El último trabajo discográfico de Alexandre Da Costa y el sello discográfico Sony Classical, ‘Stradivarius – Je me souviens’, se lanzó el 18 de noviembre
El pasado 18 de noviembre, Sony Classical lanzó Stradivarius – Je me souviens, su cuarta colaboración con el violinista y director de orquesta Alexandre Da Costa. Constituye el tercer trabajo dentro de la serie ‘Stradivarius’. Este trabajo, además, constituye un alegato del músico a favor de la humanidad.
Je me souviens (Yo recuerdo) es fruto de la implicación de la Orquesta Sinfónica de Longueuil (OSDL), en el marco de su programa ‘Balcons Symphoniques’. Este proyecto de la formación sinfónica tiene como cometido llevar música en pequeños grupos camerísticos a residencias de mayores en la provincia canadiense de Quebec.
Da Costa sobre el proyecto
‘Nos preguntábamos cómo contribuir al bienestar de nuestra comunidad, en particular de las personas mayores, que se ven más directamente afectadas por las consecuencias de los terribles momentos que vivimos hace unos años y en concreto con este sector tan vulnerable’, explica Da Costa, director titular de la agrupación.
Respetando las medidas de salud pública, nos correspondía a nosotros hacer el esfuerzo de llegar al público y no al revés’, explica el maestro, ‘al tiempo que rendíamos un sentido homenaje a todos los trabajadores de todos los sectores que se volcaron con los ciudadanos en aquellos tristísimos momentos’, concluye.
Sobre la serie ‘Stradivarius’
En anteriores lanzamientos de la serie ‘Stradivarius’, Da Costa se rinde homenaje a Wagner (Stradivarius at the Opera II) y a las arias de ópera más populares (Stradivarius at the Opera I). Esta nueva entrega selecciona algunos de los títulos más conocidos y amados por todos de la canción pop de Quebec, su lugar de nacimiento.
Algunas de las canciones incluidas son Je t’aime comme un fou de Robert Charlebois, La Vie en Rose de Édith Piaf, We are the champions de Freddie Mercury o Hallelujah de Leonard Cohen. Se presentan en unos arreglos para violín y orquesta de enorme elegancia, delicadeza y magnetismo, firmados por el propio Da Costa con aportaciones de Éric Lagacé y François Vallières.
De esta forma, se crea un festival sonoro concebido para abrazar a los amantes de la música. Desde el universo clásico al pop y viceversa, llegan a un mundo golpeado por infortunios, que nos llevan a reivindicar más que nunca la capacidad de amor del ser humano y su gran generosidad ante momentos de incertidumbre y dolor.
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