Con su propuesta de ‘Nuevas músicas antiguas’, Taracea tiende puentes entre las músicas del pasado y del presente a través de arreglos de algunas de las piezas más interpretadas del Renacimiento español y europeo
En sus más de 20 años, Alpha Classics, con más 600 títulos publicados, entre los que se encuentran algunas figuras tan relevantes como Giovani Antonini y su Il Giardino Armonico, o la soprano y directora canadiense Barbara Hannigan, solo había apostado por un grupo español: fueron Los Músicos de su Alteza hace ya ocho años. Ahora, el sello francés acaba de sacar a la luz el que es el primer disco del ensemble TARACEA, liderado por el guitarrista, vihuelista y compositor alemán residente en España Rainer Seiferth.
TARACEA nació en 2018 con la vocación de servir de puente entre la música antigua y los lenguajes del jazz, el folk y las músicas del mundo. Además de Seiferth, conocido por su trabajo con la violonchelista Iris Azquinezer en el dúo Zaruk, son parte de su formación nuclear la flautista Belén Nieto, colaboradora frecuente de la Amsterdam Baroque Orchestra (Ton Koopman) y Hesperion XXI (Jordi Savall), y Miguel Rodrigáñez, contrabajista muy presente en el circuito de jazz y de otras músicas que ha participado en multitud de proyectos junto a cantautores como Jorge Drexler o María del Mar Bonet, e instrumentistas como Ara Malikian o Fernando Egozcue, entre otros.
Esta interesante mezcla de personalidades musicales se ve complementada con la colaboración del percusionista David Mayoral (Hesperion XXI, Forma Antiqva, La Galania, L’Arpeggiata…), de la cantante y percusionista Isabel Martín (Milo ke Mandarini), y de uno de los pioneros de la creación de cruces entre el jazz y la música antigua, el tubista y virtuoso del serpentón, el francés Michel Godard.
El título del disco, Akoé, es un término griego que hace referencia a la poética idea de la memoria del sonido. En palabras de Rainer Seiferth: ‘Muchas de las ideas para el disco surgieron inspiradas por la escucha de mis hijos, mientras les tocaba la vihuela para que se durmieran’.
La grabación se desarrolló en un remoto enclave de Cáceres, donde solo los sonidos de una granja cercana perturbaron a veces su trabajo. ‘El canto de los pájaros que anidaron en la ventana de la sala de grabación están presentes en diferentes momentos del disco’, comenta Seiferth.
El resultado es una selección de canciones, danzas y madrigales de autores renacentistas como Dowland, Caccini, Del Encina o Desprez, entre otros, y de la compositora medieval Hildegard von Bingen. El disco también hace un guiño a la música popular a través de la canción tradicional madrileña Cuchilleros.
TARACEA ya ha recorrido espacios tan singulares como el Real Alcázar de Sevilla y, aunque vieron truncada su gira alemana en marzo pasado por motivo de la pandemia, tienen programados conciertos en mayo, junio y julio en Madrid y La Rioja. Dos de ellos, en el Real Coliseo Carlos III de El Escorial el 6 de junio, y en el Centro de Humanidades de La Cabrera al día siguiente, reunirán la formación al completo, con los seis integrantes que han participado en la grabación del disco.
Deja una respuesta