancia, humildad y, por supuesto, ¡pasión!
En este temporada 2019-20 podremos verla como Rosina en Il barbiere di Siviglia en la Bayerische Staatsoper de Múnich y en el Savonlinna Opera Festival de Finlandia. Los viajes son parte importante de su trabajo, ¿le gusta pasar tanto tiempo fuera de casa? ¿Cómo consigue mantener equilibrada su vida personal y su vida profesional?
¡Mi pasión coincide con mi trabajo y esto no tiene precio! En realidad no lo siento como un trabajo, sino una misión que involucra mi vida de una manera total. ¡La música es mi vida! No puedo dividir las dos cosas, porque son una.
Por otro lado, no es nada fácil conciliar la vida personal con la vida profesional, pero en mi caso es posible porque estoy rodeada de personas maravillosas que me entienden y nunca me dejan de regalar su afecto y apoyo. El tiempo libre es limitado pero, cuando lo tengo, me gusta pasarlo con mis seres queridos.
Siempre trato de captar lo positivo en todo lo que vivo, y los muchos viajes durante las producciones, por ejemplo, me permiten en los momentos de pausa poder visitar la belleza de las ciudades donde estoy, captar las diferencias culturales, saborear la cocina local, conocer gente nueva; en resumen, enriquecer mi alma y mi espíritu; involucro en mi día a día a las personas que me importan y lo cierto es que la tecnología de hoy ayuda mucho. Tengo una familia que siempre me ha apoyado paciente y constantemente y, aunque a menudo están lejos físicamente, nunca me han hecho sentir sola. Mis seres queridos no me cortan las alas sino que me dejan volar, iluminan mi camino con amor y disfrutan como yo de mis alegrías y de todo lo bueno que me pasa en la vida.
A pesar de su juventud, ha debutado ya en los principales teatros europeos, y también en Estados Unidos. ¿Le gustaría tener mayor presencia al otro lado del charco?
Para mí no es importante el lugar sino cómo y con quién. Son las personas con las que compartimos las que hacen que la calidad del trabajo sea de calidad. Por supuesto, me gustaría cantar en algunos teatros internacionales de prestigio donde aún no he debutado, pero veremos qué nos depara el destino.
Es usted bastante activa en redes sociales, ¿le gusta mantener el contacto directo con su público? ¿Cree que es importante para un artista del siglo XXI tener un perfil público en la esfera digital?
Realmente nunca me han gustado especialmente las redes sociales, sobre todo en todo lo referente a mi vida personal, pero todo depende del uso que se haga de ellas. Por otro lado, estamos en 2020 y son parte de nuestra época. Si se usan sabiamente son una herramienta muy útil, pero si las utilizas mal, pueden volverse incluso destructivas. Amo la relación humana y la verdad por encima de todo, y creo que a veces, no siempre, las redes sociales están llenas de hipocresía y falsedad: muchas palabras bonitas que se las lleva el viento; por todas estas razones decidí no tener un perfil privado para comunicarme con mis amigos o conocidos, ya que creo que es mucho más bonito llamar por teléfono o incluso mejor, si es posible, reunirme con ellos para tomar un café ¡No hay nada más bonito que un abrazo y una buena charla! Por supuesto, esto no siempre es posible, especialmente para aquellos que, como yo, a menudo estamos lejos y, por lo tanto, en este caso, las redes sociales nos ayudan a acortar las distancias; pero insisto en que hay que usarlas de modo responsable. De lo contrario, existe el riesgo de pasar horas escribiéndote en Messenger con alguien y luego encontrarte a la misma persona en la calle y no tener nada que decirle; cuántas veces he visto a grupos de personas sentadas cenando en la misma mesa, cada uno chateando con alguien por teléfono y sin dirigirse la palabra. ¡En el pasado, el teléfono unía y hoy nos aísla y nos divide! Las redes sociales son positivas para unir a personas que desean mantenerse en contacto o compartir intereses comunes, siempre que estos sean saludables.
En cuanto a mí, y siempre desde el ámbito profesional, tengo una página en Facebook y perfiles en Twitter e Instagram en los que comunico todos mis compromisos de trabajo, publico fotos, etc. Me resultan útiles para informar y estar en contacto con todas las personas que me siguen. ¡De ellos recibo un gran cariño y apoyo y, a menudo, algunos de ellos están entre el público en el teatro! ¿No es fantástico?
¿Tiene ya compromisos cerrados para la temporada 2020-21? ¿Puede adelantarnos alguna información? ¿Regresará a España?
¡Sí! Volveré con mucho gusto a cantar al Teatro Real de Madrid con un papel muy querido para mí, pero quien me conoce sabe que soy supersticiosa y, por ahora, prefiero no revelarlo, ¡lo descubrirán pronto!
Con la agenda repleta de actividad, ¿le queda tiempo para cultivar alguna afición?
Me encanta compartir el poco tiempo libre que tengo con las personas que quiero. Cuando participo en una producción en los días de descanso, como decía, aprovecho la oportunidad para visitar las bellezas de las ciudades en las que estoy. Son momentos de relax que disfruto muchísimo.
De todos modos, el tiempo libre es siempre escaso y buena parte lo dedico al estudio y a la preparación de nuevos roles, pero esto es algo que también me hace feliz. Por otro lado me encantan las relaciones humanas, caminar rodeada de naturaleza, me gustan los animales y disfruto cocinando. ¡Ah! Y como mujer, por supuesto ¡siempre encuentro tiempo para ir de compras!
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