El pasado 18 de septiembre la música antigua española se vistió de luto por el fallecimiento de una de sus máximas exponentes. La vihuelista y musicóloga Alicia Lázaro dejaba este mundo, no sin antes legarnos importantísimos aportes gracias a su incansable trabajo en el campo de la investigación. Su dedicación, pasión y respeto por la música, la convirtieron en una guía para muchos otros colegas intérpretes, investigadores, gestores, etc., a los que siempre les brindó, de forma desinteresada, sus conocimientos
Por Fabiana Sans Arcílagos & Lucía Martín-Maestro Verbo
A Alicia no le terminaba de convencer el concepto de ‘música antigua’: ‘en realidad a los músicos que hacemos música antigua no nos gusta este término […], preferimos llamarnos “músicos históricamente informados” porque tratamos de buscar las fuentes, de ser lo más fieles posibles a los orígenes, pero también somos conscientes de que hacemos música y hacemos teatro para el espectador del siglo XXI. Así que en esta conjunción entre modernidad y tradición, somos contemporáneos pero nos ocupamos de lo que ocurrió antes y de las aportaciones que tantos creadores hicieron a lo largo de los siglos’.
Lázaro se formó en Suiza, específicamente en el Conservatorio Superior de Música de Ginebra y en la Schola Cantorum Basiliensis, de la mano de maestros como Eugen Müller-Dombois y Hopkinson Smith. Ya de vuelta en España, Alicia se interesaría por la recuperación y difusión de los repertorios procedentes de los archivos de las catedrales españolas, centrando su trabajo muy especialmente en la Catedral de Segovia.
Cuenta en una entrevista realizada para Ibídem Radio en 2016 que: ‘antes de que formara la Capilla Jerónimo de Carrión, fue iniciado o creado un trabajo en Segovia que era la sección de investigación musical’. La idea principal era trabajar en este y otros fondos catedralicios, aunque gracias a la enorme riqueza del segoviano, su trabajo se centró y fundamentó en este en concreto. Su acercamiento a este espacio segoviano ha de agradecerse al catálogo de José López Calo, pues fue desde el mismo que ella pudo percatarse de que ‘no se había interpretado demasiada de esta música’ y comenta: ‘me interesaba muchísimo la música del XVII y esa posible riqueza del archivo. Así que, esa primera aproximación fue, con el Archivo de la Catedral y entonces con Jerónimo de Carrión, este maravilloso músico del XVII, segoviano y tocado por la gracia’. Con este principio nace en 1997, ya de forma más institucionalizada y como archivo documental, el Archivo de la Catedral de Segovia, y con él se crea la Sección de Investigación Musical de la Fundación Don Juan de Borbón dirigida, hasta su fallecimiento, por Alicia Lázaro.
Como parte del trabajo de difusión, Lázaro crea la agrupación Capilla Jerónimo de Carrión, que tiene como principal objetivo llevar a la práctica las investigaciones que iba realizando: ‘el trabajo se ha centrado […] en un tema monográfico. Nuestra idea era, sobre todo al principio, tomar un autor anualmente como base de trabajo y rastrear su obra a lo largo del primer disco’. Así, y como parte de las investigaciones, se han publicado cuatro volúmenes de maestros de capilla segovianos: Calendas, el tiempo en las Catedrales. Tonos al Nacimiento, a la Pasión y al Santísimo y Misa de Batalla, Lamentación del Miércoles, Tonos al Santísimo y a la Navidad, ambas de Jerónimo de Carrión; Ecos y afectos. Misa a seis voces de Miguel de Irízar y Alienta, mortal, alienta. Misa a seis voces de Juan Montón y Mallén. Además de los libros con música, se cuenta con cuatro discos de estos autores grabados por la Capilla Jerónimo de Carrión.
Lázaro comenta en la misma entrevista que para ella es muy importante seguir una línea de trabajo específica en la que pueda estar con gente con la que se sienta a gusto, encontrando una línea que los defina: ‘se tiene que trabajar mucho sobre la manera de decir los textos, la manera de expresar. Es una capilla de solistas, el color de las voces tienen que estar diferenciados, no es un coro, es una capilla como era en su momento, cada uno con su color y con voces capaces de cantar un solo’. Aunque la agrupación ha centrado su trabajo en el Archivo de Segovia, lo cierto es que también ha ofrecido algunos conciertos con obras de la Catedral de León y El Escorial. Asimismo, su última publicación, El tesoro oculto, está dedicada —aunque no exclusivamente— al público infantil. Este cuento relata las aventuras de dos niños que van descubriendo el patrimonio que existe en la Catedral de Segovia.
Por otro lado, es imposible separar a Alicia Lázaro del teatro, específicamente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico ‘que dedica sus esfuerzos principalmente al Siglo de Oro’ y la compañía Nao d’amores ‘con la que hacemos algo que, a falta de denominación, llamamos pre-barroco, y que abarca desde el medioevo […] hasta finales del siglo XVI’. Para ella, y según relata en su artículo Del teatro medieval al barroco. Dos experiencias de trabajo: Nao d’amores y CNTC, publicado en el libro Teatro y música en los inicios del siglo XXI, ‘la participación de la música, realizada en directo […], era y es esencial’. ‘El trabajo de investigación no es solo acumular músicas, partituras, ediciones, facsímiles y otras fuentes diversas encima de la mesa […]. Investigar nos lleva a ordenar y sobre todo, a clasificar las cosas’, que posteriormente nos servirán para tener argumentos y concretar qué debemos o no utilizar en la escena de una obra.
Pero, para Alicia, la principal reivindicación de la música en el teatro es ‘la interpretación en directo de las obras’, ya que ‘la música es parte de una expresión, no es un añadido. La música define personajes, el momento, la acción dramática’. Gracias a esta perspectiva, Lázaro ha sido aplaudida por la dirección musical en trabajos como Auto de los Reyes Magos, considerado el primer texto teatral en castellano y Dança da morte, en la que se pueden escuchar piezas que van desde el Llibre Vermell de Montserrat, pasando por Dufay y Juan de la Encina, hasta llegar a la Venecia del siglo XVII.
Finalmente, pero no menos importante, ha sido muy importante la figura de Alicia Lázaro en la creación e impulso de la Asociación de Grupos Españoles de Música Antigua (GEMA), que nace ‘como un intento de hacer algo por nuestro sector desde los grupos, para intentar influir y potenciar nuestro sector’, promoviendo ‘la música antigua interpretada por fundamentalmente por españoles en las programaciones’. ‘Tratamos, desde nuestras posibilidades, en influir en que la música histórica española tenga el lugar que merece, es que somos nosotros los que rescatamos el patrimonio, somos nosotros los que lo interpretamos, somos los que lo hacemos vivir y es gracias a nuestro trabajo, que es durísimo, que esta música puede salir a la luz […]. No somos una agencia, nuestra tarea es difundir el trabajo de la música histórica, y que esta esté presente con normalidad en las programaciones de los festivales’.
Como no podía ser de otra manera, su trabajo ha sido ampliamente reconocido, siendo el último el Premio de Honor, otorgado precisamente por GEMA, la asociación a la que ayudó a dar vida, en ‘agradecimiento a toda su trayectoria, por su trabajo, investigación y recuperación de nuestro patrimonio inmaterial. Asimismo, por su incansable labor y generosidad para dar visibilidad a los grupos e intérpretes de música antigua’. Sin duda, un reconocimiento que se hizo esperar pero que no podía ser más merecido. Anteriormente, había sido ganadora del Premio Choc de la Musique en 2005 por la grabación Ecos y Afectos y galardonada con el Premio a la Investigación (2014) y a Mejor Director (2015-16) en los Premios a la Creatividad e Innovación en la Música Antigua de la ya citada Asociación GEMA. Su trabajo en las artes escénicas fue de igual manera valorado, llegando a ser nominada hasta en dos ocasiones en los prestigiosos Premios Max de Teatro.
La pérdida de Alicia, tantas veces llamada pionera, ha sido un duro golpe para el gremio. Sin embargo, aunque ella fuera la primera en abrir tantas puertas que ya hemos mencionado, está ahora en nuestras manos hacer que su legado siga sonando y que los proyectos que ella inspiró sigan cobrando vida.
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