Reseña | Facce d’amore

El segundo álbum en solitario del contratenor polaco que para muchos está llamado a suceder a Jaroussky en la cúspide de la voz ‘artificial’ por excelencia, es sencillamente extraordinario. Como hiciera en Anima Sacra (Erato, 2018) Orlinki hace acompañar su cálida voz de soprano por la exuberancia tímbrica de Il Pomo d’Oro, conjunto al que Emelyanychev, su director principal, imprime un particular dinamismo desde el clave. Yannis François, que a sus facetas de bajo-barítono y bailarín añade la de investigador apasionado de manuscritos caídos en el olvido, colabora de nuevo en la selección musical que incluye en esta ocasión ocho primeras grabaciones mundiales.

Lo que en Anima Sacra fuera un viaje espiritual se convierte ahora en Facce d’amore en un viaje emocional. A lo largo de ochenta y cinco años de historia de la ópera italiana, desde La Calisto de Cavalli (Venecia, 1651) hasta el Orfeo de Hasse (Londres, 1736), la música refleja diferentes actitudes del amante masculino barroco. El emperador Eliogabalo canta al desengaño mientras Claudio hace lo propio al desconsuelo en sendas arias de Boretti, devueltas aquí a la luz; por su parte, el Aminta de Bononcini lamenta con amargura cierto exceso de determinación en ‘Infelice mia constanza‘, donde Orlinski ofrece una emocionante mezza di voce. Al amor esquivo de Poppea Sabina exige correspondencia el despótico Nerone en ‘Che m’ami ti prega‘, aria de Orlandini y Mattheson, que pone de manifiesto la versatilidad de registro de Orlinski, capaz de ascensos y descensos rápidos y homogéneos, y de una elegancia y dominio absolutos del ornamento.

Pero junto a las arias hay también piezas orquestales para descubrir. Tales son la Sinfonía (acto II, escena I) de la ópera Claudio Cesare (Venecia, 1672) del citado Boretti y el Ballo dei bagatellieri de Matteis, una animada suite de danzas que incluye una follia spagnola con castañetas entre sus movimientos.

Completan el disco varios hits inmortales del gran Haendel, petición expresa de Orlinski a Yannis François. Por mera cuestión de espacio destaco solo la interpretación de ‘Pena tirana‘, de Amadigi di Gaula (Londres, 1715). Sobrenatural.

Por Alejandro Santini Dupeyrón